Después de casi 12 años al frente del coro de la Tercera Edad Virgen del Campo de Cabezón de la Sal, su director César Marañón, traspasa la batuta a Teresa Machín. «Han sido muchos años de trabajo, momentos inolvidables y mucho aprendizaje. Tantos que no los olvidaré jamás» dijo en el momento del adiós.

«Me he sentido muy querido y muy agradecido por todo lo que hemos vivido.

Como bien me dijo un gran maestro «los coros siguen y los directores cambian», larga vida al Coro Virgen del Campo de Cabezón de la Sal», manifestó. El elenco es un claro ejemplo de la tradición cantora de la villa de la sal. Posiblemente, a lo largo de sus más de 18 años de historia, ha atravesado el mejor momento, bajo la batuta del joven César Marañón, teniendo un alegre cancionero de los más variados estilos.

César Marañón dirige, además, los coros Halane Infantil, Halane Junior, el Coro Joven Santander y el Coro Joven del País Vasco, entre otros, aparte de formar parte del grupo de teatro Eos Teatrón. También ha bailado en el grupo de danzas Virgen del Campo.

La primera directora del coro Virgen del Campo fue Alodia Sánchez. A ella le siguió Eugenio Pardo. Vino después María Elena Riaño y Mercedes Sáez de Buruaga. El Coro Virgen del Campo recuperó, hace 18, el himno al patrón de la villa San Martín, que hacía más de 40 que no se cantaba en la localidad.

Virgen del Campo es un elenco compuesto por alumnos del Aula de la Tercera Edad que ha recuperado a personas con tradicional afición al canto, que han venido practicando en Cabezón de la Sal y que quieren seguir manteniendo.

En el mes de setiembre y en junio tiene por norma cantar en la apertura y clausura del curso de las Aulas de la Tercera Edad. También lo hace en cuantas ocasiones se lo solicita el Ayuntamiento. La mayoría de sus actuaciones las viene llevando a cabo dentro del propio termino municipal cabezonense.

En Cabezón de la Sal funcionan actualmente 6 agrupaciones corales: la Coral Voces Cántabras, el coro parroquial, el de la Tercera Edad, el Halane Infantil, el Halane Junior y Los Peques de Halane. A estos grupos hay que añadir Ronda Salines, formada por un grupo de hombres que acostumbran a intervenir en algunos festejos como el Día de Cantabria.

Esta proliferación de grupos corales evidencia la tradicional afición a la música que siempre ha existido y sigue habiendo en Cabezón de la Sal.