18.04.2024 |
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La larga tradición del mercado semanal de abastos de la villa

Aspecto del mercado de Cabezón a inicios del siglo XX. / Saja
Aspecto del mercado de Cabezón a inicios del siglo XX. / Saja
La larga tradición del mercado semanal de abastos de la villa

El mercado semanal de abastos, que se celebra todos los sábados goza de gran tradición y hace que la villa se convierta en el centro comercial de una amplia comarca. Desconocemos los orígenes de este mercado, que en sus orígenes se desarrollaba los domingos, coincidiendo con las ferias de ganado.

Tenía lugar en el centro, en torno a la plaza de Miguel Pérez Alonso y Hermanos Cosío. En él se ofertaba fruta, verduras, quesos, embutidos, pescados y otros productos agroalimentario, así como animales domésticos. De hecho, algunos recuerdan los nombres de plaza Los Chones, de Los Burros y de Las Gallinas, por el lugar específico que ocupaban estos animales.

La fotografía que ilustra esta información ha sido rescatada del portal ‘Cabezón de la Sal y sus gentes’ y tiene más de 100 años. Es un mercado anterior a 1903 porque aún no se había instalado la fuente pública que había en el centro de la plaza y que hoy está situada en el barrio de La Pesa. Y posterior a 1898 porque junto a la capilla de la Virgen del Campo se encuentra un poste del tendido eléctrico, servicio que entró en funcionamiento ese año, tras la inaguración de la Central de ‘El Pozo de la Luz’.

Este tradicional mercado cabezonense acostumbra a reunir a un centenar de puestos de venta de los más variados artículos, desde alimentación a artesanía, pasando por marroquería, ropa y calzado. No faltan plantas para la siembra, flores y mobiliario.

 Una gran parte de los comerciantes que acuden llevan asistiendo a la villa desde hace muchos, años, alguno como es el caso del frutero José Ángel Ingelmo, 54. Y antes ya lo hacían sus padres. Los vendedores tienen todos contrato anual con el ayuntamiento, si bien, 40 abonan las tasas anualmente y los otros 60 lo hacen cada sábado.

El horario es de 08.00 a 14.00 horas, incluido los días festivos. La actividad comercial está regulada por una ordenanza municipal de Venta Ambulante. Cuenta con control y vigilancia a cargo de la Policía Local, que se encarga de velar por la seguridad ciudadana y cuidar situaciones delictivas, como la presencia de carteristas, robos o venta de productos falsificados.

La larga tradición del mercado semanal de abastos de la villa
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