El Ingreso Mínimo fue anunciado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias como el gran «escudo social» frente a la pandemia. El bálsamo que iba a evitar que «nadie quedase en el camino». 

Pero parece que no acaba de llegar a una gran parte de los cántabros. Según datos del Gobierno de Cantabria, de más de 8.500 solitantes en la región, 1.500 han sido rechazadas y más de 5.300 siguen sin respuesta. 

El diputado del PP, Diego Movellán molesto por esta situación, critica que "se está jugando con las expectativas de miles de cántabros que se encuentran en una verdadera situación de vulnerabilidad” y que esta medida "estrella" del Gobierno de España se ha convertido en un "estrepitoso fracaso" en Cantabria.

Por su parte, Elena Castillo asevera que  “la situación en Cantabria se va agravando por días y cada vez hay más personas con necesidades básicas que no llegan a fin de mes y que están desesperadas porque tampoco cuentan con la ayuda del Gobierno de España”. “Tanto PSOE como Podemos son especialistas en el autobombo y el anuncio de medidas estrella que después se quedan en nada”, sentencia Castillo. 

La regulación de alquiler, la prorroga para impedir desahucios y la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital, así como la incorporación de mejoras de la prestación, han sido los principales pulsos que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha echado y ganado en el Gobierno en las últimas semanas.