30.04.2024 |
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Comienzan las obras de rehabilitación en el convento de las Clarisas de Santander

El Gobierno de Cantabria ha iniciado la reforma del convento de Las Clarisas en Santander, con un presupuesto de 1,8 millones de euros. Las obras, que durarán un año, buscan convertir el edificio en un espacio cultural y social.

Comienzan las obras de rehabilitación en el convento de las Clarisas de Santander

El Gobierno de Cantabria ha dado inicio a una de las empresas más ambiciosas en materia de patrimonio cultural y revitalización urbana en la región: la reforma del convento de Las Clarisas, situado en la ciudad de Santander. Este proyecto, que ha sido objeto de atención y debate durante años, finalmente ha comenzado a tomar forma con el compromiso firme del actual Ejecutivo de llevarlo a cabo. Con un presupuesto asignado de 1,8 millones de euros y un plazo de ejecución estimado en un año, se espera que esta iniciativa transforme no solo el aspecto físico del antiguo templo, sino también su función en la comunidad.

Las Clarisas, cuyo nombre oficial es Monasterio de Santa Clara, es un edificio emblemático en la capital cántabra. Ubicado en la calle Alta, frente a la sede del Parlamento regional, este convento ha sido testigo de siglos de historia y ha desempeñado diversos roles a lo largo del tiempo. Desde su fundación en el siglo XVII, ha sido un lugar de recogimiento para las monjas clarisas, un centro religioso de importancia en la ciudad y, más recientemente, un punto focal de interés histórico y arquitectónico.

Sin embargo, en las últimas décadas, el convento ha experimentado un declive gradual. El paso del tiempo, la falta de mantenimiento adecuado y los cambios en la sociedad han contribuido a su deterioro. El edificio, que alguna vez fue un símbolo de la fe y la devoción, se ha visto relegado al abandono y la desatención. Esta situación preocupaba a muchos ciudadanos, así como a los responsables políticos y culturales de la región, quienes veían en Las Clarisas un potencial desperdiciado y una oportunidad perdida para revitalizar una parte importante del patrimonio santanderino.

Ante este panorama, el Gobierno de Cantabria asumió el desafío de impulsar la rehabilitación del convento. Tras años de negociaciones, estudios y planificación, finalmente se logró establecer un plan concreto para llevar a cabo la reforma. El compromiso de destinar 1,8 millones de euros para esta empresa y el establecimiento de un plazo de ejecución de un año marcaron un hito importante en el proceso. La noticia de que las obras comenzarían en el primer trimestre de 2024 fue recibida con entusiasmo por parte de la comunidad, que veía en este proyecto una oportunidad única para recuperar y poner en valor un elemento clave de su patrimonio cultural.

El inicio de las obras el pasado 27 de marzo fue un momento significativo para Santander y para Cantabria en su conjunto. La consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia, fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a esta fase crucial del proyecto. Su presencia en el lugar, junto con representantes de diversas instituciones y medios de comunicación, simbolizaba el compromiso del Gobierno regional con la revitalización del convento y con la mejora del entorno urbano en el que se encuentra.

Durante su visita al convento, la consejera Urrutia destacó la importancia de esta iniciativa y subrayó el trabajo realizado para hacerla realidad. En declaraciones a la prensa, resaltó el hecho de que el Gobierno haya logrado "desatascar" el proyecto en tan solo siete meses, después de dos intentos fallidos por parte de administraciones anteriores. Este logro, según Urrutia, es un ejemplo del compromiso del Ejecutivo con la gestión eficiente y responsable de los recursos públicos, así como con la preservación del patrimonio cultural de la región.

El presupuesto asignado para la reforma del convento de Las Clarisas asciende a 1,8 millones de euros, una cifra considerable que refleja la magnitud y la importancia del proyecto. Este presupuesto se distribuye de la siguiente manera: aproximadamente 1.768.114 euros corresponden a los costes de la obra en sí, mientras que casi 55.000 euros están destinados a cubrir los honorarios de la dirección facultativa. Esta distribución de fondos refleja la necesidad de llevar a cabo trabajos de construcción y renovación en el edificio, así como de contar con el asesoramiento técnico necesario para garantizar la calidad y la seguridad de las obras.

Es importante destacar que, gracias a una gestión eficiente y a la optimización de recursos, se ha logrado un ahorro significativo en comparación con el presupuesto inicialmente previsto. Según datos proporcionados por la consejera Urrutia, el Gobierno ha conseguido reducir los costes en casi 300.000 euros, lo que representa un logro importante en un proyecto de esta envergadura. Este ahorro se traduce en una mayor disponibilidad de recursos para otras iniciativas y proyectos en la región, así como en una mayor eficiencia en la gestión de los fondos públicos.

Además del presupuesto asignado para la obra en sí, el Gobierno de Cantabria ha reservado una partida adicional de 70.000 euros para la realización de un concurso de ideas. Este concurso, que se llevará a cabo en el marco de la reforma del convento de Las Clarisas, tiene como objetivo determinar el futuro uso y destino del edificio una vez finalizadas las obras de rehabilitación. Esta iniciativa busca fomentar la participación ciudadana y promover la creatividad y la innovación en la búsqueda de soluciones para la revitalización del espacio.

