01.05.2024 |
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Descubre estas las joyas arquitectónicas de Cantabria

Las ermitas de Cantabria son mucho más que simples lugares de culto; son testigos de la historia, la tradición y la belleza natural de la región, invitando a los viajeros a sumergirse en su misterio y esplendor

Senda hacia la ermita de Santa Justa. / Alerta
Senda hacia la ermita de Santa Justa. / Alerta
Descubre estas las joyas arquitectónicas de Cantabria

Las ermitas de Cantabria son verdaderas joyas arquitectónicas que no solo albergan un profundo sentido religioso, sino que también ofrecen vistas impresionantes de los paisajes naturales de la región. Estas modestas construcciones se erigen como grandes miradores que invitan a contemplar la belleza de la naturaleza y la historia que las rodea.

Comenzando por la Ermita de Santa Ana en Castro Urdiales, esta estructura se encuentra en un enclave privilegiado, montada casi en equilibrio sobre un peñón frente al rompeolas. Su curioso pórtico adintelado y su planta rectangular, con orígenes que se remontan a época romana, la convierten en un punto de referencia emblemático en la costa cántabra.

Siguiendo el recorrido, nos encontramos con la Ermita de Santa Justa en Santillana del Mar, ubicada en una pequeña aldea cerca de la playa. Construida aprovechando un hueco en el acantilado, esta ermita ofrece una fusión única entre el verde de los prados y el salitre del mar, creando un paisaje impresionante que invita a la reflexión y la contemplación.

La Ermita de la Virgen de la Barquera en San Vicente de la Barquera es otro ejemplo destacado. Situada en un promontorio con vistas magníficas al puerto, esta ermita guarda una leyenda intrigante sobre la aparición de la Virgen a los marineros locales. Sus fiestas en honor a la Virgen son una celebración tradicional que refleja la profunda conexión entre la fe y la vida marítima en la región.

En Comillas, la Ermita de Santa Lucía se alza sobre la playa, ofreciendo una vista privilegiada del puerto y el mar. Su arquitectura sencilla contrasta con el entorno modernista de la ciudad, creando un ambiente de serenidad y contemplación.

La Ermita de la Virgen del Mar en San Román de la Llanilla es un lugar de gran belleza y misticismo. Situada en una isla accesible durante la bajamar, esta ermita es un refugio para las tripulaciones marineras que buscan protección y consuelo en momentos difíciles en el mar.

Por último, la Ermita de San Pedruco en Noja, coronando la Isla de San Pedro, es un símbolo de resistencia frente a los embates del mar. Aunque hoy en día se encuentra en ruinas, esta ermita fue en tiempos pasados el escenario de populares romerías en barco, reflejando la profunda tradición religiosa y marítima de la región.

En resumen, las ermitas de Cantabria son mucho más que simples lugares de culto; son testigos de la historia, la tradición y la belleza natural de la región, invitando a los viajeros a sumergirse en su misterio y esplendor.

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