El alcalde de Santoña, Sergio Abascal, rechazó las acusaciones sobre una posible «actitud racista» en su decisión de solicitar un «confinamiento total» de familias de etnia gitana del municipio, en cuyo círculo se está registrando un mayor número de hospitalizados o fallecimientos por coronavirus. Abascal explicó ayer domingo en un comunicado que en las últimas horas se han difundido en la redes sociales recriminaciones contra él en este sentido, porque esta medida afectaría a un colectivo de etnia gitana que «está sufriendo con mayor dureza los embates de esta pandemia» en Santoña.

Entre ellos, el regidor se puso en contacto con el exdiputado por el PP Juan José Cortés y su hermano Diego Cortés, quienes fueron críticos con sus declaraciones acerca de la situación en la villa. «He mantenido una conversación telefónica con él (Juan José Cortés) y creo que hemos aclarado el malentendido, siendo responsabilidad de todos garantizar la convivencia vecinal», subrayó Abascal. «Respecto a su hermano (Diego Cortés), a la conclusión que ha llegado y así lo ha reconocido, lo cual le agradezco, es que se ha producido un error y una equivocada interpretación de mis palabras y se ha comprometido a aclararlo», dijo el alcalde de Santoña.

La Mesa de Seguimiento y Coordinación contra el Covid-19 de Santoña, celebrada el pasado viernes, acordó que se pidiera a la Consejería de Sanidad tramitar las medidas necesarias para decretar un «confinamiento forzoso» de familias en cuyo círculo se registrase un mayor número hospitalizados o fallecimientos por coronavirus. Una solicitud que, según explicó, se produjo tras constatar en las últimas horas un aumento en el municipio del número de personas que presentaban sintomatología o fueron ingresadas a causa de la enfermedad, con «un mayor índice» de afectados entre un colectivo de etnia gitana.

«De ahí que entendimos que era necesario que fuesen plenamente conocedores de esa situación, para hacer un llamamiento a todos a extremar las precauciones y especialmente quienes más están sufriendo su incidencia», dijo el alcalde.

No obstante, recalca que en ningún momento pretendió hacer «diferencias ni discriminaciones entre payos o gitanos» y pidió disculpas «si el colectivo gitano se ha podido sentir ofendido o señalado» por sus palabras, al tiempo que reconoce que tenía que haberse referido «a la colectividad en su conjunto, sin matización ni referencia alguna a ningún colectivo o sector de la población».

«La única intención fue la de protegerles frente al incipiente avance de los contagios. Lo mismo hubiese ocurrido si esos datos reflejaban contagios mayoritarios entre jóvenes de una determinada edad o entre población de distinto sexto», aseguró.

Para el alcalde, sus intervenciones en los medios de comunicación sobre este tema han sido tendentes a «mantener el respeto, la empatía y la solidaridad» de todo el pueblo.

El regidor insistió en dejar claro que los contagios entre los vecinos de Santoña se han producido «con casi total seguridad» con carácter previo a decretarse el estado de alarma, precisamente para salir al paso de acusaciones que se proferían «de supuestos incumplimiento del confinamiento domiciliario».

También hizo un llamamiento a «la calma, la responsabilidad y la prudencia» de toda la población y continuar con la «buena convivencia que siempre ha existido en Santoña, sin distinciones entre razas, religiones, etnias, idiomas, costumbres, sexos o edades».

Abascal rechazó publicaciones de medios de comunicación en los que se están haciendo eco de «una equivocada y artificial interpretación» de sus palabras e imputándole frases que nunca ha proferido y, por tanto, solicita que «sea aclarado este asunto y su contenido sea desmentido y corregido».