Nunca antes fue tan fácil o, por lo menos más probable, ligar como lo es ahora. El abanico de redes sociales para ligar es lo suficientemente amplio como para que cualquier persona tenga su oportunidad. Sin embargo, la actividad del sexo de pago no solo no disminuye sino que aumenta, las trabajadoras sexuales siguen trabajando como siempre y el rango de edad de los clientes se rejuvenece, ¿por qué? 

Hoy en día abundan las redes sociales o aplicaciones cuyo único objetivo es facilitar las conexiones entre personas que buscan sexo. Existen muchas y para todos los perfiles, por lo que resulta sorprendente que, pudiendo evitar pagar por tener sexo, la estadística diga que un 39% de los varones españoles ha pagado alguna vez. De hecho, España se ha convertido en destino de referencia del turismo sexual colocándose en la primera posición entre los países europeos y en el tercero a nivel mundial. 

Las razones son múltiples, pero quizá la más básica sea la facilidad e inmediatez del sexo de pago. Lo que de momento no pueden conseguir las aplicaciones para ligar es que un hombre tenga sexo casi en el momento en el que le apetece. A pesar de las facilidades, a través de este tipo de aplicaciones se facilita el contacto entre dos personas afines que quieren sexo pero una vez conectados, ambas personas deben esforzarse en trabajar ese vínculo, lo que puede terminar en éxito o en fracaso. Precisamente en el sexo de pago, no solo se elimina la temporalidad sino también la incertidumbre y tan solo es necesario disponer del dinero para pagar los servicios. Éxito asegurado.

No hay ataduras, la única exigencia es el respeto y el decoro. Sin embargo, lo único que existe entre las dos personas es sexo sin ningún tipo de compromiso previo ni posterior. No hay protocolos. Por otro lado, la libertad para probar determinadas prácticas que resultan embarazosas o fuera de lo común, es una de las razones destacadas de los consumidores de prostitución. 

También es un recurso habitual cuando un hombre quiere ser infiel a su pareja. Concretar un encuentro con una escort de Cantabria, es una opción que permite discreción y privacidad, frente a los peligrosos affaires con compañeras de trabajo o desconocidas que (casi) siempre terminan saliendo a la luz.

El sexo de pago se ha adaptado al mercado de los consumidores, ahora las prostitutas se encuentran en la red y la búsqueda no solo es amplia sino segmentada y con garantía de éxito, se podría decir incluso. A través de la red se puede encontrar exactamente lo que se quiere y, para asegurar un encuentro satisfactorio, los hombres pueden consultar las opiniones de otros usuarios con la aplicación de las opiniones online al sexo de pago a través del mayor buscador de chicas de Europa.