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El Diario de Cantabria

«Quiero agradecer a Cantabria y a sus gentes el trato recibido, que ha sido exquisito»

Para el jugador de Alles el bolo palma en Asturias está «en coma» y «parece que todos sabemos cuál es la solución, pero del dicho al hecho hay un buen trecho. Federación e instituciones hablan mucho, pero hacen muy poco». Inicia su vigésima temporada en Torres, donde se siente «como en casa» y donde siempre ha estado rodeado de «grandes compañeros»

Benito Fernández birlando. / ALERTA
Benito Fernández birlando. / ALERTA
«Quiero agradecer a Cantabria y a sus gentes el trato recibido, que ha sido exquisito»

En pocos días el gran capitán de la Peña Bolística Casa Sampedro cumplirá 49 años. Y aún no tiene fecha definitiva para su retirada de las boleras en tanto el ‘motor diésel’ responda. Ha iniciado su vigésima temporada en Torres donde más pronto que tarde tendrá su calle en honor a la fidelidad demostrada durante dos décadas. No había nacido aún cuando su padre ya tenía en su palmarés dos Campeonatos de España. La bolera de su pueblo está situada a cuatro metros de su casa -tan solo saltar la tapia que la separa- y en ella comenzó de pinche nuestro protagonista de esta semana. No es otro que Benito Fernández Llamazares (Alles-Peñamellera Alta-Asturias, 12 de marzo de 1972), que a ALERTA al término de uno de los entrenamientos semanales cuando faltan siete días para el comienzo de las competiciones oficiales.

PREGUNTA: Háblame de tus comienzos en este deporte.

RESPUESTA: Dividiría mi paso por los bolos en cuatro etapas, la primera hasta los 19 años. Tenía 7 años cuando me llevó mi padre a un Campeonato de España a Helguera de Reocín que ganó Miguel García. Y con 13 años me llevó también a Potes a otro campeonato que ganó Rafael Fuentevilla, para esas fechas ya jugaba con mis amigos en la bolera al lado de casa.

P: La peña donde tu padre cierra un ciclo brillante dentro del mundo de los bolos se llamaba La Campanona, donde das tus primeros pasos como pinche y jugador.

R: Exacto. Era donde mi padre colgó las bolas y yo me encargaba de arreglar la bolera y de plantar, a la vez que jugaba con mis amigos. Allí estuve hasta los 18 años.

P: Te vas a estudiar a Oviedo y llega el comienzo oficial de la vida deportiva de Benito Fernández.

R: Cierto. Jugué en una peña que se llamaba Centro Asturiano y ganamos la primera Liga que jugamos. Tuvimos que jugar una promoción para ascender a Liga Nacional y se jugaba con tres jugadores tan solo, Pedro Ruiz, Ramón Tamés y yo. Tuvimos que fichar un cuarto jugador para jugar el año siguiente.

P: Ya estamos en la Liga Nacional con la Peña Pancar-Cuera.

R: Aquí empieza mi segunda etapa. Llegó a la peña Rafael Fuentevilla influenciado por mi padre, y con Antonio Núñez, Cortabitarte y yo, comenzamos la andadura por la Liga Nacional. Más tarde se incorporó mi amigo Pedro Ruiz, que es de Alles. Estábamos muy verdes, Fuentevilla nos abrió los ojos, nos enseñó a competir, y te puedo asegurar que después de 40 años que llevo jugando, es el mejor capitán que he visto jamás. Por varias razones, era el mejor jugador, tenía empatía, mano izquierda, atrevimiento y mucha paciencia, además de ser muy generoso. Estando Rafa en Pancar nunca se descendió, cosa que ninguna peña asturiana había conseguido.

P: Después de tres años en casa llega el momento decisivo de tu vida deportiva cuando una persona apuesta por ti y recalas en Cantabria.

R: Nunca se lo agradeceré lo suficiente. Manolo Mora confió en mi para jugar en el Paraíso del Pas y allí estuve siete temporadas. Desgraciadamente falleció a los cuatro años de estar en la peña y ese año ganamos la Copa Federación con Sebi Iturbe, José Luis Rueda, Juanjo González Harto, Roberto García y yo. Más tarde llegó Vallines y ha sido una etapa muy bonita de mi vida, los jugadores teníamos un ‘feeling’ tremendo. Nada más y nada menos que ganamos la final a Construcciones Rotella con todas las figuras que tenían en aquellos años. Aquí acaba mi tercera etapa y siempre estaré agradecido a la familia Cubillas, los hermanos Sebrango, Antolín Valle y Manolo Díaz por el trato recibido.

