Aumenta la obesidad infantil en España
Concretamente, el 34 % de la población española de entre 3 y 24 años tiene sobrepeso u obesidad, cifra que asciende hasta casi el 40 % en el caso de los niños de entre 3 y 8 años.
Son nuevos datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), publicados recientemente en Revista Española de Cardiología (REC), principal cabecera de REC Publications, la familia de publicaciones científicas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Por sexos, el 39,2 % de los chicos de entre 3 y 24 años presenta sobrepeso u obesidad frente al 28,4 % de las chicas de esa misma edad.
“También se ha observado una elevada frecuencia de obesidad abdominal en los niños y jóvenes españoles, que se estima en niveles próximos al 30 %”.
La obesidad abdominal es mayor en los varones y “alcanza hasta el 70 % entre aquellos tipificados como obesos”, ha explicado a EFEsalud el doctor Javier Aranceta, principal autor del estudio y especialista en nutrición.
Este sobrepeso, advierte, tiene una incidencia negativa en la salud, especialmente en los músculos esqueléticos, también a nivel inflamatorio y acelera la hipertensión y favorece el colesterol.
Además empeora determinadas enfermedades como el asma.
También hay que considerar, señala, la parte emocional, porque la obesidad puede afectar negativamente a la austoestima de los niños, máxime en una sociedad exigente con el aspecto físico.
Por otro lado, acrecienta la dificultad para realizar actividades físicas y ello fomenta la discriminación entre los demás niños.
Para ayudarles a perder peso defiende como fundamental apoyo psicológico y dietas que no sean restrictivas y sí más centradas en cambiar los hábitos alimentarios, que suelen ser muy desequilibrados e hipercalóricos.
Todo ello junto a un aumento gradual del ejercicio físico, que les permita ir ganando tono muscular.
Las conclusiones de la investigación indican que la obesidad en población menor de 25 años ha continuado aumentando en los últimos 30 años.
Así ha pasado, utilizando los criterios IOTF (para comparación internacional), del 3 % en el estudio Paidos en 1984, al 6,2 % en el estudio Enkid de 1998; y al 10,3 % en el estudio ENPE que nos ocupa en la actualidad.
En el momento actual, en base a los criterios del estudio COSI de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España es de las más altas de Europa, tras Grecia (18 %), seguida de Italia (15,2 %) y, en tercer lugar, España (14,2 %).
Para el experto, los datos ponen de manifiesto la “necesidad de reforzar los sistemas de vigilancia y estrategias preventivas”.
Y es que la obesidad en niños y adolescentes no solo acarrea importantes problemas de salud física y emocional en las etapas iniciales de su vida, sino también en la edad adulta.
En concreto, el sobrepeso y la obesidad en la niñez se asocian con mayor probabilidad de ser adultos obesos y con mayor riesgo de sufrir diabetes mellitus tipo 2; enfermedad cardiovascular; y algunos tipos de cáncer, entre otras alteraciones.
De acuerdo con Aranceta la adiposidad central en la edad pediátrica se asocia también con mayor riesgo cardiometabólico.
En su opinión, es necesario llevar a cabo programas escolares que involucren a toda la comunidad al estilo de los impulsados hace más de un decenio por Sanidad (NAOS) y otros organismos y con los que se logró un “avance demostrable”.
Riesgo cardiovascular desde la infancia
Conscientes de esta problemática, la Fundación Española del Corazón (FEC), con el respaldo de la SEC, lleva tiempo alertando de la necesidad de tomar medidas para frenar la prevalencia de la enfermedad cardiovascular en la edad adulta.
En este sentido, hace apenas un año se presentó el informe “Riesgo cardiovascular desde la infancia”, un documento de consenso elaborado por especialistas en cardiología, alimentación y deporte, en el que se analizan los factores de riesgo cardiovascular que se inician en la niñez.
Según la FEC, la obesidad infantil provoca que los niños padezcan enfermedades de adultos, puesto que con ella aumenta 30 años su edad vascular.