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El Diario de Cantabria

«No tenemos margen de error»

Álvaro Bustos, el mejor jugador el pasado domingo, afirma que el Racing firmó un buen partido hasta los últimos diez minutos | «Nos encerramos atrás y perdimos el control», dice
Álvaro Bustos, celebrando el gol que marcó al Bilbao Athletic. / Hardy
Álvaro Bustos, celebrando el gol que marcó al Bilbao Athletic. / Hardy
«No tenemos margen de error»

Álvaro Bustos fue, de largo, el mejor jugador del Racing el domingo sobre el césped de Los Campos de Sport. Fue quien marcó y quien generó constante peligro ya fuera por sus centros o por sus remates en el interior del área que hicieron trabajar al portero. Sin embargo, su gran actuación no sirvió más que para conseguir un punto ante un equipo que jugó durante una hora con un hombre menos. El gol del empate llegó, además, en el descuento, cuando cada uno ya estaba haciendo sus cuentas de la lechera y frotándose las manos por lo que podía haber sido la confirmación de que algo estaba cambiando. Sin embargo, de pronto llegó el golpe. «Fue muy duro. Nos estábamos viendo ya con tres puntos muy, muy importantes para ponernos a dos de los tres primeros y quedar a un solo paso de levantar la cabeza pero nos quedamos a medias», lamenta el jugador asturiano, que completó quizá su mejor actuación como racinguista jugando por fin en su puesto natural.

Bustos tiene claro que el partido del equipo fue bueno hasta el minuto ochenta, que fue cuando todo se vino abajo. Destaca que, sobre todo «desde el inicio de la segunda parte, se notó esa superioridad y ese dominio del juego que hay que tener cuando se está con uno más». Como bien dice, fue el Racing quien llevó «el peso del partido» y quien, para colmo, consiguió marcar. Todo parecía encarrilado pero el partido llegó a sus diez minutos finales y se hizo de noche: «Nos empezamos a encerrar atrás y perdimos el control del balón, que es lo que teníamos que haber hecho». Para colmo, ya en el descuento llegó un gol que el asturiano cree que habrá que analizar entre semana porque fallaron muchas cosas.

«No he analizado aún lo que pudo pasar, pero sí es verdad que, en esa situación, hay que matar el partido», afirma. Y la mejor manera de hacerlo es «pararlo, llevar el peso del juego, dominarlo y defender con el balón». En resumen, hacer todo aquello que no hizo el Racing en la recta final del mismo y, sobre todo, una vez que el entrenador realizó los cambios. Al echar un pie atrás y encontrarse desorientados con la posesión, Bustos cree que los jugadores del Bilbao Athletic «se soltaron más» y ellos perdieron «el control que teníamos que tener». «Fue ahí donde fallamos», insiste.

Tanto es así, que el extremo izquierdo considera que si el partido hubiera terminado en el minuto ochenta, se habría saldado no sólo con una victoria, sino incluso con nota. Destaca que, hasta ese momento, habían tenido «ocasiones» y habían llegado al área con cierta frecuencia. Sobre todo, él mismo. «Sin embargo, creo que a partir de ese minuto ochenta, perdemos el control», insiste. Y no cree que fuera por no querer ir a por el partido y a marcar un segundo gol que inclinara definitivamente la balanza, ya que deja bien claro que el Racing fue a por él «desde el principio».

Como no son nuevos en este negocio, en el vestuario eran conscientes de que ayer podía haber rodado la cabeza del entrenador, pero no fue así. «Nosotros no nos metemos en estas cosas. Nosotros tenemos que ir a lo nuestro sabiendo que un cambio de entrenador siempre es difícil para una plantilla», explica el extremo asturiano. Quizá por eso, asegura que están «centrados» en conseguir que «Aritz saque esto adelante».

Y es que, lo que hoy se ve muy mal podría verse muy bien si el Racing hubiera enlazado su segunda victoria consecutiva. «Si no nos meten ese gol en el descuento, diríamos que hay Racing para estar entre los tres primeros», asegura Bustos. Por esa razón, cree que han de «analizar lo sucedido en esos diez minutos finales para corregirlo y que no vuelva a suceder».  Porque tienen claro que esto se acaba: «Quedan ocho partidos, ocho semanas, que es poco tiempo y no tenemos margen de error». Hay mucho por remontar pero tiene claro que todo se verá de otra manera si el domingo en Vitoria ganan, ya que después vendrían dos partidos consecutivos en casa, lo que tampoco sería garantía de nada porque el balance del Racing como local no puede ser más preocupante: dos derrotas y un empate contra diez en los últimos tres encuentros en Santander.

Lo que no discute nadie es que el Racing está tocado. Lo sabe Álvaro Bustos y no es la primera vez que vive algo similar. «Tengo 25 años pero llevo mucho tiempo en Segunda B y una de las cosas importantes que he aprendido es que, cuando la cosa no va bien, hay que tener carácter y tirar lo que puedas», subraya. Es así como se puede contagiar el ánimo a los compañeros. Él les veía «bien» durante el partido ante el filial rojiblanco hasta que todo «empezó a decaer en esos últimos diez minutos». Esos malditos diez últimos minutos.

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