P: Vamos con la cuarta y última etapa, que no pudo comenzar peor.

R: Ya lo creo. Hotel Chiqui dio por finalizado su ciclo en los bolos y me llamó Manolo Oliva. Era el año 2002 cuando comienzo en Torres con tan mala pata que descendimos. Se fueron todos los jugadores y me quedé con tanta buena suerte que al año siguiente ascendimos y hasta hoy en la máxima categoría. Una etapa de mi vida muy bonita, con grandes compañeros, por cierto, que me han hecho fácil todos estos años. Francisco Javier Puente, Fran Rucandio, Chuchi Ruiz y José Luis Rivero fueron los jugadores que me acompañaron el año del ascenso

P: Primer año de vida de la Copa Apebol y Casa Sampedro se la lleva a sus vitrinas.

R: Perfecto, eso ocurría en el año 2005, y la volvimos a ganar en 2012. Ganar la Apebol ese año significó una gran alegría para todos.

P: Y más Copas que fueron cayendo en unos años de esplendor de la peña.

R: Sí, en 2014 y 2017 ganamos dos Copas Federación; y en los años 2013 y 2015 dos Supercopas, a lo que hay que sumar las veces que hemos sido finalistas y no se pudo ganar.

P: ¿El subcampeonato de España por parejas junto a José Luis Mallavia te dejó un buen sabor de boca?

R: Por supuesto que sí. Era el año 2009 y la verdad es que estábamos muy compenetrados, además de que jugar con él es muy fácil, te hace ver las cosas muy claras siempre.

P: Creo que debes definirme mejor a José Luis Mallavia ¿no encuentras las palabras adecuadas?

R: Sí, éstas: quién tiene un amigo tiene un tesoro. Mi gran amigo dentro y fuera de los bolos. Como jugador su historial lo dice todo, porque para mi ha sido uno de los grandes. Como compañero te ayuda mucho y te hace ser mejor jugando; y como persona enorme.

P: Ya que hablamos de definiciones continúa por Manuel Oliva para no perdernos.

R: El mejor capitán que puede haber para que el barco llegue a buen puerto.

P: ¿Y la de la Peña Casa Sampedro?

R: El mejor deporte la amistad, luego están los bolos.

P: Llevas jugadas 27 Ligas en la máxima categoría, tienes que elegir aquella que te dejó un grato recuerdo.

R: Sin duda la del año 2014 donde quedamos terceros y además ganamos una Copa Federación, pero lo mejor de todo fue lo bien que jugamos toda la temporada. Una gran campaña sin duda.

P: Seis Copas ganadas, pero, sin embargo pudieron ser muchas más.

R: Ya lo creo. Antes de ganar la Copa de 2014 habíamos perdido tres finales y a la cuarta ganamos en La Cavada a Puertas Roper, menos mal, porque perder otra más hubiese sido como para ir en peregrinación a Lourdes.

P: ¿Cómo se va a la cama un jugador que acaba de perder varias finales de Copa?

R. Te lo puedes imaginar. Por ejemplo, en la última contra Sobarzo nada que objetar porque a ellos les salió todo y a nosotros nada. El estado de la bolera podía jugar a tu favor o en contra, es una bolera traicionera, y esa tarde nos barrieron en menos de una hora embocando en cada chico.

P: 14 Campeonatos de Asturias en tu palmarés y los que te quedan.

R: Quedar quedan pocos ya. Las ruedas están muy desgastadas, empecé a ganarlos tarde y habrá que seguir jugándolos por mantener la actividad en Asturias. Esto último es fundamental.

P: Me dicen que los bolos en Asturias ahora mismo están en la UVI.

R: Están en coma profundo. Hay dos soluciones o que no nos despertemos del coma o que nos despertemos y hagamos una rehabilitación larga y dura. Hoy en día parece que todos sabemos cuál es la solución, pero del dicho al hecho hay un buen trecho. Federación e onstituciones hablan mucho, pero se hacen muy poco por este deporte autóctono. Ahora, tanto Miriam Velarde Jaime Maimarán y yo intentamos mantener los campeonatos y la liga. Y mira a que extremo se llega que tan solo tenemos dos jugadores de 17 y 18 años, y precisamente son de Alles. Ésta es la triste realidad a febrero de 2021.

