Una encuesta realizada en 14 países revela que España ocupa la posición número 14 en cuanto a sostenibilidad se refiere. Entre los comportamientos más sostenibles de los españoles destacan los buenos hábitos para ahorrar agua y energía y la priorización por reparar productos para que sean más duraderos.

Entre lo que aún queda por aprender está el exceso de ingesta de carne o la mejora de los aislamientos de las viviendas. Este último punto es muy probable que se deba al coste, ya que muchos hogares no pueden asumir el desembolso que esto implica, por lo que hacerlos más asequibles sería un buen punto de partida para la mejora.

Bastantes entidades financieras distintas a los bancos ofrecen créditos al consumo con los que se pueden financiar proyectos sostenibles para la reforma del hogar. Por ejemplo, los préstamos a corto plazo de Wandoo permiten solicitar cantidades pequeñas de dinero que ayudan a sus clientes a impulsar este tipo de acciones.

Gestión de residuos y compra de bienes

Distintas entidades internacionales expertas en consumismo, activismo, administración pública y ámbito académico, entre ellas la Organización de Consumidores española, fueron las encargadas de realizar la encuesta a un grupo seleccionado. En concreto, esta encuesta se realizó a 14.817 ciudadanos de 14 países.

En ella, España ocupa la quinta posición con un 57 sobre 100 después de los alemanes, franceses, eslovenos o austriacos. Los campos de respuesta se centraban en: gestión de residuos, sector servicios, compra de productos, agua y energía, alimentación, movilidad y viajes.

La categoría en la que destaca España es en la gestión de residuos y en la compra de productos y servicios. Un 65% de los entrevistados dejó clara su preferencia por productos duraderos y reparables antes que otros con una vida más corta, aunque fueran más económicos.

Tan solo un 5% de los entrevistados dijo no poner en práctica hábitos domésticos de ahorro de energía y agua y un 9% era el que no se preocupaba en absoluto por lo que consumía. Por su parte, una cuarta parte aseguró que, en cuestiones de movilidad, utilizaban la bicicleta, el transporte público o se desplazaban andando.

Amplio margen de mejora

España flojea en el sector que más afecta a la sostenibilidad: la alimentación. Nada más nada menos que el 37% del total era rotundo en el hecho de no reducir el consumo de productos de origen animal. Los españoles son los europeos que mayor consumo de carne tienen en estos momentos.

Los resultados en vivienda tampoco es que sean muy alentadores, ya que solo un 12% cree que su hogar tiene un aislamiento adecuado, medida imprescindible para ser eficientes energéticamente. En cuanto la intención de reparar productos una vez estropeados, solo un 22% decía que esa era la primera opción al reemplazo.

Aunque, por lo general, la gente sí se considera informada en cuanto a sostenibilidad, una campaña formativa y educativa ayudaría a darle el impuso que se merece de cara al futuro. Otro aspecto que contribuiría a que la población se concienciara más sería hacer de las opciones sostenibles algo más asequible para todos.

El 43% de los entrevistados ve en la compra sostenible un esfuerzo para el bolsillo y esos costes adicionales les hace rechazar la opción en su vida diaria. Solo un tercio piensa lo mismo en materia de movilidad y desplazamientos y un 38% cuando se trata de servicios y productos no alimentarios.