MEDIO AMBIENTE

Nuevo ataque de los lobos en Valdáliga

El ganadero de treceño José Manuel Ortiz barquín junto a las tres cabezas de ganado ovino matadas por el lobo ayer en el barrio de La Molina, en una finca junto a las casas. / A. del Saja

Los ladridos de los perros alertaron a las cinco de la mañana de que algo grave ocurría junto a las casas

Los lobos han vuelto a tacar al ganado doméstico en el pueblo valdáligo de Treceño. En el barrio de La Molina los cánidos salvajes entraron en una finca cerrada, rodeada de viviendas en la madrugada del viernes y mataron las tres ovejas que se encontraban fuera de la cuadra.

Valdáliga es uno de los municipios que están sufriendo negativamente la presencia de los lobos, algunos de cuyos vecinos están viendo morir a sus animales por sus ataques.

En plena polémica por la reciente declaración por parte del Ministerio de Transición Ecológica de Especie de Protección Especial, los lugareños están sufriendo las bajas en sus cabañas. Mientras la Consejería de Medio Rural del Gobierno de Cantabria, junto con las de las comunidades de Galicia, Asturias, y Castilla y León, han recurrido la decisión de que el lobo deje de ser especie cinegética, en la región cántabra se siguen produciendo ataques.

El último tuvo lugar en el barrio de La Molina, en Treceño, donde José Manuel Ortiz Barquín, ‘Espinete’, fue avisado por los vecinos que habían muerto un cabrito y dos ovejas en su finca, situada en el centro del barrio. El ladrido de los perros puso en alerta a los lugareños a las cinco de la mañana de que algo anormal estaba pasando en el lugar. Cuando se asomaron a sus puertas y ventanas pudieron ver a las tres ovejas muertas en el centro de la finca.

Cuando llegó ‘Espinete’ al lugar pudo comprobar el suceso. «Estas tres fueron las únicas que dejé fuera, porque no me cabían junto a las otras 15 que tenía en la cuadra pasando la noche». Y lamenta que no se puede hacer «nada» porque la finca está perfectamente cerrada con tela metálica, pero los lobos escavaron por debajo del alambrado para colarse».

«Los vecinos están alarmados porque han tenido a los lobos a la puerta de sus viviendas», y temen que «cualquier día se les metan dentro», nos dice, a la vez que señala que «cuando empiecen a partir las vacas en la Sierra del Escudo, va a ser la más gorda».

‘Espinete’, que reconoce que tiene el rebaño por distracción, se declara un enamorado de la ganadería, ahora que ya está jubilado, porque los ‘mamó’ de joven ya que a los 13 años ya le gustaba ir a la feria que se desarrollaba en La Llama de Torrelavega.

Una pareja de Agentes del MeDio Natural acudieron con prontitud al lugar y certificaron la auditoría del lobo, aunque no confirmaron si fue obra de uno o más animales. La creencia de los lugareños es que estas bajas son obra lll de una loba con dos crías que merodean por la Sierra del Escudo, en terrenos de Valdáliga, Cabezón de la Sal y Ruente.

pérdidas económicas. «Por el carnero antes me daba 2.000 euros y ahora con la indemnización por daños me corresponderán 200 euros y por las ovejas que estaban a punto de parir 120 euros, así que mira que negocio», señaló. Y matizó que «yo no quiero indemnizaciones, lo que quiero es que no me las maten, porque me gusta criarlas». «¡ Aquí tenían que estar ahora los ecologistas y pagar los daños de su bolsillo!», exclamó en clara oposición a los que defienden su convivencia con la ganadería, por lo que pidió acciones contundentes por parte del Gobierno de Cantabria en el apoyo al sector ganadero, mientras volvió a lamentarse de que «no podemos hacer nada».

ataques en el municipio. Este no es el único ataque que se produce en el municipio en los últimos tiempos, ya que hace mes y medio, a otra vecina de Treceño, Concepción Colio, la mataron 6 ovejas a la entrada del pueblo. Y el invierno pasado, en el Alto de El Turujal, hicieron otra «escabechina» matando 15 ovejas a dos ganaderos. Allí, también, mataron dos terneros.

Lorenzo Gonzalez, alcalde del municipio de Valdáliga, y presidente de la Asociación de Criadores de Ganado Tudanco, confirmó estas bajas causadas en el ganado doméstico por parte de los cánidos salvajes. Además, los lobos han matado

a lo largo del año pasado 18 ovejas propiedad de Alfonso Díaz Harto, en la finca La Bárcena, una finca situada a 200 metros de la iglesia de Santibáñez de Carrejo (Cabezón de la Sal). En la zona de la Sierra del Escudo se viene observando la presencia de tres cándidos salvajes, que actúan juntos o de forma individual. Cánidos que han sido avistados durante la celebración de cacerías de jabalí en el monte de San Cifrián, en terrenos de los municipios de Cabezón de la Sal y de Valdáliga.

