La corporación municipal de Cabezón de la Sal ha acordado que las banderas institucionales de los diferentes edificios públicos ondeen a media asta mientras dure el Estado de Alarma, con motivo de la pandemia del coronavirus. La decisión, que se ha tomado por unanimidad de todos los grupos políticos, se adopta como «muestra de respeto, reconocimiento y afecto» a las personas que están sufriendo especialmente la situación.

En una carta dirigida al vecindario los concejales comienzan indicando que «somos conscientes, más que nunca, de la situación extraordinaria y sin precedentes, que tanto a nivel sanitario como económico, estamos viviendo motivado por la pandemia del Coronavirus (COVID-19)».

«Con toda probabilidad, nos hubiera sido complicado imaginarnos que una sociedad como la nuestra, tuviese que cambiar su modo de vida y su rutina del día a día para poder hacer frente a uno de los retos más importantes que pudieran existir, como es poner freno a una crisis sanitaria que afecta sobre manera a nuestros mayores, a personas vulnerables por otras afecciones y a los profesionales de distintos ámbitos que están en primera línea (Sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, protección civil, empleados en servicios de primera necesidad, voluntarios…)», continua.

Alaba la corporación el comportamiento de los vecinos desde el primer momento que se inició el Estado de Alarma «haciendo un ejercicio de responsabilidad, esfuerzo, compromiso y solidaridad», aportando cada uno de los habitantes del término municipal su «granito de arena» para volver a la normalidad.

«Tristemente hay familias que han perdido a alguno de sus seres queridos y que, siendo difícil y dolorosa la pérdida, más lo es hacerlo es circunstancias excepcionales como las que nos encontramos, que hacen imposible una despedida y un adiós desde la cercanía» y por ello, la corporación en nombre de los vecinos quiere «mostrar nuestro pesar y nuestra solidaridad», mientras manda un mensaje a las familias que estáis pasando por estos momentos tan difíciles, «que no estáis solos, aunque no haya palabras de aliento ni abrazos de forma directa, y que nadie quedará en el olvido».

Termina el escrito corporativo transmitiendo su agradamiento por el esfuerzo que están realizando y asegurando que «aunque el camino no sea fácil, vamos a salir de esto y recuperarnos. La cuenta atrás ya ha empezado, para ello estamos trabajando y seguiremos trabajando por el bien de nuestros vecinos».