19.04.2024 |
El tiempo

A 20 centésimas de nada

‘La Pedreñera’ fue ayer la segunda trainera más rápida en el estreno liguero de la ARC 1. / josé ramón
‘La Pedreñera’ fue ayer la segunda trainera más rápida en el estreno liguero de la ARC 1. / josé ramón
A 20 centésimas de nada

Pedreña fue ayer hasta Pasajes, el pueblo de su entrenador, a poner una pica, a conquistar un territorio aún salvaje, enviar un mensaje y a iniciar un camino que quiere que le vuelva a llevar a la máxima categoría en poco más de dos meses. Y es cierto que hizo un poco de todo eso, pero le sobraron veinte centésimas. Ese escaso tiempo que en la práctica no significa nada marcó la frontera entre un inicio perfecto y un inicio ilusionante. La ‘Pedreñera’ estuvo donde se la esperaba, peleando por lo máximo, pero dio al poste. Quizá si hubiera remado conociendo el tiempo de San Pedro, que fue quien se lo llevó todo, habría encontrado quizá la manera de exprimir al máximo su motor y levantar esa diferencia que, en el fondo, no deja de ser menos de lo que se tarda en pestañear, pero eso es algo que no se puede elegir. Por lo tanto, los cántabros se marcharon sin bandera pero con la tranquilidad de haber salvado un primer día que siempre genera mucho respeto. Más aún, con las incertidumbres que rodean este verano.

Pedreña luchó por arriba y Astillero peleó por abajo. A unos les dio el sol en la cara y a los otros se les hizo de noche de pronto por culpa de unos nubarrones que le impidieron ver por dónde iba. La ‘San José’ sabía que no estaba este verano para grandes historias, pero comenzar la película marcando el peor tiempo sólo aparecía en sus peores pesadillas. Los 36 segundos que le separaron de la ‘Pedreñera’ vinieron a confirmar lo que ya había sucedido en las banderas Bansander y Sotileza. La distancia entre ambos botes ya se conocía pero faltaba por ver cuál era el nivel de los demás. Y se confirmó que el nivel medio de la categoría ha aumentado exponencialmente porque no es usual que haya menos de cuarenta segundos entre el ganador de la regata y el último. La evolución de los entrenados por Javi Pérez va a tener que ser muy rápida si quieren salvar el cuello.

En medio de ellos dos se situó Camargo. Retomó su biografía en la ARC 1 en el mismo lugar en el que acabó el curso pasado. Entonces, se pasó el verano jugueteando en la frontera entre la segunda y la tercera tanda y el próximo domingo retomará la competición en la segunda al marcar ayer un octavo mejor tiempo que durante la mitad de la regata le mantuvo entre un pelotón muy amplio, pero después fue perdiendo terreno. Lo bueno es que la de ayer fue la única contrarreloj que presenta el calendario y ya no tendrá que remar prácticamente a ciegas como tuvo que hacer ayer. La ‘Virgen del Carmen’ fue la segunda en ponerse en acción y sólo contó con las referencias que dejaba Pedreña, que compite en una liga que no es la suya.

Pedreña fue la primera en salir. Lo hizo con ganas de dejar las cosas claras desde un principio pero con especial cuidado de no precipitarse y de controlar el ímpetu por dejar decidida la competición en la primera regata. Eso no sucede en remo. Y creía que iba a buen ritmo cuando completó la primera ciaboga de la temporada en casi cuatro minutos. Cuando poco después pasó Camargo, éste había empleado dos segundos más, pero la luz de alarma de ‘cuidado, aquí hay gente que rema mucho y bien’, se encendió cuando llegó Getaria, que fue el tercero en salir. Mejoró el tiempo de los trasmeranos en dos segundos, lo que, en el fondo, le vino bien. Incluso el mejor maratoniano necesita de una liebre para dar lo mejor de sí. Remar solo es muy duro y más aún si no hay una referencia pitando al oído.

Los tiempos del equipo marrón se mantuvieron en todo momento ahí. No se vinieron abajo. Con una tripulación tremendamente joven, los getariatarras ya habían terminado muy bien el curso pasado enseñando una evolución para enmarcar a la que, al parecer, han dado continuidad, ya que cuando cruzaron la meta sólo habían sido dos segundos peores que Pedreña, lo que quiere decir que apenas se quedaron a tres de la bandera.

San Juan no bailó con Pedreña, sino con Camargo, cuyos tiempos se fueron alejando de los de rosa en la segunda mitad de la prueba. Ni a eso llegaba Astillero, el tercero en salir ayer y que, cuando acabó el trabajo, vio que estaba lejos de todo el mundo. Era consciente de que su guerra este año iba a ser con Getxo y con Zumaia pero ayer ambos dieron primero. Y va a haber que dejar a los dos atrás porque en este verano diferente a todos bajan dos de manera directa.

También los grandes rivales que Pedreña tenía subrayados en rojo partían en la segunda tanda. Tenía apuntados los nombres de Arkote, Deusto y San Pedro, que fueron los tres más rápidos de dicho acto. Los de morado, que contaban con el aliciente extra de remar en casa, algo que tendrán muy pocos este año, salieron en moto bajando de los cuatro minutos en el primer giro. Llegaron a contar hasta con tres segundos de renta respecto a la referencia que habían dejado los patroneados por Cristian Garma, lo que les dio unas alas que estuvieron a punto de pagar, ya que en los dos últimos largos fueron viendo cómo las referencias que mantenían con Pedreña se iban reduciendo. El GPS quemaba. Temían que se les hiciera la prueba demasiado larga porque el reloj se iba acercando a cero, pero finalmente se quedó en esas veinte centésimas que ayer impidieron rematar una buena tarde para los intereses de la trainera negra, que, aún así, volvió a casa con una sonrisa socarrona en su proa.

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