25.04.2024 |
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Comienza a bajar el ganado de los puertos de Palombera y Sejos

Más de 7.000 cabezas han aprovechado los pastos este verano, y hasta el 16 de octubre las cabañas pueden permanecer activas

Vacas tudancas. / Saja
Vacas tudancas. / Saja
Comienza a bajar el ganado de los puertos de Palombera y Sejos

Aunque la fecha oficial de cierre de los puertos es el 16 de octubre, ya han comenzado a bajar parte de los animales que han estado pastando durante el verano en los puertos de Palombera y Sejos, pertenecientes a la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga. En concreto, los ganaderos de Ruente y de parte de Cabuérniga ya están retirando a sus animles a las zonas bajas. El resto seguirá en aquellos pastos altos un mes más.

Han sido más de 7..000 cabezas de ganado de vacuno y caballar las que han aprovechado los puertos, procedentes de ganaderos de los municipios de Ruente, Cabuérniga y Los Tojos. Antes pastaron las de la Hermandad de Campoo de Suso. Según la presidenta de la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga y alcaldesa de Los Tojos, Belén Ceballos, han estador pastando unas 5.000 vacas de la raza tudanca y de otras de aprovechamiento cárnico y unas 2.000 yeguas.

La Hermandad de Campoo de Suso, el cuarto municipio condueño de la finca, acostumbra a introducir unas 500 vacas y unos 200 animales de caballar, que se retiran a sus puertos de la Sierra de Hijar el día 15 de junio, para dejar paso a las cabañas cabuérnigas.

Si bien, en el municipio de Los Tojos han ido desapareciendo las cabañas tudancas, el vacuno de la raza autóctona sigue criándose en Cabuérniga y Ruente de forma destacada y, especialmente, en la localidad de Carmona. Además de las reses de los cabuérnigos y campurrianos se permite el acceso a otras vacas de los «gajucos», que es como se conoce a aquellos animales propiedad de personas no pertenecientes a la mancomunidad y que tradicionalmente han venido pastando en la zona, como las de Cabezón de la Sal, Reocín, Ruiloba, Udías y Mazcuerras. Ganaderos del pueblo de Quijas son fieles a Sejos.

De todos modos, debido a la reducción de la cabaña ganadera, cada vez son más las reses que no suben a los puertos altos y se quedan aprovechando los pastos de las fincas próximas a los pueblos de Cabuérniga y Cabezón de la Sal.

Belén Ceballos calificó el verano de «fantástico» porque ha habido mucho pasto. Para Belén Ceballos los problemas que tiene la «mayor finca de Cantabria» siguen siendo los mismos.La extensión de la planta invasora, conocida por lecherina, es la de mayor preocupación para los ganaderos, ya que cada vez cubre mayores manchas que rechazan los animales para pastar. Parece ser que la mejor fórmula para erradicar esta planta es la de introducir rebaños de ovejas, pero, si bien, se hizo hace unos años, en los últimos tiempos no han vuelto las ovejas merinas. El tratamiento con herbicidas tampoco se ha hecho.

La Mancomunidad, según señaló su presidenta, no tiene medios para acometer la erradicación de la lecherina y el Gobierno de Cantabria, tampoco, ha actuado. Lo que si se ha hecho este año han sido labores de desbroce, ya que ante la falta de ganado cada vez hay más maleza. En concreto, se han invertido 9.000 euros, que el Ayuntamiento recibió del fondo de Inversiones Colectivas, de la Consejería de Desarrollo Rural. Ceballos indicó que se ha actuado en aquellas brañas donde pueden acceder el tractor.

El lobo es otra de las amenazas que tienen los ganaderos y por ello cada vez es menor los que se atreven a subir potros a los puertos, ya que son los animales más vulnerables. Los cánidos salvajes han vuelto a matar reses en Sejos, pero,  Ceballos matizó que «ahora los lobos no están solo en Sejos, se les nota en cualquier sitio». Y relato que hace unos días, mataron un potro de una vecina de Correpoco, cerca del pueblo.

El mal estado de la pista de acceso a Sejos desde Tajahierro se encuentra en muy mal estado. «Los ganaderos están desesperados y por ello venimos pidiendo su reparación desde hace años», aseguro, a la vez que mostró su esperanza de que este año se pueda arreglar el camino apto para vehículos todoterreno con fondos de «Espacios Naturales Protegidos».

El cierre de los puertos, para evitar que entren ganados de otros municipios limítrofes y a la vez no salgan los que están dentro, es otra de las perennes necesidades, ya que los estacados sufren frecuentes daños como consecuencia de las nevadas. La finca tiene una extensión de 7.200 hectáreas de monte y pastizales.

El censo ganadero va disminuyendo en los últimos tiempos y de hecho ya son muy pocas las cabañas de tudanca que suben de algunos términos, como es el caso de Ruente.

Breve historia de las 7.200 hectáreas de terreno de la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga

La historia de la propiedad de las 7.200 hectáreas de terreno de la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga se remonta a una Concordia del año 1.497, por la que los vecinos de los municipios de Los Tojos, Cabuérniga y Ruente, además de los de otros lugares pertenecientes en aquella época a las Asturias de Santillana, podía subir a apacentar sus ganados, durante los meses de verano, a los montes de la Hermandad de Campoo de Suso, a cambio de que las reses de la Hermandad, en periodo de nieve, pudieran hacerlos en los de los municipios cabuérnigos en su trashumancia tradicional hacia las zonas costeras. El 23 de mayo de 1.743 se formalizó la comunidad de los cuatro ayuntamientos que hoy forman la mancomunidad de aprovechamiento de montes públicos y pastos, por medio de una Real sentencia.

La mancomunidad se rige por un «Reglamento de régimen y gobierno interior», que data de 1.902, que se sigue aplicando en la actualidad, pese a las diversas ocasiones en que se ha intentado su modificación para adaptarle a los nuevos tiempos de pastoreo. 

Este reglamento, que consta de 77 artículos, refleja el origen y los fines de la comunidad, así como se ocupa de la policía rural sanitaria de la finca y de las sanciones. / saja

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