El Gobierno cántabro tiene preparado un paquete de medidas restrictivas que se ejecutará si la incidencia acumulada en catorce días de la covid supera los 500 casos por 100.000 habitantes y se rebasa el 40 por ciento de ocupación en las unidades de cuidados intensivos.

De momento, la incidencia acumulada es de 359 casos en la comunidad autónoma y un 23 por ciento de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por enfermos de coronavirus.

En el caso de superar esos umbrales, se restringirían aún más las reuniones, se endurecerían las medidas que afectan a la hostelería y al comercio, se suspendería la actividad presencial en algunas instalaciones deportivas y formativas y se cerrarían perimetralmente los municipios de más de 5.000 habitantes más afectados.

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha anunciado estas medidas para que la ciudadanía sepa en "qué rangos" se va a mover la Dirección General de Salud Pública para tomar decisiones, durante la rueda de prensa semanal para informar de la evolución de la pandemia.

"Así la gente sabe a qué atenerse y porque contener la infección por covid-19 está en nuestras manos", ha afirmado.

Rodríguez, que ha estado acompañado por el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, ha señalado que la situación en Cantabria "no es buena", aunque "tiende a la estabilización".

Y ha advertido del incremento "considerable" de casos de coronavirus de la cepa británica en las muestras aleatorias que está realizando la comunidad autónoma, que suponen el 19 por ciento del total de los analizados.

Wallmann ha precisado que, pese a que estos análisis no pueden confirmar de forma definitiva que se trate de esta variante, existe "una probabilidad altísima" de que lo sean.

Cantabria ha detectado 1.012 casos en la última semana, un 11 % más que la pasada, aunque el ritmo de crecimiento ha bajado a ese porcentaje desde el 31 por ciento de la semana anterior.

Así, se aprecia una ralentización en los contagios, según ha afirmado Wallmann, quien cree que "la población se está tomando más en serio las medidas".

Además, la positividad de las pruebas se sitúa en torno al 9,2 % y hay 186 hospitalizados, 25 de ellos en la UCI, lo que supone "una situación bastante mejor que en otras comunidades", ha dicho el responsable de Salud Pública.

Eso sí, ha señalado que la ocupación de las UCI está fluctuando y en estos momentos Cantabria, con un 25 %, está a dos puntos de pasar del nivel tres al cuatro, lo que ya había ocurrido en los dos últimos días.

"Si seguimos con la tendencia actual, vamos a estar por debajo de los 500 por 100.000 en siete días, a no ser que nos demos algún susto", ha incidido, añadiendo que "la situación es estable, pero no nos podemos confiar".

Rodríguez ha agregado que es "muy difícil" hacer predicciones a siete días porque los brotes pueden cambiar la situación.

Tras ser cuestionado por si Cantabria se encuentra en el pico de esta oleada, Wallmann ha dicho que no se puede saber. "Lo que sí sé es que la hospitalización, en el mejor de los casos, va a sufrir todavía el escenario de alta ocupación", ha añadido.

LA CEPA BRITÁNICA

En la actualidad, un 85 % de la variante británica presente en la comunidad se concentra en quince brotes. De los 964 casos cribados aleatoriamente para saber si se trata de esta cepa, 142 han sido "positivos o de alta sospecha".

Pese a que en la semana actual "todavía hay pocas muestras analizadas", Wallmann ha señalado que la incidencia de esta variante se sitúa en un 19 %.

EL TOQUE DE QUEDA

De cara a esta tarde, cuando el Consejo Interterritorial de Salud abordará la posibilidad de adelantar el toque de queda, Rodríguez ha explicado que Cantabria es partidaria de que las comunidades tengan la posibilidad de adelantarlo. "Si el Estado da la posibilidad, se valorará", ha avanzado.

De momento, los técnicos de Sanidad no han decidido si Cantabria adelantaría la hora, y por ello se ha limitado a confeccionar este paquete, que sí se enmarca en sus competencias, ha apostillado.