19.04.2024 |
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Dos opciones para la Asobal

La federación española envía a la asamblea, que se reunirá y votará el día trece, dos alternativas para la próxima temporada: una convencional y otra con dos grupos y dos fases

Carlos Lastra, a punto de marcar un gol para su equipo. / ALERTA
Carlos Lastra, a punto de marcar un gol para su equipo. / ALERTA
Dos opciones para la Asobal

El balonmano español dejó deberes por hacer tras aquellas intensas semanas en las que, finalmente, decidió dar por terminada la temporada. Aún quedó por determinar qué modelo de competición tendría la liga Asobal, en la que volverá a estar el Sinfín, el próximo curso. Habrá dos equipos más y desde la Federación se conminó a inventar otra nueva fórmula que dividiera a los equipos en dos grupos que deberán disputar dos fases. Este alternativa se mantiene encima de la mesa pero también lo está la de mantener todo como estaba y organizar un formato liguero convencional. Es algo que, en principio, quedará determinado el próximo sábado día trece.

Ese día se reune la asamblea general de la Federación España de balonmano, que recibirá las dos propuestas que le ha enviado la junta directiva de la misma. Entonces serán votadas y de ahí saldrá una resolución final que permitirá a clubes como el Sinfín saber qué les espera cuando se vuelva a abrir el telón de la competición. Sabrán cómo habrá que competir y contra quiénes pero todavía quedarán muchas incógnitas abiertas como la presencia o no de público en las gradas, algo que sería importante conocer cuanto antes porque las campañas de abonos son fundamentales para cuadrar las cuentas de entidades austeras como la santanderina. Sin embargo, probablemente es algo que tenga que esperar mucho tiempo porque la situación sanitaria cambia continuamente. Decir algo que depende de la crisis sanitaria a casi tres meses vista corre un serio riesgo de resultar precipitado porque la situación cambia muy rápidamente.

La Federación ya presentó a los clubes de la Asobal en la última reunión que mantuvieron la posibilidad de dividir en dos grupos a los 18 equipos que, tras no haber descensos y sí ascensos en el curso recién terminado, formarán la categoría. Éstos se formarían en función de las clasificaciones en el momento de interrumpirse la competición. Se emparejaría así al líder de la máxima categoría (Barcelona) con el segundo recién ascendido (Villa de Aranda); al segundo (Ademar) con el primer recién ascendido (Cisne); al tercero (Logroño) con el último de Asobal (Cangas); al cuarto (Bidasoa) con el penúltimo (Huesca) y, así, sucesivamente.

Esta opción metería al Sinfín en el grupo A. Lo compartiría con el Barça, el Logroño La Rioja, Cuenca, Guadalajara, Nava, Benidorm, Cangas y Villa de Aranda. En el otro, estarían Ademar, Bidasoa, Granollers, Puente Genil, Atlético Valladolid, Puerto Sagunto, Anaitasuna, Huesca y Cisne Los Sauces. En primer lugar, completarían una liguilla cada uno de los grupos a doble partido y, a partir de ahí, los cuatro mejores de cada uno pasarían a una segunda fase en la que pugnarían por el título y las plazas europeas. Mientras, los otros cinco pasarían a luchar por la salvación. De este modo, en un lado quedarían diez equipos y en otro ocho y cada uno arrastraría los resultados cosechados con los equipos con los que coincidiera en esa segunda fase.

Esto ya fue propuesto por la Federación a los clubes de la Asobal, que lo echaron abajo. No gustó y, de hecho, trece de los dieciséis equipos votaron por mantener un calendario convencional en el que todos los equipos se midieran a todos los demás en dos vueltas, tal y como se ha hecho siempre. Es ésta la otra propuesta que la Federación ha trasladado a la asamblea que se reunirá el próximo día trece para tomar una decisión.

Lo cierto es que las posturas se antojaron tan contrarias entre la Federación y la Asobal que incluso rompieron sus relaciones. Esta situación podría acabar reclamando la mediación del Consejo Superior de Deportes porque parecen condenadas a entenderse. Con todo, dentro de la asociación encargada de organizar la máxima categoría del balonmano español tampoco están las posturas completamente unidas, ya que hubo clubes que reclamaron la dimisión del presidente de la Asobal y otros, como el Barça y el Bidasoa, que incluso pretenden que se elimine la exigencia de formar parte de dicha asociación para poder participar en la liga.

Dentro de los molestos también está el Logroño La Rioja. Sobre todo, porque se siente perjudicado por el hecho de que se tome como referencia la clasificación en el momento de interrumpirse la temporada para dar forma a los grupos propuestos y no la de la primera vuelta, que fue, de hecho, la que se tuvo en cuenta para repartir las plazas europeas. Hacerlo tal y como está previsto les metería en el grupo del Barça y eso consideran que les perjudicaría porque es tanta la diferencia entre éste y el resto de equipos que, de partida, son cuatro puntos con los que ya no se puede contar en situaciones normales.

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