25.04.2024 |
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TRIBUNALES ATROPELLO

"Vino como un loco por mí hacia el coche"

Declaraciones durante el juicio celebrado hoy. / J. Ramón
Declaraciones durante el juicio celebrado hoy. / J. Ramón
"Vino como un loco por mí hacia el coche"
El acusado de atropellar a un joven con el que estaba enemistado ha asegurado que fue esa persona la que se lanzó hacia el vehículo y que se puso nervioso y no supo reaccionar. "Vino hacia mí como un loco", ha afirmado en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia de Cantabria.

Los hecho ocurrieron en mayo de 2017, hacia la medianoche, cuando el acusado accedió conduciendo un vehículo al aparcamiento de la playa del Camello de Santander, donde se encontraba con más gente el otro joven con el que había peleado días antes.

Éste se percató de que el acusado había llegado y se dirigió a él para hablar sobre el incidente, haciéndole un gesto con la mano y diciéndole que parase el vehículo.

El acusado ha explicado que cuando entró en el aparcamiento del Camello vio a este otro joven y a sus amigos y que decidió ir hasta el final para dar la vuelta.

Este chico ha declarado que tuvo miedo porque la otra persona estaba con muchos amigos que, según él, estaban ocupando el carril de salida. "Había mucha gente y toda en mi contra", ha aseverado.

También ha apuntado que no pensó en ningún momento que el otro joven se "iba a poner delante". "Se lanzó, no sé qué quería hacer", ha destacado, antes de señalar que iba despacio, a 5 ó 10 kilómetros por hora, y con el embrague pisado.

El acusado ha insistido en que todo ocurrió muy rápido, en que se puso nervioso y en que no supo "cómo reaccionar".

Sin embargo, según el relato del joven atropellado y el de testigos que estaban en el lugar, el acusado "giró repentinamente el volante, aceleró la marcha y dirigió el vehículo" hacia esta persona para arrollarla.

El acusado lo niega: ha dicho que trató de esquivar al chico, pero que se cruzó por delante del coche y que al final notó un golpe y que "por instinto" giró al otro lado.

Lo cierto es que la parte delantera del coche golpeó en una pierna al joven y que su cabeza impactó en la luna del parabrisas.

Esta persona se quedó "tirada en el suelo" y el conductor, cuando se bajó, comentó que "se había liado con los pedales" y que estuvieran tranquilos porque tenía seguro.

Después, según ha comentado él mismo, se quedó un poco apartado esperando a que llegara la Policía.

El joven que fue arrollado ha dicho que intentó esquivar al vehículo y que antes del atropello vio que el conductor se reía.

Y dos testigos que estaban con él esa noche han coincidido con su versión de los hechos.

El policía que instruyó el atestado ha manifestado que, según la declaración de los testigos, amigos y conocidos de los dos jóvenes, el acusado "dio un acelerón" antes del atropello.

Según este policía, todos las declaraciones coinciden en ese sentido, salvo la de la pareja del acusado.

Los hechos narrados constituyen, a juicio del Ministerio Público, un delito de homicidio en grado de tentativa por lo que solicita una condena de ocho años de prisión, así como una indemnización de 23.000 euros por las lesiones sufridas y de 40.300 por las secuelas.

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