18.04.2024 |
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El Concejón de Ibio, a los pies de Monte Mozagro

«En Herrera Santa Ana, San Pantaleón de Ibio, en Riaño San Vitores y en Sierra mi cariño» reza la canción popular en referencia a los pueblos que conforman el concejo perteneciente al municipio de Mazcuerras
Conjunto de casas en Herrera de Ibio. / Saja
Conjunto de casas en Herrera de Ibio. / Saja
El Concejón de Ibio, a los pies de Monte Mozagro

El Concejón de Ibio, territorio del municipio de Mazcuerras, que se asienta a los pies del monte Mozagro, está formado por los núcleos de Herrera de Ibio, Riaño, Sierra e Ibio. Su nombre, según el profesor Guillermo de Tejada proviene del término prerromano “aua/ava/ eva/iba y de su proximidad al rio, “ibio”. Herrera de Ibio es la puerta de acceso al pico Ibio y al monte Mozagro.

Se caracteriza porque su construcción urbana nada tiene que ver con la de otros pueblos de La Montaña. Allí es rara la manzana de casas prolongadas y el estragal con salida directa a la calle. Hay siempre un huerto, un patio, un jardín o una verja en torno a cada casa. Son las paredes las que dibujan los caminos y configuran un trazado laberintico.

Hasta el lugar se llega por la carretera de Villanueva de la Peña o por la que nace en Ibio. Al llegar se le ensancha el alma al viajero por la paz que allí se respira. Del caserío destaca su iglesia parroquial , que a pesar de ser de construcción relativamente reciente (principios del siglo XX), sigue el estilo propio de las construcciones montañesas de la zona. Está construida enteramente en piedra.

Llama la atención la torre campanario, que alberga además un reloj y está cubierta por un tejado de pizarra a cuatro aguas. Tiene una nave de planta rectangular con dos capillas laterales, coro alto y sacristía adosada a los pies. La puerta de acceso se encuentra en el lateral, estando protegida por un pórtico de madera. En el interior alberga varios retablos de madera de estilo neogótico. Celebra la festividad de Santa Ana, el 26 de julio. A mediados del siglo XIX el indiano Manuel Caviedes fundó aquí un Hospital de la Caridad, para pobres del concejo o del valle de Cabezón de la Sal. Fue uno de los diez hospitales que existieron en la provincia durante el primer tercio del siglo XIX.

En la actualidad, con un mal estado de conservación –el Ayuntamiento reparó hace unos años la cubiertadeja ver sobre el caserío la espadaña de su capilla en honor de Nuestra Señora del Rosario. José María Vázquez en su libro “La medicina en Cantabria” ha ce referencia este hospital que en aquellos tiempos acogía a 3 enfermos. El centro servía, también, como asilo. En esta localidad nació el empresario Domingo Díaz de Bustamante y Vélez, fallecido en 1869, que fue quien levantó las escuelas del pueblo.

IBIO

Sin lugar a dudas, en la actualidad, por lo que más se conoce al concejón es por el Centro de Cría Caballar de Mazcuerras, más conocido por la Yeguada Militar de Ibio, cuya creación se remonta a 1972, año en que se trasladó desde Marquina, Vizcaya, la sección de Cruzados, se ubicó en una finca de 30 hectáreas adquirida a Fernando Díaz Bustamante y Quijano, en el término de Ibio, municipio de Mazcuerras, y en 1991 se independizó de la Yeguada Militar de Jerez. En él se crían sementales de las razas Caballo de Deporte Español (CDE), Anglo-árabe (Aá), Bretón (H), Hispano-Bretón (Br) y asnal Zamorano-Leones (Z-L). en el Centro: Caballo de Deporte Español (CDE), Anglo-árabe (Aá), Bretón (H), Hispano-Bretón (Br) y asnal ZamoranoLeones (Z-L). A lo largo de su historial y en base a buscar el caballo más idóneo para competiciones hípicas y que mejor se adapte a la crianza en España, ha experimentado con diversas razas y cruces. En sus comienzos lo hizo con una serie de yeguas compradas en Irlanda.

Poco tiempo después, y dada la difícil adaptación de este tipo de ganado y hasta nuestro días, se decidió realizar cruces con Anglo Árabe , Pura Sangre Inglés y ganado cruzado, especialmente de procedencia Silla Francés. Muchísimos son los sementales que a lo largo de su historia han dejado magníficos productos, pero sin duda hay que destacar a dos desde finales de los sesenta hasta principio de los ochenta, «Aligote» de raza Anglo Árabe, y el Silla Francés «Mandrín de Balme».

La Yeguada cuenta con 30 militares y a lo largo del año desarrollara talleres de empleo sobre el manejo de caballos y sobre guarnicionería. También, lleva a cabo campañas de cubrición. La iglesia de Ibio dedicada a los santos Pablo y Juan, data de principios del siglo XVIII. Tiene una sola nave y conserva un retablo barroco. Destaca su pórtico, de madera sobre pilares de piedra.

Reseñar la Casona de los Guerra, fortaleza erigida por Juan Gutiérrez de la Vega en la primera mitad del siglo XV. Se conservan las fachadas laterales con arcos escarzanos, carpaneles y de medio punto. Juan Guerra de la Vega, militar que vivió a finales del siglo XV, participó en la toma del peñón de Vélez de la Gomera (1564), en la Guerra de las Alpujarras y en la batalla de Lepanto. Del lugar fueron, también, Fernando Guerra de la Vega, historiador del siglo XVII, que comenzó la obra Elogios a Cantabria; y Pedro Gómez de la Torre y Caviedes de la Vega, que fue obispo de Plasencia.

RIAÑO DE IBIO

En Riaño de Ibio destaca el Palacio de los Gómez de la Torre, declarado Bien Inventariado en 2001. La casa y la capilla son un encargo de Don Anselmo Gómez de la Torre y Sánchez Calderón, en 1710, al maestro cantero Francisco de la Herrería Velasco, de Trasmiera. Gómez de la Torre fue obispo de Tuy de 1668 a 1721, y general de la Orden de San Benito. Es un ejemplo de palacio barroco montañés. El conjunto está formado por el palacio, una pequeña capilla sin vanos y una casona anexa. Una portalada de sillería complementa estas construcciones. Está decorado con pináculos y bolas herrerianas.

En la fachada principal se ve un soportal con tres arcos de medio punto, que dan acceso a un profundo zaguán, y en la segunda planta, aparece el blasón entre dos vanos que dan paso a un gran balcón. SIERRA DE IBIO En esta localidad se encontró una necrópolis de la época de la repoblación foramontana. En el Becerro de las Behetrías de 1351 Sierra de Ibio aparece mencionado como uno de los barrios de Ibio, que formaba parte del valle de Cabezón, a su vez integrado en la merindad de las Asturias de Santillana. Sobresale de Sierra de Ibio una casa del siglo XVII con una portalada de cuatro arcos, balcón y blasón. Hay una capilla dedicada a San Roque, del siglo XVIII. El más conocido personaje nacido en esta localidad es el arquitecto Manuel Gutiérrez Vélez (1820-1875).

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