El consejero de Sanidad de Cantabria, Miguel Rodríguez, confía en que las últimas restricciones aprobadas por el Ejecutivo regional para contener el aumento de contagios Covid en la región y que entran en vigor hoy, «tengan su efecto en las próximas semanas». El paquete de medidas, que afectan fundamentalmente al ámbito de reuniones -que se limitan a un máximo de 10 personas salvo que sean convivientes- y del ocio -al anticipar el cierre de los establecimientos de hostelería a las once de la noche-, fueron de aplicación a las 00.00 horas de la noche de ayer, una vez recibieron luz verde del PRC-PSOE en un consejo de Gobierno extraordinario celebrado el viernes por la mañana y tras su publicación por la noche en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC).

El objetivo de las nuevas restricciones, que además rebajan el aforo al 50% en el interior de bares y restaurantes y al 75% en terrazas, con prohibición de fumar y estableciendo en ambos casos un máximo de seis personas juntas en la mesa, es «disminuir la interacción social» para a su vez «disminuir la transmisión del virus entre la población», de ahí que afecten principalmente a encuentros y ocio. El consejero, que en declaraciones remitidas a los medios ha expresado su deseo de que surtan «efecto en las próximas semanas», ha reiterado que los datos de la pandemia -con los 181 nuevos positivos detectados el viernes en la región- puestos en relación con los indicadores aprobados el jueves el Consejo Interterritorial de Salud apuntan que Cantabria está en un nivel «muy alto» de alerta en incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días (más de 250 por cada cien mil habitantes) y también entre personas mayores de 65 años (en torno a 200 casos por cien mil habitantes).

Asimismo, presenta un nivel «muy alto» el de la positividad de las pruebas PCR practicadas, al situarse en el 10%, en tanto que los dos indicadores que muestran «mejor evolución» son los del número de camas hospitalarias y de UCI ocupadas por pacientes Covid, con el 4,8% y 11,8%, respectivamente. Ahora bien, el titular de Sanidad, que ha recordado que entre los 1.486 casos activos hay 67 pacientes ingresados en planta y 11 de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos de Valdecilla, estando los 1.419 restantes en cuarentena domiciliaria, ha indicado que es «previsible» que esos dos últimos indicadores de camas Covid se incrementen en los «próximos días» a medida que aumenten los casos activos.

Por otra parte, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, formalizó ayer la petición de la Comunidad Autónoma para que el Gobierno de la nación declare el estado de alarma, con el fin de garantizar la seguridad jurídica de las medidas que sean precisas a partir de ahora para frenar la proliferación de contagios y la extensión de la pandemia de Covid-19.

En un escrito dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Revilla requiere esta declaración ante la «posibilidad» de tener que recurrir a restricciones añadidas a las ya aprobadas y que afecten al «núcleo duro» de los derechos fundamentales, las cuales solo tienen cabida «al amparo de lo dispuesto en la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio», según apunta el Ejecutivo autonómico en un comunicado.

A juicio del presidente cántabro y líder del PRC, la situación que está padeciendo en este momento España hace «imprescindible» la necesidad de «homologar» los criterios de actuación de las diferentes comunidades autónomas y el estado de alarma permite «evitar situaciones como las que se están dando ahora, con sentencias de los tribunales superiores de justicia dispares en cada territorio» a la hora de valorar aquellas medidas que afectan a los derechos fundamentales.

Además de subrayar que el estado de alarma es «la única fórmula» para brindar «respaldo legal» a las autonomías, el presidente de Cantabria defiende una actuación «coordinada con el Estado», en la que las comunidades «mantengan sus competencias» para decretar las medidas precisas en función de la evolución de la pandemia en cada territorio.