La impactante escena se desarrolla en Santander, alrededor de las seis de la tarde, cuando el sol aún ilumina el horizonte. En la playa de La Maruca, un caballo negro yace entre las rocas, evidenciando heridas en el lomo y las patas. Dos mujeres sostienen su cabeza mientras se despliega un operativo de rescate para sacarlo del agua.

La fotografía captura el momento justo antes de que los Bomberos de Santander intervinieran para salvar al caballo, perteneciente a un centro hípico local. Utilizando un arnés, los bomberos aseguran al animal, mientras los espectadores en la playa no dudan en documentar la inusual escena con sus teléfonos móviles. La operación requiere la participación de siete bomberos y un autotanque con grúa para llevar al caballo a tierra firme.

El rescate no solo implica el esfuerzo de los bomberos, sino también la colaboración de dos patrullas de la Policía Nacional, que refuerzan la seguridad en la zona. El personal veterinario también está presente para tranquilizar al animal antes de su rescate. A medida que avanza la tarde, la noche cae sobre el lugar, marcando el final de la dramática situación.