23.04.2024 |
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La industria del cine en Torrelavega, un referente cultural perdido en el tiempo

Hasta cinco cines y varios teatros llegó a tener la ciudad hasta los años 90, pero durante los últimos 25 años, el gobierno local y la sociedad en general ha ido olvidando este patrimonio cultural que hacía que la capital del Besaya vibrara de vitalidad

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Estado actual de la entrada a los antiguos cine Pereda en Torrelavega. / ALERTA
Estado actual de la entrada a los antiguos cines Pereda en Torrelavega. / ALERTA
La industria del cine en Torrelavega, un referente cultural perdido en el tiempo

A raíz del pregón del pasado viernes, que dio inicio a las fiestas de la Virgen Grande de Torrelavega, ofrecido por el conocido actor torrelaveguense Antonio Resines, vuelve a la mente de sus habitantes el deseo de recuperar los espacios de cine que antaño tenía la ciudad.

En su discurso, el actor lanzó un órdago al actual alcalde de la ciudad, para que trabajase en crear para sus vecinos nuevos espacios de cine o salas donde poder ver las películas de hoy y de ayer.

En una ciudad como Torrelavega, el cine siempre estuvo muy presente, o al menos en el pasado, antes de que la política local olvidara este bien tan preciado que educa de alguna manera a la sociedad, para centrarse en otros sectores como el turismo o la gastronomía, dejando a la ciudad coja y con pocas posibilidades de prosperar, como actualmente, por desgracia, estamos viviendo. No queda a penas industria, el turismo es escaso y la cultura ahora también pende de un hilo.

CINE ARLEQUIN
CINE ARLEQUIN

En cambio en la ciudad de 1880, era otra historia. Torrelavega ya recoge en su efeméride la existencia de un teatro, el Teatro Urbina.  Más tarde sería el Garaje Escudero. En 1890 consta también el Teatro de la Villa, y en 1905, se construyó el Teatro Principal donde proyectaban películas de la época. Existió también según se recoge en la hemeroteca de la ciudad, un primer cine mudo oficial que se estableció en Torrelavega. Pero Fue en el año 1911 cuando se instaló su sala de cine en en la avenida Menéndez y Pelayo, que alcanzó tal fama que durante muchos años su recuerdo y vivencias se mantuvieron en la memoria de muchos torrelaveguenses hasta que llegó el cine sonoro.

CINE CONCHA ESPINA
CINE CONCHA ESPINA

En Torrelavega, muchos recordarán aún el Cine Avenida, junto a Feve. Se inauguró el 31 de mayo de 1945 con la película ‘El Mago de Oz’ y cerró en 1970 con la película ‘Lilí Marlen’. O el Cine Coliseum Garcilaso (1945-1972), en la calle Ruiz Tagle, hoy desaparecido. Unos años más tarde se abrió el Cine Concha Espina (1959-1990), hoy reconvertido en Teatro Municipal, y espacio cultural de primer nivel de las artes escénicas para Torrelavega, uno de los pocos lugares donde crear y disfrutar de la cultura.

Después abriría el Cine Pereda, en la calle del mismo nombre, (1983-2001), cerrado tras un incendio. La película de inauguración fue ‘El Señor de las Bestias’.

CINE PEREDA
CINE PEREDA

Cuando las salas de cine se defendieron haciéndose más pequeñas, irrumpieron en la calle José Posada Herrera, junto a Cuatro Caminos, los minicines Arlequín (1981), que durante años fue el punto de encuentro de los torrelaveguenses.

Más recientemente, en Sierrapando, se intentó promover el autocine, sin mucho éxito. Paulatinamente, todas estas salas han ido desapareciendo, para desgracia de los torrelaveguenses y el público en general.

Autocine en Sierrapando
Autocine en Sierrapando

La crisis del cine.  Teatro-Cine Principal, Salón Royal, Salón Olimpia, Gran Cinema, Cinema Solvay, Cine Avenida, Coliseum Garcilaso, Ideal Cinema, Concha Espina, Arlequín, Pereda, Filmoteca y cine de la Casa de Cultura, salvo el último, todos ya desaparecidos.

Es sabido que las salas de cine llevan años encadenando una crisis detrás de otra y tan solo existen ahora los grandes centros comerciales en el extrarradio de las ciudades. Estos grandes almacenes también han sufrido en los últimos años, la crisis sanitaria del Covid, que ha impactado muy negativamente en estos espacios culturales, aunque parece que vuelven a resurgir.

Seguramente serán varias las causas que han trascendido en la desaparición de las salas de cine. El crecimiento de las urbes, las crisis económicas, las plataformas digitales que ofrecen multitud de películas y series para ver en pantallas de televisión cada vez más grandes y el cambio en las costumbres sociales se han venido dando el relevo a los pequeños locales.

