Pedro N.A. como presunto inductor, Djilali B. y Maamar K. como supuestos asesinos a sueldo, y Jesús M. como intermediario se sentarán a partir de este martes en el banquillo de los acusados por el asesinato del concejal de IU en el Ayuntamiento asturiano de Llanes Javier Ardines.

El juicio por el asesinato cometido el 16 de agosto de 2018, que exigió una laboriosa investigación que se prolongó durante meses para dar con los presuntos responsables, comenzará con el interrogatorio de los cuatro acusados, que afrontan penas individuales de 25 años de prisión, ante un jurado popular.

ARDINES, CONCEJAL Y PATRÓN DE PESCA

Javier Ardines, de 52 años, casado y con dos hijos, compatibilizaba su pasión por la mar como patrón de una embarcación con la política como único concejal de IU en un Gobierno cuatripartito en el Ayuntamiento de Llanes, donde había renunciado a cobrar un sueldo.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y los agentes de la Comandancia de Gijón buscaron las primeras pistas sobre su asesinato en su vertiente política como responsable de las áreas de Pesca, Medio Rural, Playas y Personal.

Según la investigación, para confirmar sus sospechas ocultó su teléfono móvil debajo de una servilleta y se ausentó momentáneamente al baño de un restaurante donde los tres almorzaban para ver si captaba alguna conversación comprometida y cuando esta se produjo empezó a idear la forma de darle un escarmiento.

JESÚS M., EL AMIGO INTERMEDIARIO

Para llevar a cabo su plan, según las investigaciones, Pedro N.A. contactó con su amigo, el acusado Jesús M., a quien le confesó sus intenciones.

Jesús M. no aceptó llevar personalmente el encargo pero, según las investigaciones, le puso en contacto con el argelino Djilali B. y este, tras saber quién era la víctima a través de una fotografía, concertó los pormenores del plan con el cuarto acusado, su compatriota Maamar K.

Sin embargo, la declaración que Jesús M. prestó el 10 de diciembre de 2018 en el cuartel de la Guardia Civil en Bilbao, donde supuestamente se destapaba la trama, ha sido anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) al haber sido efectuada en calidad de testigo y no de investigado.

DJILALI B. Y MAAMAR K., POR 50.000 EUROS

La vida del edil tenía precio: 25.000 euros para cada sicario. Según consta en el sumario, los dos presuntos sicarios recibieron supuestamente esa cantidad y ambos se desplazaron hasta el pequeño pueblo de Belmonte de Pría junto a Pedro N.A. y Jesús M. para estudiar sobre el terreno la forma de llevarlo a la práctica.

Tras un primer intento fallido, el crimen se llevó a cabo el 16 de agosto de 2018, cuando Ardines encontró tres vallas de obra que le obstaculizaban el paso cuando se dirigía al puerto de Llanes, donde iba a iniciar una jornada de pesca como patrón en su embarcación, "El Bramadoira", y, al bajarse de su vehículo para retirarlas, fue golpeado con un bate de béisbol y posteriormente asfixiado.

Después de seis meses de compleja investigación, los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y los agentes de la Comandancia de Gijón dieron por cerrado el caso policialmente con las detenciones de Pedro N.A., Jesús M. y Djilali B., al que se uniría el cuarto implicado, Maamar K., que estaba preso en Suiza por delitos de robo y que fue extraditado a España.