MURCIA, 14 (EUROPA PRESS)

El hombre con una enfermedad mental acusado de matar a su padre en Murcia en 2020 ha admitido los hechos, lo ha achacado a un brote ocasionado por su patología y ha afirmado que "no vio otra salida", a pesar de que era consciente de que iba a ir a la cárcel por hacerlo.

"Yo sabía que era un mal para todos y que iría a la cárcel", tal y como ha reconocido el acusado, quien recuerda que había llegado a comentar a su padre que estaba en un grado de tal agresividad que pensaba, incluso, que iba a poder agredir a "cualquiera que me cruzara por la calle".

Así lo ha hecho saber el acusado durante su declaración en la primera sesión del juicio que ha comenzado este martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Murcia y que se celebra con Jurado Popular.

Ha reconocido que por aquel entonces amenazaba mucho a los vecinos y a sus propios padres y tenía especial sensibilidad a los ruidos, que le ponían en un estado de "alerta". Ha señalado que, al día siguiente, pensó que su padre no quería que él evolucionara. "Me vi entre la espada y la pared", ha señalado.

Al verse "acorralado", ha afirmado que se planteó que eso tenía que tener una salida "sí o sí". En ese momento, afirma que él perdió el "sentido de la realidad". Ese mismo día compró una pistola de gas. Lo ha achacado a un brote de su enfermedad, parecido a otro que sufrió en 2016 pero "mucho más grave".

Consciente de que su padre iba a sacar a su perra temprano, se presentó en casa de sus padres. Cuando su progenitor bajó las escaleras, ha reconocido que él "como que salió de su cuerpo" y lo agredió mortalmente. Ha reconocido que, en ese momento, sufrió una "explosión de rabia" y estaba "lleno de ira".

Ha recordado que también amenazaba con cierta frecuencia a su madre y a su hermana. "A mi madre un poco menos que a mi padre", tal y como ha señalado, porque cree que su progenitora estaba "un poco más alejada de la psiquiatría".

Ha afirmado que ahora se encuentra "mucho mejor" de su enfermedad y ha admitido que está medicado con antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos. "Ahora estoy estable, pienso de otra forma; todo ha cambiado mucho", según ha señalado.

En este sentido, ha señalado que sus reacciones agresivas y defensivas arrancan del bullying sufrido en su etapa de estudiantes. Ha recordado que su medicación fue muy alta al principio y luego, al abandonarla, se le "transformó la personalidad" y adoptó ese "tipo de conductas", siendo "temerario, agresivo y provocador".

Cabe recordar que el Fiscal sostiene que no procede imponer al acusado ninguna pena, pero sí su internamiento durante no más de 20 años en un establecimiento adecuado a la enfermedad que padece al considerar que es autor de un delito de asesinato y dos delitos continuados de amenazas.