20.04.2024 |
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"Nosotros también queremos tener amigos que no sean Síndrome de Down"

Xabier Solano, joven con Síndrome de Down - XABIER SOLANO
Xabier Solano, joven con Síndrome de Down - XABIER SOLANO
"Nosotros también queremos tener amigos que no sean Síndrome de Down"

   "Hasta los 12-14 años en general no tienen problemas de seguir con los amigos en el cole, en los parques, en el barrio, pero en la adolescencia se produce una separación de intereses, y de golpe y porrazo las amistades se reducen al ámbito del Síndrome de Down", señala.

   Down España calcula que hay entre 30.000 y 35.000 personas con Síndrome de Down en todo el país y las diferencias con las personas que tienen un cromosoma menos son "mínimas", según añade San Segundo.

   Esto lo demuestra Xabier, que como a muchos jóvenes de su edad le gustan los videojuegos, la música o el Capitán América. También le apasiona el baile y forma parte de la compañía de danza contemporánea Uikan Dantza. "Desde que era un niño me gusta bailar, es una manera única de liberar todos los sentimientos que tienes dentro", explica.

   Además, Xabier trabaja en una granja. Se trata de un empleo ocupacional y cobra en género. "Hoy le he traído a la amá dos docenas de huevos, otros días traigo espinacas, tomates, acelgas", comenta. A veces, también acuden grupos de niños de colegios y él les explica lo que hacen allí.

   Xabier, tan pronto enumera los principales dioses del antiguo Egipto, como cuenta que ha cogido un cocodrilo o se ha lanzado en parapente, y tampoco le da vergüenza ponerse delante de una cámara, como ha hecho ahora o como ya hizo hace dos años cuando le escogieron para hacer del "reportero más cañero" y pasó un día entrevistando al cuerpo de Bomberos de Madrid.

   "No me pongo nervioso ante las cámaras sino contento", asegura, aunque, tal y como le dicen sus padres, Rosa y Santi, que han luchado toda su vida para abrir camino, "la fama dura dos segundos". En todo caso, Xabier dice bromeando que si le piden un autógrafo, tampoco lo va a negar.

   Sobre el primer año de pandemia, Xabier cuenta que está "mosqueado" por todo lo que ha ocurrido pero tiene esperanza. "Menos mal que poco a poco nos vamos a librar de todo esto", dice, al tiempo que celebra que dentro de 15 días ya le pondrán la vacuna.

   El presidente de Down España pide a la sociedad más "empatía" y "sensibilidad" para no dejar "al margen" a los jóvenes y adultos con Síndrome de Down. "Establezcamos contacto con ellos, escuchémosles, preocupémonos por ellos", subraya.

AVANCES EDUCATIVOS Y MÉDICOS

   Tras años de concienciación, celebra que las cosas han mejorado en cuanto a educación inclusiva ("casi el 80% están en centros ordinarios"); en el empleo, pues ahora trabajan en ayuntamientos, consejerías, empresas privadas, etcétera; o en aspectos médicos, habiendo mejorando su calidad de vida.

   En declaraciones recogidas por la Fundación Garrigou, el responsable de la Unidad de Pediatría Social del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, el doctor Julián Lirio, afirma que uno de los aspectos en los que se ha mejorado es el "cómo y cuándo dar la noticia a los padres".

   "Estamos más formados y ha habido avances en el diagnóstico. Esto --señala-- tiene sus pros y contras, pues los diagnósticos suelen ser más tempranos en la etapa embrionaria pero a la vez nacen menos niños con trisomía del cromosoma 21".

   Desde el punto de vista médico, el doctor destaca que el principal avance es el desarrollo de unidades específicas para personas con síndrome de Down en diferentes hospitales. "La Unidad del Hospital Niño Jesús de Madrid fue la primera, pero poco a poco se está logrando que más allá de la etapa infantil, cuando estos niños llegan a la edad adulta no se vean abandonados", explica.

   Es el caso del seguimiento que se desarrolla a partir de los 18 años en la Unidad específica de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Princesa.

   El doctor Lirio afirma que en la última década las investigaciones se están desarrollando en diversos ámbitos. Uno de ellos tiene el objetivo de mejorar algunas áreas de las capacidades cognitivas de las personas con síndrome de Down. "Se han hecho pruebas en adultos con un extracto de té verde y ahora se está trabajando en niños entre 6 y 12 años y este año tendremos los resultados", explica.

   Otra de las áreas en investigación es la que abarca el ámbito de la genética, con la finalidad de intentar paliar algunos de los efectos negativos de la existencia de un cromosoma de más en el par 21. "En este campo podrían tener lugar avances relevantes, pero todavía estamos en fase de experimentación y es probable que no veamos los primeros resultados hasta dentro de 10 ó 20 años", apunta.

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