08.05.2024 |
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El Gobierno de los insultos y de los indultos

El Tribunal Supremo confirma la penas de los dos históricos dirigentes del socialismo español, los ex presidentes del PSOE y ex presidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, condenados por el desvío de 680 millones de euros destinados a los parados.
El Tribunal Supremo confirma la penas de los dos históricos dirigentes del socialismo español, los ex presidentes del PSOE y ex presidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, condenados por el desvío de 680 millones de euros destinados a los parados.
El Gobierno de los insultos y de los indultos

Comienza un nuevo curso político y el Partido Popular lo afronta con un reto claro, el de seguir ofreciendo a España la alternativa que necesita, ante un Gobierno dividido, superado por la realidad y en crisis permanente.

Un gobierno que se aferra al sillón, sin importarle los peajes que tenga que pagar. Un gobierno en permanente crisis, que lucha contra la oposición interna de sus socios de gobierno y despliega a su pobre, pero extenso, ejército de ministros cuando hay que hacer oposición a la alternativa de gobierno, insultando y atacando al único líder solvente que hay en la oposición, Alberto Núñez Feijoo.

Un país no puede salir a flote cuando sus gobernantes se dedican a insultar y aguantar, en lugar de a gestionar. No puede pervivir cuando impera la imposición y no el diálogo. No puede emerger cuando su credibilidad está en entredicho por una errática política internacional de su máximo representante, el presidente Sánchez.

Los españoles somos cada día más pobres y el Gobierno del trilerismo político en lugar de lanzar un flotador a las familias, y a los sectores productivos más afectados, devolviéndoles los más de 16.500 millones de euros que lleva recaudados de más en lo que va de año como consecuencia de una inflación que ya roza el 11%, pone en marcha medidas energéticas que no solucionan el problema, que cargan contra los más débiles, que no escuchan a quienes deben ejecutar esas medidas, las administraciones autonómicas, y que se olvidan del diálogo con los sectores más vulnerables y con la oposición.

Medidas que, lejos de prevenir la difícil situación que estamos viviendo, y que previsiblemente se agudizará en los próximos meses, hunde más a un sector privado que cada día tiene que soportar más costes y que no encuentra contraprestación alguna a su esfuerzo diario.

Y por si todo esto no fuera suficiente, ahora pretenden coronarse como el Gobierno de los insultos y de los indultos. Indultos en uno de los mayores casos de corrupción institucionalizada de nuestra democracia.

El Partido Popular no tiene ningún interés en ver en la cárcel al expresidente de la Junta y del PSOE, al señor Griñán, pero no se puede defender lo indefendible, 700 millones de euros de dinero público malversados de forma continuada y consciente no es para sentirse orgullosos. El Gobierno debe recapacitar y acatar las sentencias.

El Gobierno debe deflactar el IRPF a las rentas medias y bajas, ayudándoles a afrontar su día a día, la vuelta al colegio y un otoño lleno de incertidumbres.

El Gobierno tiene que repensar sus medidas energéticas, afrontarlas como un desafío energético y no como un reto ideológico, y debe hacerlo de la mano del principal partido de la oposición.

El Partido Popular tienen grandes equipos, equipos solventes que seguirán defendiendo los valores firmes, democráticos y de progreso que caracterizan a nuestro partido. Seguiremos trabajando por mejorar la vida de los españoles porque ellos nos han elegido para trabajar por lo colectivo, por los proyectos, por los valores.  Somos el partido de la alternativa.

Un presidente que nos tiene acostumbrados a cambiar todo a su alrededor para intentar que nada cambie, debería darse cuenta de que el principal problema es él.

El Partido Popular lo tiene claro «en democracia importa más lo colectivo que lo personal, importan más los proyectos que las personas, importan más los valores que los personalismos».

El Gobierno de los insultos y de los indultos
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