18.04.2024 |
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BOXEO

El día que tenía que haber sido

  • Para hoy estaba previsto el asalto de sergio garcía a su quinto Campeonato de Europa  
  • Se conformará con, por lo menos, salir a correr por vez primera en siete semanas  
  • La vuelta del boxeo será incluso más complicada que en otros deportes
Sergio García, durante su combate ante Cheeseman en Londres en el que logró su segundo título.
Sergio García, durante su combate ante Cheeseman en Londres en el que logró su segundo título.
El día que tenía que haber sido

Hoy tendría que haber sido un gran día para Sergio García. Otro día de fiesta en Cantabria y un nuevo motivo de orgullo para Torrelavega. Había una cita en el Vicente Trueba que debía haber servido para aumentar aún más el alcance de la figura del boxeador torrelaveguense. Tenía ante sí la oportunidad de conseguir su quinto Campeonato de Europa y, de esta manera, subir un nuevo escalón en el que ya empiezan a aparecer sólo los nombres más ilustres de la historia del boxeo español. Sin embargo, habrá que esperar. La pandemia lo ha paralizado todo y todo es una incógnita en el mundo del boxeo. En el Reino Unido se han lanzado a poner unas fechas de retorno a la actividad pero todo suena precipitado cuando el enemigo es tan desconocido.

Maravillabox, la promotora de Sergio García, tenía reservado el Vicente Trueba para la noche de hoy, día dos de mayo. Confiaban en que, aprovechando el puente festivo, pudiera acercarse a Cantabria un buen número de seguidores de otros territorios para ver en directo al campeón continental. Más aún, teniendo en cuenta que en su hoja de ruta inmediata estaba dar el salto hacia la lucha por el título mundial. La WBC había ordenado una eliminatoria mundialista contra Erickson Lubin pero eso está más parado todavía. Hoy debía haber sido un gran día pero todo está en estado de espera.

Para ‘El Niño’, las consecuencias de la pandemia le han llegado, como se ve, en un momento importante para su trayectoria profesional. Si todo hubiera salido bien, podría haber dado un salto igual o más grande al que diera en aquella histórica noche en Barcelona en la que se midió a Chaca. Sin embargo, todo ha quedado en suspenso. Al menos, se consuela con la certeza de que está pudiendo dormir cada noche con el cinturón y que, en cuanto se retome la competición, disponer de éste será una garantía para, por lo menos, asegurarse buenos combates y mejores bolsas. Dentro de la inoportunidad, también ha habido una cierta dosis de oportunismo.

La fecha del dos de mayo estaba cogida pero lo que todavía no estaba cerrado era el rival. La EBU tenía inscrito como aspirante oficial al francés Dylan Charrat, pero éste no sólo no acudió a la subasta que se celebró en su día en Roma, sino que ni siquiera había firmado los contratos. Se enviaron una vez y no hubo respuesta. Parecía complicado que fuera a aceptar y por eso Maravillabox, la promotora del campeón, estaba preparando alternativas. Es cierto que hoy iba a haber peleado Sergio García, pero no se sabe contra quién.

Lo que también era seguro era que la promotora, junto con el gimnasio Kronk donde se hizo boxeador el campeón torrelaveguense, estaba dispuesto a preparar otro gran menú para que la fiesta fuera completa en el Vicente Trueba. Las dos últimas veladas que ha organizado han tenido también sendos puñados de combates profesionales a los que respondió la afición con llenos en el pabellón. Han demostrado que merecía la pena el esfuerzo y querían aprovechar el momento para seguir esta dinámica. El mismo aficionado era consciente de que contar en su pueblo o en su comunidad autónoma con un boxeador de la talla de Sergio García que, por ahora, es cuatro veces campeón de Europa, es todo un privilegio que hay que aprovechar porque es difícil adivinar cuándo volverá a salir una figura así. Y es necesaria para disfrutar de este tipo de veladas.

Tanto al boxeador, como a su equipo y a sus aficionados les queda consolarse con la esperanza de poder disfrutar con lo que podrían haber disfrutado hoy de no haber sido por una pandemia que tantas vidas se ha llevado por delante. Lo malo es que la espera quizá tenga que ser superior a la de otros deportes porque una velada como la que exige la celebración de un Campeonato de Europa no se puede celebrar sin público en España. La televisión apenas aportan nada y todos los ingresos para pagar a todos los boxeadores y los demás gastos de organización recaen sobre la taquilla. Por esa razón, será difícil disfrutar del boxeo mientras no se recupere la posibilidad de acudir acontecimientos deportivos.

A lo largo de todo el confinamiento, Sergio García ha intentado mantenerse en forma a partir de las tareas diarias que le mandaba su entrenador Víctor Iglesias. Su casa cuenta con un pequeño terreno en el que, al menos, ha podido salir a estirar músculos y correr en la medida de lo posible. Hoy mismo podrá superar un nuevo episodio porque ya podrá abandonar su casa para salir a correr al exterior. No podrá boxear, pero sí correr. Realizar buenas marchas de carrera continua le permitirá, por lo menos, ampliar las posibilidades en su preparación. Para poder volver al gimnasio, tendrá que esperar un poco más, pero no demasiado porque entra dentro de la segunda fase. Hay que ir poco a poco. No queda otro remedio. Mientras, se puede soñar con la noche que podría haberse vivido hoy en el Vicente Trueba.

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