La Consejería de Empleo y Políticas Sociales ha rendido un homenaje a los profesionales de los servicios sociales y la atención a la dependencia con la inauguración de un mural en la fachada del ICASS que simboliza su fortaleza durante la pandemia. El mural es obra de la artista Laura Rodríguez, o Laura Luki, su pseudónimo, que ha elegido la imagen de una leona en un jardín como símbolo de protección, cuidados y fortaleza y la ha representado «al amanecer tras la tormenta», cuando la vacuna ha llegado y ya ha pasado lo peor.

Fue inaugurado por la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Rodríguez, en un sencillo acto al que han asistido representantes del sector de los servicios sociales y la dependencia. Con este mural, ha explicado, el Gobierno de Cantabria quiere rendir homenaje a todo el ámbito de los servicios sociales después de «un año muy duro y que va dejar cicatrices en nuestra memoria», especialmente al personal de las residencias y los centros de atención a la discapacidad. «El personal ha estado muy implicado y lo ha dado todo por y para atender a los mayores. Son personas que han hecho de hijos, de hijas, de nietos, de amigos, han sido un hombro en el que llorar pero también una sonrisa a la que acompañar o dar la mano en los momentos difíciles de despedida», ha afirmado.

Durante este año difícil, ha recordado, se han ido 276 personas mayores y 13 de los centros de discapacidad, y las trabajadores de los centros residenciales les han acompañado en sus últimos momentos.

Pero con el mural también se quiere recordar «el día a día» de la pandemia: del albergue de Solórzano, convertido en un centro para personas sin hogar, de las donaciones y la distribución de equipos de protección en los primeros momentos, del contacto permanente de los trabajadores del ICASS con la residencias. «Es también de lo que nos tenemos que acordar y recordar, la fortaleza de los servicios sociales», ha subrayado. Un año después la situación de los centros es mu distinta porque la vacuna ha supuesto «un antes y un después». «Nos permite tener esperanza y ver la luz al final del túnel pero también es verdad que hay que seguir teniendo prudencia, el virus sigue ahí entre nosotros y tenemos que combatirlo», ha añadido.

La vida cotidiana en las residencias también ha cambiado. «Su día a día es diferente, hay interacción entre ellos. Ya no van al centro covid, no van al hospital y eso te permite tener esa ilusión del día a día, de la vida en definitiva». Según Laura Rodríguez, cuando le ofrecieron este homenaje a los cuidadores pensó no solo en estos tiempos de pandemia, en los que han visto su trabajo triplicado, sino también en el importante papel que juegan en la sociedad, «muchas veces en la sombra». Con la leona ha querido representar la fortaleza y con el jardín, el cuidado, en un amanecer tras la tormenta, sin incluir muchos más elementos que tanto se ven a diario. Ha trabajado en el mural durante cinco días, con la ayuda de otro artista, José Luis Serzo, que ha colaborado en los detalles, más importantes en esta obra a pie de calle que en otros murales que se ven a distancia.