P: Explosión de júbilo, sin duda, cuando ganas un San Juan en Los Corrales.

R: Ni te lo imaginas. Era mi primer CINA, siempre el primero hace mucha ilusión, y se lo gané a Víctor López. Luego tengo grandes recuerdos de otro que gané en Cossío a Ángel Lavín, porque aquella zona me encanta, por su gente que sabe un poco de bolos, por cierto.

P: ¿Te quedan fuerzas suficientes para continuar en la élite

R: El final llegará más pronto que tarde. El coche tiene muchos kilómetros, esta temporada quiero disfrutar de los bolos en mi casa y depende de cómo me vea de fuerzas tomaré una decisión.

P: ¿El mejor momento de tu vida?

R: Seguro que el año 2009 donde quedé cuarto en el Campeonato de España individual y segundo en el de parejas con José Luis Mallavia. Luego tengo otros grandes momentos cuando quedé campeón de Asturias por parejas y cuarto en el de España con Pedro Ruiz de Alles, con el cual aprendí a jugar y crecimos a la vez a las órdenes de Luis Ángel Sánchez. Por resumir, durante la etapa del año 2009 hasta el 2014 me veía muy bien jugando a plena satisfacción y ha sido cuando más he disfrutado de los bolos.

P: Seguro que también hay un mal momento.

R: Muchos debido a las lesiones. Desde el año 2001 ya venía arrastrando problemas en el hombro que mermaron mucho mis facultades, luego tuve muchas lumbalgias que me han impedido estar al cien por cien. Por lo demás, en lo que se refiere a lo deportivo no tengo malos recuerdos. Sin embargo, sí que echo mucho de menos a muchas personas que nos faltan y que eran muy importantes para los bolos. Esos sí son mis peores momentos, sin duda, los deportivos son pasajeros.

P: Imagino tu respuesta respecto al mejor compañero que has tenido a lo largo de cuatro décadas.

R: Imaginas bien. Desde luego que José Luis Mallavia, aunque, sin embargo tengo que decirte que en su momento Rafa Fuentevilla fue sensacional; en mi etapa del Hotel Chiqui, Sebi Iturbe; y ahora en Casa Sampedro lo es Alfonso Díaz. Con Alfonso coincido en todo, tenemos las ideas muy claras, tengo una gran relación, y no me quiero olvidar de otro gran amigo como Raúl de Juana.

P: ¿Nunca tuviste ofertas para emigrar de Casa Sampedro?

R: (Ríe) Olvídate de eso. Yo creo que la gente sabía que estaba tan contento en Torres que no se atrevían a decirme nada.

P: ¿Han funcionado las rotaciones en Casa Sampedro? La cuarta plaza en la clasificación lo confirma ¿no?

R: Cierto. Pero no creas que ha sido cosa de los jugadores, eso lo decidió Manuel Oliva, y para esta temporada no sabemos si seguiremos con ellas o no, ni que táctica vamos a utilizar, porque acabamos de arrancar y es pronto todavía.

P: ¿Qué te han dado los bolos?

R: Todo. He disfrutado muchísimo y quiero agradecer a Cantabria y a sus gentes el trato recibido que ha sido exquisito siempre. Y, mira, sí tengo que agradecer a los bolos, que en San Vicente del Monte conocí a la que hoy en día es mi esposa, con la que tenemos una hija maravillosa. He tenido la oportunidad de conocer maravillosos pueblos de Cantabria, que sin duda jamás hubiese visitado, tratar con su vecindario, conocer sus costumbres, y enriquecerme mucho con ello.

P: Benito Fernández es de la escuela de los antiguos jugadores y en Alles sucedía lo mismo. Los aficionados estaban acostumbrados a un estilo de juego clásico de toda la vida y una tarde llegan a jugar la fase de clasificación Raúl de Juana y José Luis Mallavia... ¿qué sucedió?

