29.04.2024 |
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Taza y media de caldo sanchista

Taza y media de caldo sanchista

Una campaña electoral es siempre ruido. Y a ésta aún le quedan cuatro días. Pero dicen los demoscópicos que a estas alturas la suerte ya está echada, aunque aún quede por vender algún remate de pescado en la lonja. Por debajo de toda la berrea de discursos, promesas, ataques y bramidos está la corriente pertinaz de una opinión formada y sólida que hace tiempo que ha decidido por donde quiere que fluya el río. Vamos, que no está juzgando estos años pasados por este griterío final sino por su percepción y juicio sobre lo sucedido en estos cinco años de Sánchez, porque, y esta es la primera cuestión, esta sentencia va muy personalmente sobre el personaje, pues ha sido el invasivo y absolutoprotagonista. Como lo está siendo en esta campaña y lo fue en la pasada que acabó con un desastre histórico para las siglas socialistas en la municipales y autonómicas.

Y es aquí donde residen posiblemente las claves de lo que se convertirán ya no en encuestas sino en votos y en hechos. Todo esto va de Sánchez, sólo de Sánchez y nada más que de Sánchez por la simple y evidente razón de que es así como Sánchez lo ha querido.

Pedro Sánchez hizo que las elecciones locales se convirtieran en un plebiscito sobre su persona. Y a los resultados me remito. No ha quedado un presidente autonómico ni un alcalde vivo salvo, nada extraño, los que han manifestado más que reparos y puesto más distancia con él y sus políticas. El ejemplo señero es Emiliano García Page entre lossupervivientes como son por el lado contrario los de Armengol, Puig, Puente, Tolón entre los caídos. Y lo que nos vino después, y sin estar ni siquiera consumados los entierros ha sido otra sanchinada. Si no quieres caldo taza y media.

Y así llevamos desde el 29 de mayo cuando nos convocó a generales en medio de la canícula y la socarrina.

Tenían un plan y lo sigue teniendo y manteniendo a pesar de que haya unanimidad creciente en los sondeos, lo de Tezanos es otra cosa que tiene que ver más con agitación y propaganda. Decir que va a ganar las generales para no perderlas por mucho y conseguir de alguna manera mantenerse sea en el gobierno, en el bloqueo o en el partido.

Para ello basó su campaña en su mismidad misma con el objetivo de convencernos de que lo que habían visto nuestros ojos era mentira y que él era la verdad y la vida y todos nosotros quienes, inducidos por malignos seres y fuerzas perversas, estábamos abducidos y vivíamos en la ofuscación y la tiniebla.

A ello dedicó toda su energía y fuerza y entendió que como si iba a cuerpo por calles y mítines se encontraba con que el personal le rehuía, que lo haría por las teles y se metería en nuestras casas aunque no quisiéramos. Montó el espectáculo y creyendo que le daba resultado la traca final del debate y destrucción del enemigo, un pobre señor deprovincias, un tal Feijóo a quien se comería con patatas como a su parecer se había comido a presentadores a los que acoquinaba en su platós. No se percató de que ello era su peor tacha. Porque si alguna duda había de quien es, cómo actúa y cómo se comporta lo demostró palpablemente en el famoso debate donde su soberbia se convirtió en fiasco cuando no solo le dieron una serena réplica sino que le dejaron con sus peores vergüenzas al aire. Sánchez nunca ha sido más Sánchez ni se le ha visto su verdadera cara y catadura que ese día.

Para muchos ahí se acabo lo que se daba. Sánchez perderá la elecciones. Y las ganará Feijóo de calle. Y sí pero queda otro cartucho. Que es ahora el que ha sido siempre también el de Sánchez. La posibilidad de que el otro no alcance la mayoría absoluta, soloo en compañía, y él pueda conjuntar de nuevo a todos con quienes ya ha pactado y ahora volvería a hacerlo aunque ahora hubiera ya de vender no su alma, esa ya está vendida, sino la de todos nosotros, nuestra nación y nuestro futuro. Porque si puede, pactará de nuevo, como ya lo hizo cuando nos mintió solemnemente y a sabiendas, y esta vez a un precio que ya seré irreversible y letal, bien claro lo están dejando, con Bildu y los separatistas. Yolanda ya es en realidad un marca blanca y ya comprada del podemismo y sus caretas y adheridos.

Tampoco aquí le salen las cuentas, pero la distancia es más corta y ese es el pescado que queda por vender y que para que no se pudra necesita de una votación masiva y con la cabeza fría.

Taza y media de caldo sanchista
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