20.04.2024 |
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Las traineras cántabras temen empezar en desventaja

  • El gobierno ve finalmente «precipitado» dar vía libre a entrenar en el agua  
  • Los vascos sí lo harán  
  • «Van a echar el trabajo al traste»
Iván Gómez, patrón de la ‘San José’, con la ‘Pedreñera’ al fondo. / ALERTA
Iván Gómez, patrón de la ‘San José’, con la ‘Pedreñera’ al fondo. / ALERTA
Las traineras cántabras temen empezar en desventaja

Cambio de planes. Aunque en el seno de los equipos cántabros ya estaba todo preparado para volver a entrenar en la trainera a partir del próximo lunes, se van a tener que quedar con las ganas. Finalmente, el Gobierno no va a añadir en el paquete de actuaciones permitidas en la fase tres salir al agua a preparar el cada vez más cercano inicio liguero. Así, al menos, lo aseguró en la mañana de ayer Mario Iglesias, director general de Deportes del Ejecutivo autonómico. Dichas declaraciones, realizadas en la cadena Ser, encendieron los ánimos de buena parte de los clubes porque, de pronto, vieron cómo las embarcaciones vascas que serán sus rivales en la ARC partirán con una importante ventaja al haber podido embarcar días antes que ellos. Y, cuando uno está ante una pretemporada de apenas un mes, una o dos semanas pueden convertirse en todo un mundo.

Tal y como se explicó en estas páginas a principios de semana, desde dentro del Gobierno sí se estaban planteando solicitar la vuelta a los entrenamientos de traineras en la tercera fase. Parecía, de hecho, lo más lógico teniendo en cuenta que el Ejecutivo Vasco estaba por esa labor. Tanto es así, que el PNV incluyó este punto en las negociaciones por las cuales brindó su apoyo a la prórroga del estado de alarma propuesta por el presidente Pedro Sánchez. Los clubes de la comunidad vecina dan por hecho que el lunes bajarán al agua pero, finalmente, en Cantabria se van a quedar con las ganas. Ayer a mediodía, tuvieron que rectificar. Y cundió el nerviosismo.

En concreto, Mario Iglesias afirmó que no creían «conveniente que trece tripulantes puedan salir a navegar con la ventilación que tienen y el esfuerzo que generan». Menos aún, teniendo en cuenta el poco «espacio físico» que tienen y que obliga prácticamente a ir «brazo con brazo». Así, estima que sería «precipitado» dar ese paso. De este modo, llegó a la siguiente conclusión: «No pasa nada por esperar dos semanas».

Fue esto último lo que más encendió a directivos, entrenadores y remeros.  «Con esta decisión, nos joden pero bien», afirmaba uno de los primeros. Y echó mano de otro tema del que habló el director general en la citada entrevista para poner en evidencia una contradicción en cuanto a su postura se refiere: «Dice que no puede jugar el Racing aquí sin público y otro equipo en su estadio con él porque no es justo pero sí pueden salir al agua en el País Vasco catorce días antes a entrenar cuando sólo queda un mes para empezar la liga porque dice que no pasa nada por esperar. Muy lógico».

Dicha afirmación sobre que no pasaba nada por esperar dos semanas cuando sólo queda un mes para empezar a competir fue lo que más enervó a los deportistas. Y quien habló bien alto fue Mikel García, el patrón de ‘La Marinera’, embarcación que pretende salir al agua este verano con la gran ambición del ascenso. «No sé si sabe el esfuerzo que llevan realizando los remeros durante los tres últimos meses, respetando todas las medidas de seguridad y entrenando en sus casas», decía. «No sé si sabe -continuaba- el esfuerzo que conlleva estar montado durante tanto tiempo en un ergómetro con el único objetivo de llegar lo mejor preparado por si en algún momento se podría remar». Finalmente, y salvo imprevisto, sí se va a poder competir porque tanto la ACT como la ARC se colocaron en la rampa de salida el pasado fin de semana aprobando sus respectivos calendarios. Parecía que los remeros veían la luz al final del túnel pero ahora temen comenzar en desventaja.

«Llegado este momento, quedan cuatro semanas para comenzar las ligas ARC, en las cuales compiten los equipos cántabros», recuerda. Y deberán medirse contra otros del País Vasco, donde, como destaca, «se podrá echar al agua la trainera de nuevo a partir del lunes». Y ahí está la madre del cordero: «La diferencia de entrenar en el agua dos o cuatro semanas, es decir, el doble, es echar al traste todo lo entrenado estos tres meses y los cinco anteriores, ya que es empezar a competir en una desventaja que se va a antojar decisiva».

A lo largo de las entrevistas realizadas durante el confinamiento a entrenadores y remeros, éstos concluían al afirmar que, una vez que puedan volver a entrenar con normalidad, todo el trabajo hecho antes del confinamiento no valdrá apenas para nada y que todo dependerá cómo saliera cada equipo del túnel y de la calidad del trabajo en el agua que pudieran hacer cuando de nuevo pudieran embarcar. Y los cántabros ven cómo las vascos van a tener más tiempo de afinar de verdad esa puesta a punto.

Recordó Mikel García que, además, como ya se contó en estas páginas hace unos días, «la mayoría de los clubes cántabros están haciendo tests a sus remeros garantizando, de esta manera, la seguridad del resto de compañeros». De este modo, llamaba a reducir, en la medida de lo posible, el «agravio comparativo con respecto a los clubes vascos en este tema porque va a ser un factor decisivo a la hora de competir en igualdad de condiciones».

A lo largo de la tarde de ayer, aún confiaban los clubes en que desde el Gobierno de Cantabria se cambiara de parecer a lo largo del día de hoy. No hay mucho más tiempo porque el lunes deberán publicar el decreto con el que se detallará hasta dónde se puede llegar en la tercera fase de la desescalada. Con todo, como ya será una fase gestionada desde las comunidades autónomas, tampoco habrá que esperar dos semanas para rectificar. Quizá sea importante, para tener otro punto de vista, la reunión que Mario Iglesias tendrá el martes con su homólogo en el País Vasco y con el gerente de la ARC. A la asociación le conviene que todos puedan partir en las mismas condiciones y podría ser un cónclave importante más allá de negociar la unificación de protocolos y demás en las regatas. De hecho, la asociación ha mantenido continuos contactos con el Ejecutivo vasco pero no así con el cántabro.

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