25.04.2024 |
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¿Rey fugado?

Pedro R. Ramos | TORRELAVEGA

Revilla y el rey emérito Juan Carlos I.
Revilla y el rey emérito Juan Carlos I.
¿Rey fugado?

“Niños, no os confundáis, mandad vuestras cartas a los reyes Melchor, Gaspar o Baltasar, no a un rey “FUGADO” que más que dar, se queda con todos los regalos”.

Así, sin anestesia. Es frase pronunciada por el máximo responsable político de la Comunidad Autónoma de Cantabria. De la que soy residente y contribuyente. Lo hace al lado de uno de los pajes en algún indeterminado lugar y se dirige a ellos, a los niños allí presentes. Lo escuché y visioné en un video que circula por las redes sociales.

Lo primero que pensé es que se trataba de un montaje, de una ridícula broma, una más de las redes sociales. Pero tratándose de la personalidad del autor me atrevo a creer en su veracidad. Y ello me lleva a varias reflexiones.

La primera. ¿Hacemos política con los niños también? ¿Ya vale todo?

La segunda: Verá usted señor Presidente: Suponiendo se refiera usted al Rey Emérito, don Juan Carlos I, ha cometido un craso error. El Rey Juan Carlos no está FUGADO. Estará, si acaso, exiliado de forma voluntaria y puede regresar a España cuando le venga en gana. FUGADOS están algunos políticos de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Si, esos que se han visto sumamente favorecidos con leyes a las que su Diputado en el Congreso de los Diputados, ha votado favorablemente. Esos si son fugados. Don Juan Carlos no. ¿Lo entiende usted?

Otra: Aplicando el sentido común me cuesta una enormidad entender que intereses pueden generar semejante boutade o esperpento verbal. Qué causas pueden existir para que la máxima autoridad institucional de una Comunidad Autónoma se exprese de forma tan vulgar, tan demagógica, tan grotesca. Sin considerar que su deber es representar a TODOS los ciudadanos que residen y pagan impuestos en Cantabria con independencia de su ideología o pensamiento. Difícil, muy difícil me resulta entenderlo. Y, por supuesto, mi desaprobación más rotunda. Claro que barrunto que quizás, digo quizás, sean los vapores etílicos propios de estas fechas tan favorables al festejo los que hayan generado tan  ridículo comportamiento. 

Por último, ¿por qué le siguen riendo las "gracietas" a este señor? No lo entiendo. Qué pena.

¿Rey fugado?
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