Cuando el Racing recibió la noticia de que el día dos de diciembre iba a disputar el partido contra el Leioa que quedó aplazado y que se iban a juntar tres partidos esta semana, Javi Rozada prometió a sus hombres que todos iban a tener su oportunidad y sus minutos de calidad. Podía ser ante el Barakaldo, ante el Leioa o ante la Real Sociedad B. Por ahora, al técnico le sobra el tercer partido porque en los dos primeros ya han tenido la posibilidad de participar de manera importante todos sus jugadores disponibles a excepción de uno. Y se antoja complicado que le vaya a dar esa oportunidad el domingo porque parece el último de la lista de un grupo de delanteros que desde que el equipo ha pasado a jugar con sólo uno tienen más complicado asomar la cabeza. Todos lo hacen porque este año hay cinco cambios y el entrenador mete siempre sangre fresca arriba en el segundo periodo, pero no Siverio.

Rozada ya avisó al delantero canario en los últimos días de la pretemporada que iban a llegar Cedric y Balboa y que él iba a partir en última posición, lo que se traducía en que iba a tener pocas oportunidades. En la práctica, fue una invitación a que aceptara una cesión, pero Siverio, que ya había mostrado el año pasado su firme deseo y determinación de intentar triunfar en el primer equipo verdiblanco, dijo que no, que se quedaba y que iba a pelear por una oportunidad. Por ahora, no la ha tenido. Quizá se las prometía felices cuando dispuso de 45 minutos contra el Portugalete, pero no ha tenido más.

De los jugadores de campo que fueron titulares el sábado contra el Barakaldo, sólo repitieron Ceballos, Bustos y Matic en Leioa. La presencia de este último en el campo era obligada por la acumulación de bajas en la retaguardia, ya que Rozada no pudo contar en Sarriena ni con el lesionado Figueras ni con Óscar Gil, ausente por una cuestión personal que ayer ya le permitió estar en el entrenamiento. En cuanto a los otros dos, en territorio vizcaíno confirmaron que son de los jugadores que en mejor momento están y que han de estar en el terreno de juego para que el colectivo no se vea desequilibrado. Es difícil pensar que no vayan a jugar también como titulares en Zubieta.

Siverio estuvo a punto de abandonar el Racing tras terminar el curso pasado, cuando terminaba su contrato, pero le renovaron a última hora por dos años. A partir de ese momento, ya sea por casualidad o por causalidad, Oltra decidió darle minutos. Y el delantero, que venía de promediar casi un gol por partido en el filial, respondió haciendo lo que sabe hacer: estar siempre donde se cuece el gol y marcar.

Siverio es un tipo de ‘nueve’ diferente a los otros tres que tiene el equipo. Cedric, Balboa y Jon Ander son jugadores más dinámicos, muy capaces de correr al espacio, ganar espaldas y asomar por las bandas. Sobre todo, en el caso de los dos primeros. El canario es un rematador al uso, un tipo que suele estar donde hay que estar. En definitiva, un jugador que parecía el ideal para saltar al campo en busca de la remontada en Leioa. Sin embargo, es el último de la fila. Rozada lo tiene claro y, por ahora, es el único futbolista que se ha quedado sin tener aún una oportunidad de calidad para reivindicarse.

Mientras el curso pasado se hartaba a marcar goles en el filial y los delanteros del primer equipo no veían puerta, ninguno de los entrenadores que pasó por el mismo le llamaron ni tan siquiera para entrenar. Como si no existiera. Sucedió con Ania, con Cristóbal y con Oltra, que sólo le puso cuando le mandaron o bien cuando le levantaron el veto. No se sabe qué sucedió ahí dentro pero lo cierto es que fue todo muy extraño. Este año, ya instalado en la plantilla profesional, tampoco se animan a mirar hacia él.

Lo cierto es que Siverio, que se ha recorrido campos en la Tercera cántabra mucho peores de los que se va a encontrar este año en Segunda B en la comunidad vecina, podría ser un arma a utilizar en esos campos donde es tan difícil jugar y donde el centro lateral o la estrategia ganan importancia. Quizá Zubieta, la última oportunidad que le queda para que su entrenador le dé unos minutos de calidad esta semana, sea un campo más favorable para los otros delanteros del equipo, pero lo cierto es que el jugador canario ya le marcó dos goles al filial de la Real Sociedad en el amistoso que ambos disputaron en verano. Quizá su entrenador lo haya tenido en cuenta y por eso haya reservado su momento para el domingo. Esa esperanza tendrá él.

Jon Ander protege su talón de Aquiles y aparece Figueras

La plantilla del Racing no tiene descanso esta semana, en la que ha de afrontar tres partidos en ocho días, y ayer completó una nueva sesión de trabajo que fue de recuperación para quienes jugaron de inicio en Leioa. Éstos realizaron una suave sesión mientras que el resto se ejercitó de manera más intensa. Entre quienes se dejaron ver sobre el campo de trabajo estuvo Jordi Figueras, que va progresando bien de su rotura de fibras y que ya realizó incluso parte del entrenamiento con sus compañeros. La intención del cuerpo técnico es que la próxima semana ya pueda estar con todos y pueda así entrar en los planes de Javi Rozada para el siguiente partido en Los Campos de Sport, que será el día trece ante el Real Unión. Quien no se dejó ver ayer tras jugar veinte minutos en Leioa fue Jon Ander, que arrastra unos problemas en el talón de Aquiles que no le permiten estar al cien por cien. Apenas puede enlazar dos entrenamientos consecutivos porque le están llevando con cuidado y ayer le tocó parar y someterse a un tratamiento personalizado. El objetivo es siempre que llegue al siguiente encuentro. Con dos goles ya en su haber, es el delantero que más ha marcado hasta la fecha. Su intención es llegar en condiciones de jugar en Zubieta el domingo un partido contra un rival directo como es la Real Sociedad B.