A pesar del éxito en Torrelavega de esta industria del cine, la crisis  también llegó a la ciudad. Y es sorprendente como ha pasado de tener cinco cines y varios teatros, a lo que ofrece hoy en día la ciudad.

Lo cierto es que hoy en Torrelavega, una ciudad con más de 50.000 habitantes, solo es posible ir al cine en una sala, la de la Casa de la Cultura, en la Avenida de España, dependiente de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria. Los jueves se proyectan en esta sala películas de la Filmoteca de Cantabria, con cintas de interés cultural, más bien ajenas a los circuitos comerciales. Los fines de semana, viernes, sábados y domingos, se exhiben películas más comerciales, habitualmente en tres sesiones cada uno de estos días.

Cuando se habla en redes sociales de los cines de antaño, casi todos los mensajes son de añoranza, de recuerdos apreciados y de mensajes reivindicativos, y casi todos piden la vuelta de estos espacios culturales.

Se echa en falta una política cultural con empuje para recuperar la industria del cine tan importante en el pasado.

La historia de los cines en un libro de José Ramón Saiz 

Para los amantes del cine y la historia de Torrelavega, en las librerías encontrarán la obra del escritor José Ramón Saiz, ‘Torrelavega, historia de sus cines’. En ella se presenta la historia de los cines de la ciudad desde que en los inicios del siglo XX sentaron cátedra en la comarca del Besaya.

Publicado en diciembre del año pasado, el libro presenta en 250 páginas la historia de los cines y muy concretamente en Torrelavega, con el italiano Vaccari que instaló el primer cinematógrafo al aire libre en la actual Avenida Menéndez Pelayo, cerca de la estación de Feve. La obra dedica especial interés a los cines más importantes como los que existieron entre 1945 y 1990, en concreto, los cines Avenida, Garcilaso, Concha Espina, sin olvidar el Principal que fue construido en 1905 por un grupo de empresarios torrelaveguenses. También existe una amplia crónica sobre el Cinema Solvay y el Cine-Club Besaya, dirigido por el catedrático y cinéfilo, César Rosino.

La historia de los cines de José Ramón Saiz va acompañada de programas sobre las películas de estreno en una etapa de Torrelavega en la que el ocio se centraba precisamente en asistir a las sesiones de 4,30, 7,30 y 10,30 de los cines.

Saiz recoge también en el libro una serie de biografías importantes relacionadas con el cine, desde la de Jesús Movellán Varela (Jack Castelló), nacido en Sierrapando en 1901, y que en los años veinte triunfó como gran actor en Hollywood, la, siendo uno de los actores en el primer largometraje sonoro producido en España en 1929, titulado El misterio de la Puerta del Sol.

También destacan las biografías de Julio Núñez, Antonio Fernández Resines, Manuel Gutiérrez Aragón, Américo Gutiérrez, Pedro Telechea y Pilar Ruiz Gutiérrez. También se recoge otros datos de interés, como los nombres de las taquilleras y acomodadores, grandes películas de estreno, etcétera.

Entre otras biografías, con fotografía incluida, destacada la del famoso encargado de proyecciones del Principal, Demetrio (Metrio) Martínez Rodríguez (Castañeda, 1901-Torrelavega, 1965). Durante muchos años, Demetrio Martínez vivió en la calle Julián Ceballos, en el edificio conocido por la Casa del Pueblo, donde nació el actor Antonio Fernández Resines, y que hoy reivindica a políticos y representantes públicos que vuelvan los cines a la ciudad.

 Una pantalla móvil por barrios, la última iniciativa del Ayuntamiento

CINE POR BARRIOS. Una de las proyecciones de barrio de este verano. / alerta
CINE POR BARRIOS. Una de las proyecciones de barrio de este verano. / ALERTA

El salón de actos de la Casa de Cultura de Torrelavega, es utilizado, también como sala de cine, está situado en la planta baja del edificio, con entrada por la avenida de España y tiene un aforo para 120 personas.

Está acondicionado con pantalla para proyecciones de cine, vídeo, DVD y ordenador. Su uso es múltiple como sala de conferencias, conciertos, recitales y teatro. Eso era todo lo que ofrecía la ciudad, hasta el pasado mes de mayo, cuando las concejalías de Cultura y Participación Ciudadana, presentaron el proyecto ‘el cine por barrios’, una iniciativa que se está desarrollando este verano por los diferentes barrios y pueblos del municipio de Torrelavega.

Según explicaron en su momento sus titulares, el programa tiene como objetivo «descentralizar la cultura llevándola a barrios y facilitar así el acceso a toda la ciudadanía», a través de una pantalla móvil y con sesiones infantiles y para adultos. Eso sí, de momento sólo es para el verano. Cuando llegue el otoño, tendremos que volver a esperar al fin de semana para disfrutar de una película en la Casa de Cultura de Torrelavega, y que esperamos que no desaparezca en el futuro.

La industria del cine en Torrelavega, un referente cultural perdido en el tiempo
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