El BBVA ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para 2021 en todas las comunidades, que en el caso de Cantabria repuntará un 5,3%, por debajo de la media nacional del 5,5%, mientras que para 2022 prevé que la región crezca un 6%, también menos que la media española del 7%.

Para 2020, el Observatorio Regional del primer trimestre del BBVA, dado a conocer ayer viernes, ha mejorado las previsiones de todas las regiones españolas para 2020, que en el caso de Cantabria estima que el PIB caerá un 0,6 % menos de los previsto inicialmente, hasta el 9,6 %. Esta caída será menor que la media nacional que se situará en el 11%. El banco explica esta revisión a la baja para 2021 porque el deterioro de los indicadores sanitarios y las medidas de distanciamiento social establecidas en España y Europa debilitan la leve recuperación del turismo observada durante el verano y desaceleran el avance del consumo. Además, estima que una vacunación rápida, efectiva y masiva, que permita relajar las restricciones a la actividad económica y la movilidad, junto al impacto de los recursos ligados a los fondos europeos (Next Generation) y la política fiscal expansiva favorecerán, a partir de la segunda mitad de 2021, el aumento de las inversiones y el consumo, así como la recuperación del turismo. Esto facilitará una aceleración de la actividad, en particular en el siguiente año, por lo que se espera para 2022 un crecimiento de la economía española del 7%. Sin embargo, el banco advierte de que el escenario de recuperación previsto para los próximos trimestres podría verse afectado por diversos factores de incertidumbre.

Considera que el principal riesgo es el sanitario, ya que continúa la tendencia al alza de contagios, que en la mayoría de comunidades repuntan en enero respecto a diciembre. A lo anterior se añaden riesgos de posibles problemas de solvencia, que harán necesarias medidas para contener la deuda, reestructurarla y evitar el endeudamiento excesivo, si no se consigue una rápida reactivación de la economía.

Para 2020, según el BBVA, la información muestra que todos los componentes de la demanda interna habrían contribuido a la menor caída de la actividad.