Denunciado un local de ocio nocturno por incumplimiento

Bares de copas de la Plaza de Cañadío en Santander. /ROMÁN G. AGUILERA

La Policía Local de Santander puso varias denuncias en las últimas horas, entre las que destaca un local de ocio nocturno abierto pese a estar prohibido en Cantabria, doce personas por beber alcohol en la calle, una iglesia evangélica por cánticos en tono elevado y tres jóvenes y un hombre por ruidos de sendas fiestas en casa. El establecimiento de ocio nocturno, ubicado en la calle San Fernando, estaba abierto a las 18.15 horas, y el responsable del mismo fue denunciado por incumplir la resolución de la Consejería de Sanidad por la que se suspende la apertura al público de discotecas, salas de fiestas, pubs y whiskerías.

A las 20,30 horas y en la calle La Albericia, los agentes denunciaron al responsable de un local destinado al culto de la Iglesia Evangélica, por molestias de música y cánticos en tono muy elevado, perturbando la convivencia ciudadana.

Ya de madrugada, a la 1.30 horas, sucedió lo propio en una vivienda de la Avenida de Reina Victoria donde, a requerimiento de varios vecinos, se personaron efectivos municipales que denuncian a tres jóvenes por causar molestias de música y voces altas, originadas por la celebración de una fiesta. Y a las 4.15 horas, en la misma calle, fue denunciado el dueño de otra casa por otra fiesta.

La Policía Local de Santander detuvo ayer a dos jóvenes de 18 años y origen magrebí por un supuesto delito de robo con violencia e intimidación. Están acusados de, junto a ocho o diez agresores más, rodear a cinco chicos reunidos de madrugada en el Parque Sotileza de la ciudad para golpearles y robarles. Tras amenazarles con navajas u objetos punzantes, les sustrajeron bolsos, carteras, móviles, relojes y otros objetos personales, huyendo después del lugar corriendo, indica la Policía.