El coro parroquial de Cabezón de la Sal, que mantiene la tradición cantora de la villa, está formado por una veintena de personas, que han vuelvo a ambientar musicalmente las celebraciones religiosas de la patrona, la Virgen del Campo.

Es durante las fiestas patronales cabezonenses cuando el elenco parroquial tiene, cada año, un destacado protagonismo durante los oficios religiosos en honor de la Virgen del Campo y San Roque. Pese a las limitaciones impuestas por la Covid-19 durante las fiestas patronales, el día 12 de agosto, cantó, como es tradición la Salve de Eslava.

Y al día siguiente, festividad de la Virgen del Campo, interpretó un programa que incluyó entre otras composiciones ‘Ave Verum’, de Mozart; ‘Hija de Sión’ de Luccien Deiss, ‘Salve’ de Hilarión Eslava, ‘Kyrie’ de Charles Gounod y el himno a la Virgen del Campo, de Josefina Labrador. En la celebración religiosa del 15, día de la Asunción de María, el coro parroquial cabezonense tuvo, también, su protagonismo.

El coro parroquial, además de amenizar musicalmente las celebraciones de Semana Santa, Virgen del Campo y San Roque, acostumbra a cantar bodas, tanto en la propia iglesia de Cabezón de la Sal como en otros templos de la región.

Muchos de sus componentes tiene una larga tradición cantora, como fue el caso de Serafín Portugal, que estuvo en el elenco durante 66 años. Juan Manuel Cobo, natural de la villa, que lleva muchos años residiendo en Sevilla, y que fue destacado futbolista del Betis, acude todos los años para dejar oír su voz durante las fiestas de la patrona. Dirigido durante sesenta y cinco años por Cionín Labrador, en la actualidad lleva la batuta el organista Miguel Cuevas. Sin duda, este coro es un fiel exponente de la tradición cantora de Cabezón de la Sal, donde, además, existen la Coral Voces Cántabras, el coro de la Tercera Edad Virgen del Campo, dos coros de Halane y la Ronda Salines.