La ONG Cantabria por el Sáhara ha recibido un cheque simbólico valorado en 1.200 euros recaudados durante la celebración del Festival Intercultural el pasado mes de agosto en El Sardinero.

Durante el acto de entrega, presidido por la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y al que también asistieron la concejala de Dinamización Social, Lorena Gutiérrez, el director del Festival, Sergio Frenkel, y miembros de Cantabria por el Sáhara como beneficiarios, la regidora ha agradecido que, una vez más, los santanderinos hayan respondido a la llamada de las entidades que más lo necesitan.

"El Festival Intercultural es uno de los eventos más integradores y solidarios que se celebran en la ciudad y este año se ha volcado con todos aquellos que tan mal lo están pasando", ha afirmado.

La alcaldesa ha recordado que Cantabria por el Sáhara estuvo presente en el festival durante la visita que los niños del programa Vacaciones en Paz hicieron para conocer todas las actividades que allí se llevaban a cabo y, además, disfrutaron de una merienda.

Por su parte, Frenkel ha asegurado que el Festival mantiene su compromiso social con las labores humanitarias y revalida su "apoyo incondicional a quienes peor lo están pasando".

Por Cantabria por el Sáhara acudió a la entrega del cheque su presidente, Gabriel Herrería, quien agradeció la donación realizada y recordó que tras dos años de suspensión a causa de la Covid-19, el programa Vacaciones en Paz retomó su actividad haciendo posible que 52 menores saharauis pasaran el verano en Cantabria.

El programa es gestionado por Cantabria por el Sáhara, que se hizo cargo de la acogida de 38 menores, 10 de ellos con diversidad funcional, y Alouda Cantabria, que lo hizo de 14, y está coordinado por el Ministerio de Juventud de la RASD y la Delegación Saharaui en Cantabria.

En este sentido, ha señalado que tres de los menores con diversidad funcional se quedaron cuatro meses más para recibir tratamiento de rehabilitación en Valdecilla, recibieron el alta y ya se encuentran en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).

Durante su estancia en Cantabria, los niños saharauis ejercieron de embajadores de su país e hicieron visible que el pueblo saharaui está en guerra y a la espera de una solución acorde con la legalidad internacional que les permita regresar al Sáhara Occidental, en paz y en libertad.