Cantabria ya no registra incendios forestales con la llegada de la lluvia, tras sufrir una oleada de 106 fuegos provocados en solo 48 horas, avivados por el fuerte viento sur que ha soplado este fin de semana en la región.

Desde las 19:00 horas de ayer sábado se han contabilizado 35 incendios en los montes de la región, y en lo que va de febrero se han registrado 190.

En las tareas de extinción han intervenido cuadrillas de tierra de la Dirección General de Biodiversidad, que han contado con el apoyo de las BRIF y los dos helicópteros del 112, el Maya Dama y el Delta Romero, que entre el sábado y el domingo han descargado 62.200 litros de agua en diferentes focos.

Cantabria mantiene activado el nivel 2 de alerta en 10 de las 13 comarcas forestales (Liébana norte, Nansa, Cabuérniga, Campoo, Besaya, Pas, Pisueña, Asón, Costera Oriental y Costera Occidental).

En las últimas horas el Gobierno ha advertido de situaciones de riesgo por la cercanía a viviendas de algunos incendios.

Durante la mañana los más preocupantes se localizaban en La Busta, en Alfoz de Lloredo, que requirió la intervención del helicóptero Maya Dama del 112; Lamiña, en Ruente, donde las cuadrillas contaron con el apoyo de la brigadas de refuerzo de incendios forestales con sus medios aéreos; y Vejorís, en Santiurde de Toranzo, a donde acudió el helicóptero Delta Romero del 112.

A primera hora entrañaban riesgo los fuegos provocados en la zona de la central hidroeléctrica de Vega de Liébana y en la localidad de Saja, en Los Tojos.

También durante la noche el fuego se ha acercado a una estabulación ganadera en Cabuérniga, y a viviendas de Ruente y Alfoz de Lloredo, aunque finalmente no se registró ninguna incidencia.

El Gobierno sigue pidiendo la máxima colaboración ciudadana para evitar prácticas de riesgo, ya que la quema está prohibida en toda la región, y para facilitar al 112, agentes del medio natural o Guardia Civil cualquier información que pueda ayudar a identificar a los causantes de incendios.