R: Llegó Raúl de Juana y se puso a lavar las bolas antes de tirar y eso allí no lo habían visto nunca. Más tarde los aficionados empezaron a murmurar sobre las ‘posturitas’ que adoptaba desde el tiro, luego Mallavia hacía lo mismo, y no te puedes imaginar lo que se comentaba en la bolera. Aquella tarde no les salieron bien las cosas, pero cuando al cabo de los años volvieron a jugar y se dieron cuenta quienes eran realmente, y lo que habían conseguido, se cayeron del burro y aplaudieron.

P: Me dices que has conocido pueblos impensables que posiblemente jamás hubieras visitado, por ejemplo, Noja cuando la visitas por primera vez.

R: Calla, calla. Había un concurso cuyas tiradas se habían realizado en Sobarzo. Las finales eran un domingo y teníamos que desempatar cuatro jugadores a las ocho de la mañana. Salí de casa a las cinco de la mañana entre otras razones porque nunca había estado en Noja y porque cuando aquello no existía la autopista. Llegué a la hora y solo nos presentamos a jugar dos jugadores, José Luis Trápaga y yo. En la primera tirada Trápaga embocó, y a las 8,30 de la mañana estaba eliminado después del gran madrugón. Cosas que pasan de vez en cuando.

P: Tampoco conocías El Astillero y mira que son localidades importantes.

R: Había oído hablar de ese pueblo claro que sí, pero ni idea de cómo llegar. Tenía todo el día por delante y por la tarde debía jugar la fase de clasificación de  otro CINA en El Astillero. Puse rumbo hacía allá preguntando a todo el mundo por la bolera de La Planchada y cuando llegué me preguntaba que estaría sucediendo allí porque no menos de 200 espectadores estaban siguiendo las tiradas. Me quedé perplejo al no ser finales, me asusté mucho porque nunca había visto tanta gente en una bolera.

P: Perplejo te quedas en Reinosa ante no menos de 200 aficionados cuando tiras para un San Mateo, el árbitro es ‘ciego’ y te premian con una gran ovación.

R: Uff!, esa ha sido muy gorda. Era la última tirada y la segunda bola la tiró por fuera de la caja. El colegiado no se da cuenta y no la anula, tiro la tercera y me voy para el birle con la cabeza baja  de la vergüenza que me daba. Seguía en sus trece, el público callado, y la devolví a la zona de tiro. Entonces los aficionados atónitos ante lo que estaban presenciando me aplaudieron mucho. No he visto jamás un caso como ese y mira que he visto cosas raras a lo largo de 40 años.

P: Y más pueblos desconocidos, éste de la zona pasiega donde probaste la mejor asadurilla del mundo. Si Noja y El Astillero te crearon problemas, ni te cuento Aloños.

R: Me costó mucho llegar porque jamás antes había oído hablar de Aloños. Era un concurso por invitación donde por cierto estuvimos muy bien atendidos. Se jugaba por la mañana, y luego nos quedábamos a comer y a cantar un poco. En la comida el primer plato era asadurilla y nunca me había gustado, la odiaba. Me decidí a probarla y ¡madre mía! que delicia para el paladar... y lo mejor es que me tocaron dos pollos en un sorteo que hacían para recaudar dinero. No sabía que hacer con ellos y bien asesorado los dejé allí bien cuidados y a finales de año volvimos Mallavia, Raúl de Juana y yo y dimos buena cuenta de ellos.

P: Has pasado grandes tardes de bolos en Mogro.

R: Sin duda. Uno de mis grandes amigos, Manolo Mora, me llevaba a jugar con José Antonio Saiz ‘El Belga’ que tenía un modo de ver los bolos diferente a los demás. Allí no había amistosos, todo eran desafíos, había que poner toda la carne en el asador jugando contra él.

P: La última. Detrás de tu vida deportiva, a la sombra, hay un montón de gente importante a la que tienes que agradecer muchísimas cosas.

R: Mis padres y mis dos hermanas han sido fundamentales e hicieron todo lo posible para que yo jugara a los bolos. Sin ellos nada hubiera sido igual. Les estaré agradecido toda la vida, porque hicieron muchos sacrificios por mi que no olvidaré jamás. Han vivido mis mejores tardes y las peores, que de todo hubo. Soy muy afortunado por tenerles.

«Quiero agradecer a Cantabria y a sus gentes el trato recibido, que ha sido exquisito»
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