En los últimos tiempos la acción del lobo se ha dejado sentir con fuerza, también, en Gandarilla, localidad perteneciente el municipio de San Vicente de la Barquera, donde a un solo ganadero le han matado medio centenar de ovejas. Cabezón de la Sal, Ruente, Rionansa y Valdáliga , también, han registrado bajas en el ganado. Llama la atención que un buen número de ataques se producen en zonas bajas y en lugares próximos a los núcleos de población.

Expertosconsultados por ALERTA coinciden en que estos animales salvajes merodean por la zona porque nacieron aquí, y no se van porque están a gusto al tener comida fácil de conseguir en el ganado.

El pastoreo del ganado como mejor regulador de la biodiversidad

En mayo de 2019 un equipo internacional de investigadores encabezado por la Universidad Rey Juan Carlos logró identificar en un estudio el papel del pastoreo del ganado como el mejor regulador de la biodiversidad y del funcionamiento ecosistémico en los próximos años. El traba jo de investigación, que fue publicado en la revista ‘PNAS’, sugiere que aumentando la diversidad de herbívoros en el campo -manteniendo niveles similares de carga ganadera-, podemos fomentar la biodiversidad y funcionalidad de ecosistemas de pastoreo. El pastoreo es unos de los métodos más extendidos de producción de ganado, afectando a más del 25 % de todas las tierras emergidas, y juega un papel fundamental en la producción de alimentos, con especial importancia en los países en vías de desarrollo. Los resultados reflejan que incrementando la diversidad de tipos de ganado -vacas, ovejas, etcse puede «fomentar la biodiversidad de plantas e insectos, bajo condiciones de pastoreo, y así, promover de manera indirecta los múltiples servicios ecosistémicos, que son regulados por esta biodiversidad».

Representantes del pastoreo y de la ganadería extensiva de toda España han entregado en el Ministerio de Transición Ecológica un manifiesto para que se les deje participar en las negociaciones para incluir al lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE). En el escrito, titulado ‘Por un futuro para el pastoreo’ y avalado por más de 300 firmas, asociaciones y entidades que representan a pastores y ganaderos españoles cuestionan la legalidad con la que el pasado 5 de febrero se aprobó la protección especial del lobo en toda España, una decisión que, aseguran, pone en peligro «el futuro de muchas personas que apuestan por este modo de vida».

«Esto va más allá de un debate lobo sí/lobo no. No queremos el exterminio de ninguna especie, el pastoreo en esencia protege y promueve la vida, en el campo. Se trata de que una vez más se nos arrebata nuestro papel en ello, nuestro poder de gestión y autonomía», aseguran los firmantes del manifiesto, que anuncian nuevas movilizaciones y encuentros para proteger el pastoreo y la ganadería extensiva. Advierten además de que decisiones como la de aumentar la protección del lobo llevan a muchos jóvenes a abandonar el oficio de pastores, a muchas explotaciones al cierre, al deterioro de los ecosistemas vinculados a esta actividad «y a la intensificación hacia un modelo de ganadería industrial y macrogranjas»

Recuerdan que la ganadería extensiva representa «una forma de mantener pueblos vivos, montañas habitadas, comunales en uso y un rico patrimonio de culturas de manejo, nombres y fiestas, de soberanía alimentaria» y que la lucha contra el cambio climático también pasa por mantener «un campo vivo y pastoreado» en un país « que es mayormente tierra de ovejas y cabras y de ganados que trashuman». En el manifiesto se reivindican «planes de gestión claros, con participación del sector y transparencia, y que se dispongan medidas reales que se ajusten a cada territorio para el impacto que los predadores suponen», y se comunica el apoyo «a un movimiento por la tierra, pasto- ralista, contra el cambio climático, por la agroecología y un futuro rural» que, subrayan, no va a aceptar «im- posiciones». «Nuestro mensaje no es en absoluto el de muerte al lobo. Solo pedimos que se nos tenga en cuenta y consulte y formas de control», ha señalado Javier Colmenarejo, presi- dente de la Federación de Pastores, mientras que para Kaelia Cotera, jo- ven pastora de Picos de Europa, «el tema del lobo es una expresión y una vuelta de tuerca más de la precarie- dad y ninguneo administrativo en la que está el pastoreo».