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El Diario de Cantabria

CORONAVIRUS ASTURIAS - CANTABRIA

Pueblos limítrofes a Cantabria "partidos en dos" por el cierre perimetral de Asturias

La Guardia Civil de Tráfico realiza un control en la localidad de La Franca. EFE/Juan González/Archivo
La Guardia Civil de Tráfico realiza un control en la localidad de La Franca. EFE/Juan González/Archivo
Pueblos limítrofes a Cantabria "partidos en dos" por el cierre perimetral de Asturias

El cierre perimetral de Asturias, vigente desde la pasada medianoche para tratar de rebajar la incidencia de la segunda ola de la pandemia, ha alterado la vida de los vecinos de algunos pueblos limítrofes con Cantabria o Galicia hasta el punto de que sus alcaldes aseguran que se han visto "partidos en dos".

Es el caso de Ribadedeva, en el límite con Cantabria y donde la vida social, comercial y laboral está muy ligada a la comunidad vecina.

En declaraciones a  , su alcalde, Jesús Bordás, ha puesto como ejemplo el de una mueblería de la parroquia asturiana de Colombres que tiene al 80 por ciento de sus clientes en Cantabria o a una inmobiliaria de la localidad cántabra de Unquera que tiene parte de su negocio al otro lado del límite autonómico.

Además, los vecinos de Ribadedeva apenas disponen de comercios -"no hay pescadería"- y lo habitual es hacer la compra en Unquera, a tan sólo dos kilómetros.

Bordás ha afirmado que ese límite es una "línea jurídica" que para los vecinos no existe en sus vidas cotidianas, de forma que el cierre perimetral supone "partir por la mitad" el concejo como puede verse en casos concretos de algunas familias.

Relata el regidor la situación de una vecina que tiene que cruzar la frontera para ir a buscar a sus nietos al colegio en la vecina localidad cántabra de Pesúes para cuidarles, mientras su hija, que vive en Unquera, trabaja en Colombres. "Todo un lío", pone de manifiesto el regidor.

Según Bordás, los vecinos asumen la situación "con entereza", pero a la vez "preocupados" por el tiempo que pueda durar el confinamiento, porque "quince días o un mes se aguantan, pero ya se habla de seis meses".

En la misma línea, el alcalde de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández, explica que este concejo del oriente es atravesado por la N-621, que se adentra en territorio cántabro cuando se sale tanto por el norte como por el sur, e insiste en una estrecha relación comercial que lleva a compartir comercios o farmacias con los vecinos de Cantabria.

"El cierre supone que nos dividan nuestro cuerpo en dos", describe de una manera mucho más gráfica el alcalde de Vegadeo, Cesar Álvarez, justo al otro extremo de Asturias, separado de Galicia por la ría del Eo.

Álvarez también menciona a   el caso de muchas familias divididas a ambos lados de la ría, que vecinos de uno y otro lado cruzan con frecuencia por motivos sociales o económicos.

En el concejo vecino de Castropol, su alcalde, Javier Vinjoy, afirma que esta situación requiere un esfuerzo de adaptación muy importante para mucha gente porque entre su concejo y el de Ribadeo, separados sólo por el puente de Todos los Santos sobre la ría del Eo, se comparten espacios como si fuera una misma comarca con "mucho trasiego no sólo el fin de semana, sino todos los días".

Son muchos los vecinos que residen en uno de estos concejos y sin embargo trabajan o estudian a uno u otro lado del límite autonómico por lo que algunos, por ejemplo, tienen que pedir certificados de movilidad para ir a clases de música cuando hace unos días no necesitaban "pasaporte".

El regidor de Castropol ha considerado que vivir en el entorno de la ría del Eo es "un privilegio" que ahora tiene el inconveniente de no poder moverse hacia el municipio vecino con el que existe una gran interrelación.

A este respecto, la Asociación de Comerciantes, Industriales, Servicios y Autónomos de Ribadeo advertía este mismo miércoles del fuerte impacto que cierre perimetral de Asturias, que les aporta el 60 por ciento de la clientela.

En cualquier caso, el alcalde de Castropol ha asegurado que la ciudadanía está concienciada con la necesidad de preservar la salud pública y luchar contra la pandemia, pese a que este concejo, al igual que Vegadeo, tiene una baja incidencia.

En otra zona fronteriza, la que une Asturias con León por el concejo de Lena, la incidencia comercial o social es prácticamente nula al estar separados por la cordillera Cantábrica, que no permite una relación comercial tan cercana como en los concejos costeros.

Sin embargo, su alcaldesa, Gema Álvarez, ha lamentado que las calles y los parques de Pola de Lena, la capital del municipio, estén vacías y con una población "baja de moral".

Por su parte, la Guardia Civil ha instalado ya algunos puntos de control en las carreteras asturianas que han tenido como principal función una labor "didáctica" en las primeras horas del cierre perimetral, en una jornada que se ha saldo con "normalidad".

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