Un hombre de 40 años ha sido detenido en Manacor (Mallorca) acusado de un delito de lesiones después haber ido a trabajar con síntomas de la COVID-19 y a la espera del resultado de una PCR, y, por ello, acabar contagiando a 22 personas tanto de manera directa como indirecta, según reportan diversos medios.

El detenido, que trabajaba en una tienda de alimentos de cara al público, empezó a notar a finales del mes de enero síntomas compatibles con la enfermedad COVID-19, momento en el que apareció la preocupación entre sus compañeros, pues el hombre no quería marcharse a su casa.

Tras acabar su jornada laboral, el hombre se hizo una prueba PCR. Sin embargo, el detenido hizo caso omiso a las normas del Ministerio de Sanidad y fue a su gimnasio habitual y, al día siguiente, a su trabajo. Allí, su superior le ordenó que se fuese a casa, instrucción que él ignoró.

No solo no se marchó a su casa, sino que el detenido se paseó por todo el local con la mascarilla bajada diciendo “os voy a contagiar a todos del coronavirus” mientras tosía fuertemente, según relataban sus compañeros. Al finalizar ese día laboral, fue comunicado de su positivo en la prueba del día anterior.

3 bebés entre los contagiados

Todos los trabajadores del establecimiento se sometieron a la prueba PCR y 5 de ellos dieron positivo, que a su vez contagiaron a otros familiares, entre ellos, a 3 bebés de un año. Asimismo, en el gimnasio se contagiaron 3 personas de manera directa, que también contagiaron a más familiares, lo que dio un total de 22 contagiados en el brote de COVID-19.

La Policía fue alertada de este brote y después de investigar los hechos ha detenido al presunto responsable acusado de un delito de lesiones. Fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial en el día de ayer.