La Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) encara una edición de recogida de alimentos virtual a causa de la covid-19 con un mensaje que apela a la solidaridad de la sociedad, para que colabore ante una crisis "sin precedentes" y que "no tiene nada que ver" con la de 2008.

Es por ello que esta campaña, que tendrá lugar entre el 16 y el 21 de noviembre (hasta el 22 en las regiones donde abran establecimientos el domingo), la acompañan de un mensaje de "auxilio", para que los ciudadanos no dejen de participar en un momento en el que la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus sitúa bajo el foco la labor de los 54 Bancos de Alimentos que hay en España.

"Tenemos una crisis que ha generado una emergencia sanitaria sin precedentes y en la que cientos de familias se han quedado desamparadas y sin comida", explica a los medios el director general de Fesbal, Miguel Fernández, quien recuerda que, en esta ocasión, la crisis ha afectado a más sectores que en la de 2008.

Los datos que maneja la entidad son desgarradores: 2020 comenzó con un millón de personas asistidas en España, número que ascendió al millón y medio tras la primera ola de coronavirus y que en estas fechas sube ya hasta los 1,8 millones de beneficiarios, de los cuales 350.000 son niños.

En Cantabria "continuamente llega gente" que necesita ayuda y, aunque se notó "un bajón" en agosto por los empleos temporales, "ahora en octubre y noviembre" las entidades sociales con las que colabora el Banco de Alimentos están apreciando un aumento de demanda, señala a los medios Marcela Calle.

"Con las nuevas restricciones sanitarias se nota que hay más petición de ayuda, y hay que tener reservas", añade Calle, del Banco de Alimentos de Cantabria.

El coronavirus ha obligado también a la entidad a reinventarse: el riesgo de contagio le ha llevado a tomar la decisión de desarrollar la que es su gran campaña de recogida anual en formato virtual en vez de ser presencial, por lo que los interesados en ayudar deberán hacerlo por la web (www.granrecogidadealimentos.org), o a través de una donación que se sumará al tique cuando realicen alguna compra en el supermercado.

La campaña se basa así en gran medida en los cajeros de supermercado, que cuando una persona vaya a pagar su compra le preguntará si quiere hacer una donación al Banco de Alimentos, que se incluirá en el tique.

Cada uno aportará lo que quiera y esas cantidades se convertirán en un crédito en ese establecimiento para adquirir después productos.

"Es la primera vez que se va a hacer así y estamos muy ilusionados de que vaya a salir bien", subraya Calle, que recalca que los cajeros son "esenciales" en esta campaña porque en ellos recae la tarea de "motivar" al cliente para colaborar.

Más de 200 supermercados en la región colaboran en esta campaña y el Banco de Alimentos lleva meses trabajando con ellos para incluir en su sistema de cobro los bonos para el donativo.

Además, estos establecimientos ayudarán con la cartelería y publicitando la campaña en sus megafonías.

Es la forma de "hacerlo con la máxima seguridad", subraya Calle, que señala que, aunque no estarán a pie de caja en el supermercado, también se ha pedido ayuda este año a los voluntarios para que sigan dando difusión a la campaña porque "la información es fundamental".