Los lobos han vuelto a dejarse sentir en terrenos del municipio de Herrerías causando la muerte de más de una veintena de ovejas, en los últimos días. El último negativamente afectado ha sido Aurelio Vigil, que ha sufrido los ataques de los cánidos salvajes en los últimos días. Concretamente, el pasado miércoles le mataron 3 ovejas, a las 11.30 horas, en una finca situada próxima a la cueva de El Soplao. 

«Estaba en el caserío que tengo en el Vau Alisas y al ver que las ovejas se revolvían salí y varios lobos salieron huyendo después de dejarme 3 muertas. Y eso que tengo el perro amarrado a la puerta del invernal», nos explicó indignado, a la vez que, unos días antes, le mataron otras 6 en el mismo sitio.

Francisco Linares, alcalde de Herrerías, indicó a ALERTA que en Rábago han matado 18 ovejas en 2 semanas y en Casamaría, Matías, otro joven ganadero, lleva contabilizadas más de 20, en el mismo periodo de tiempo.

Según Aurelio Vigil los ataques son obra de «un lobo grande y una loba con 2 crías», que merodean por la zona y que se han visto en varias ocasiones, llegándose, incluso a grabar en un vídeo en una finca desde una casa de un pueblo de Valdáliga.

El regidor de Herrerías, ante la situación creada, ya ha contactado con el Director de Medio Natural, Antonio Lucio, con el fin de organizar alguna batida en la zona de forma conjunta con otros municipios próximos como el de Valdáliga. Linares ya ha contactado con el alcalde Valdáliga, Lorenzo González.

«Si no hacemos nada, parece que estamos de acuerdo con que desaparezca la ganadería, no puede ser que haya lobos a costa de los ganaderos», exclamó, mientras calificó de «intolerable» e «injusto» «que los ganaderos jóvenes tengan que mantener con sus reses a estos animales». 

«Si los ecologistas quieren lobos, que hagan cebaderos». «No puede ser que los pocos ganaderos que quedan en las zonas rurales tengan que dejar su activad porque no consiguen vivir de ella por los lobos». 

«Hay que tomar una decisión para que esta situación que estamos viviendo se acabe cuanto antes, porque, desde luego, el ganadero no cría animales, aunque se les pague, para mantener a los lobos a la puerta de nuestras casas», siguió explicando. Por ello, insistió en que «no se puede permitir» y por ello se mostró favorable el reunirse en una mesa con los ecologistas para buscar una solución. «Ahora que tanto se habla de la despoblación del medio rural, la presencia de los lobos no ayuda, desde luego, a buscar una solución».

Linares estimó que en terrenos de los municipios de Rionansa, Herrerías, Lamasón y Peñarrubia hay media docena de lobos.

En Rionansa también se han sucedido varios ataques de lobos

Hace poco más de un mes, en el ayuntamiento de Rionansa se produjeron nuevos ataques de los lobos al ganado doméstico. Una de las últimas bajas fue un potro en el puerto de Peñasagra, una ternera herida de una vecinal de San Sebastián de Garabandal y una oveja desaparecida. 

Una ternera de la raza ‘Limusín’ fue herida cuando se encontraba en un prado cerrado, en el sitio de Hortigal, a unos 3 kilómetros de San Sebastián de Garabandal. El animal es propiedad de Reyes García Acebal, vecina del pueblo de Rozadío, se tuvo que sacrificar por no poder sobreponerse z las heridas sufridas.

A María Ángeles Molleda, de Cosío, la han causado varias bajas los cánidos salvajes. También, en el puerto de Peñasagra se vio a otro potro gravemente herido.

La situación es muy preocupante. «Es insostenible y muy grave. El puerto está lleno de ganado y cada día que subimos no sabemos con qué nos vamos a encontrar», dijo María Ángeles Molleda, quien afirmó que «cualquier día nos van a comer en casa». Se lamentó de que la Administración «no quiere saber nada». En la zona no se han realizado batidas. «Me figuro que los Agentes del Medio Natural sigan haciendo esperas, pero, hasta la fecha no se han logrado resultados positivos».

Los lobos continúan atanco al ganado doméstico que ahora se encuentra pastando en los puertos de Peñasagra y, también, en al que está en las proximidades de algunos de los pueblos del municipio de Rionansa. Con anterioridad, los Agentes del Medio Natural testificaron la muerte de otros tres terneros uno de año y otros dos de año y medio. «Estaban con sus madres y cuando subimos a la mañana siguiente, no estaban las crías. Buscando por la zona, después de 3 días, encontramos los animales muertos», dice, María Ángeles Molleda. 

La situación es preocupante de verdad», porque «nos dejan sin nada» y, lo que es peor, «no nos dan solución alguna» y por ello los ganaderos de la zona de Cosío están «indignados» y «alarmados». Molleda dijo que «yo no quiero que me paguen los animales atacados, lo que quiero es que no me los maten. Yo vivo de esto. El ganado son las alubias de mis hijos».

Llama la atención de que los cánidos vienen atacando en zonas muy próximas a los núcleos rurales. El Servicio de Montes de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación ha autorizado batidas en la zona, que se han realizado sin resultados positivos.