La tranquilidad de Laredo se vio brutalmente interrumpida cuando las llamas se apoderaron de un balcón en un residencial, desencadenando una operación de rescate a contrarreloj. Cuatro vecinos fueron trasladados al hospital de manera preventiva tras inhalar el humo tóxico que inundaba el aire, en un suceso que podría haber terminado en tragedia.

La alarma se disparó minutos antes de las 04:20 horas, cuando el Centro de Atención a Emergencias 112 recibió el temido aviso. La rápida intervención de los bomberos de Castro Urdiales y del 112 fue crucial para contener el fuego, que amenazaba con consumir todo a su paso en el cuarto piso de una torre de seis plantas.

Policía Local y Guardia Civil orquestaron un desalojo completo del inmueble, mientras el miedo y la incertidumbre se apoderaban de los residentes. En una carrera contra el tiempo, los equipos de emergencia lograron sofocar las llamas, revelando el origen del fuego en un balcón repleto de enseres.

Los afectados, dos de ellos moradores de la vivienda siniestrada, mostraban síntomas de inhalación de humo pero, por fortuna, fueron rápidamente dados de alta tras recibir la atención necesaria. Un suspiro de alivio para una comunidad que veía cómo el desastre llamaba a su puerta.

Tras exhaustivas labores de refresco y ventilación, el edificio fue declarado seguro, permitiendo a los vecinos regresar a sus hogares en las primeras horas de la mañana. Sin embargo, el incidente deja un reguero de preguntas sobre la seguridad en las viviendas y la importancia de la prevención de incendios.

A medida que Laredo intenta volver a la normalidad, la investigación sigue en curso para esclarecer las causas detrás de este incendio que pudo haber tenido consecuencias mucho más graves. Una noche de terror que Laredo no olvidará y que pone de manifiesto la heroica labor de los servicios de emergencia y la solidaridad de una comunidad unida frente a la adversidad.