El hecho de destinar recursos específicos para un concurso de ideas demuestra el compromiso del Gobierno de Cantabria con la participación ciudadana y con la búsqueda de soluciones creativas y sostenibles para los desafíos urbanos. Además, refleja la importancia de involucrar a la comunidad en el proceso de planificación y toma de decisiones, especialmente en proyectos que tienen un impacto significativo en el entorno urbano y en la calidad de vida de los ciudadanos.

En cuanto a la duración y el alcance de las obras, el proyecto de reforma del convento de Las Clarisas se estructura en tres fases principales. La primera fase, que se estima tendrá una duración de aproximadamente cuatro meses, se centra en las actuaciones correspondientes a la iglesia, la torre de la iglesia y los cuerpos bajos del edificio. Esta fase es fundamental para la estabilización y la consolidación de la estructura del templo, así como para preparar el terreno para las fases posteriores de la reforma.

La segunda fase del proyecto implica la demolición de los edificios anejos al convento, una tarea que se espera que tenga una duración de cuatro meses. Esta etapa es crucial para la preparación del terreno y la eliminación de estructuras que puedan obstaculizar la renovación del convento. Además, permitirá una mayor amplitud y libertad en el diseño y la ejecución de las obras de rehabilitación.

La tercera y última fase del proyecto abarca la actuación en el propio inmueble del convento, finalizando con el acondicionamiento de la parcela exterior. Esta etapa, que se estima que tendrá una duración de alrededor de seis meses, se centra en la renovación interior del edificio y en la adecuación de sus espacios para los nuevos usos previstos. Se llevarán a cabo trabajos de restauración, reparación y mejora en todas las áreas del convento, desde las zonas comunes hasta las celdas individuales de las monjas.

Es importante destacar que las tres fases del proyecto están diseñadas de manera coordinada y secuencial, de modo que se optimice el tiempo y los recursos disponibles. Por ejemplo, se prevé que algunas tareas de la tercera fase se solapen con la segunda fase, lo que permitirá una mayor eficiencia en la ejecución de las obras. Además, se han establecido medidas de seguridad y control de calidad en cada etapa del proceso, con el fin de garantizar la integridad estructural del edificio y la seguridad de los trabajadores y de la comunidad en general.

La reforma del convento de Las Clarisas no solo tiene como objetivo la renovación física del edificio, sino también la reactivación y revitalización de su entorno. Según declaraciones de la consejera Urrutia, el proyecto busca convertir el antiguo templo en un espacio cultural y social abierto a toda la comunidad. Se pretende que el convento albergue actividades culturales, sociales y educativas que contribuyan al enriquecimiento de la vida cultural y cívica de la ciudad.

Además, se espera que el convento se convierta en un centro de encuentro y convivencia para los ciudadanos de Santander, así como en un punto de referencia para los visitantes y turistas que lleguen a la ciudad. La ubicación privilegiada del edificio, en pleno centro histórico de la ciudad, lo convierte en un lugar ideal para albergar eventos, exposiciones y actividades de diversa índole. Se espera que esta iniciativa contribuya a dinamizar la zona y atraer a un mayor número de visitantes y residentes.

En este sentido, la colaboración entre diferentes instituciones y organismos es fundamental para el éxito del proyecto. Además del Gobierno de Cantabria, que lidera la iniciativa, el Ayuntamiento de Santander y el Parlamento regional también están involucrados en el proceso. Esta colaboración interinstitucional refleja el compromiso compartido de las autoridades locales y regionales con la revitalización urbana y la promoción del patrimonio cultural de la región.

Antes de su visita al convento de Las Clarisas, la consejera Urrutia participó en una reunión con el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC). En este encuentro, se abordaron diversas cuestiones relacionadas con el funcionamiento del sistema judicial y las necesidades de infraestructura y personal en los juzgados de la región. También se discutieron aspectos relativos a programas y aplicaciones informáticas destinados a mejorar la eficiencia y la transparencia del sistema judicial.

Entre los temas tratados en la reunión destaca el programa Vereda, una herramienta informática desarrollada por el Gobierno de Cantabria para la gestión de expedientes judiciales. La consejera Urrutia destacó la importancia de este programa para agilizar los trámites judiciales y mejorar la atención a los ciudadanos. Además, se discutieron posibles mejoras y actualizaciones en el sistema judicial, así como la implementación de nuevas tecnologías y herramientas para optimizar el funcionamiento de los juzgados.

La reunión entre el Gobierno de Cantabria y el TSJC evidencia la importancia de la colaboración entre las diferentes ramas del poder público para abordar los desafíos y necesidades de la sociedad. Tanto en el ámbito de la justicia como en el de la cultura y el patrimonio, la coordinación y el trabajo conjunto son fundamentales para lograr resultados efectivos y satisfactorios.

En resumen, el inicio de las obras de reforma del convento de Las Clarisas en Santander marca el comienzo de una nueva etapa en la historia de este emblemático edificio. Con un presupuesto asignado de 1,8 millones de euros y un plazo de ejecución estimado en un año, se espera que esta iniciativa revitalice no solo el edificio en sí, sino también su entorno y su función en la comunidad. Con la colaboración de diferentes instituciones y la participación activa de la ciudadanía, se espera que el proyecto contribuya al enriquecimiento cultural, social y urbano de la ciudad de Santander y de la región de Cantabria en su conjunto.

Comienzan las obras de rehabilitación en el convento de las Clarisas de Santander
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