Víctor Reinoso, alcalde regionalista de Cabezón de la Sal, considera que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), recientemente aprobado definitivamente, podrá ser objeto de modificaciones una vez que se solucionen los desbordamientos del río Saja. Ahora un buen número de fincas de la mies de Cabezón no son edificables por estar consideradas como inundables.

La Confederación Hidrográfica del Cantabria, conjuntamente con la Consejería de Obras Públicas y los Ayuntamientos de Cabezón de la Sal y de Mazcuerras, va a firmar un convenio de colaboración para llevar a cabo obras de defensa de los márgenes del Saja, en el tramo entre Santa Lucía y Virgen de la Peña por un importe de 7.5 millones de euros.

El alcalde cabezonense en declaraciones a Radio Nacional de España en Cantabria indicó que uno de los impedimentos que presenta el documento urbanístico es que contempla muchas zonas inundables, si bien, aclaró que estos terrenos se recuperarían urbanísticamente.

Para Reinoso la aprobación del PGOU ha sido «una carrera de fondo, con muchos obstáculos», ya que se viene trabajando con el desde hace 20 años y con mayor intensidad los últimos 8. «Los principal es tenerles, porque así ya está regulado el desarrollo urbanísticos; después vendrán las modificaciones», señaló Reinoso, a la vez que resaltó que se han calificado nuevos terrenos de uso industrial en el polígono de Las Navas, que posibilitarán la instalación de nuevas empresas.

La tramitación del documento urbanístico se inició en el año 2005. El PGOU, según el Gobierno de Cantabria, tiene como objetivo la máxima integración de los distintos núcleos que conforman el municipio en cuanto a la consecución de una imagen general de unidad a pesar de las especiales características y rasgos de cada uno de ellos, cuyo respeto más estricto se considera también como de importancia capital.

Uso residencial. El suelo urbanizable se delimita para uso residencial exclusivamente en al entorno de la villa de Cabezón de la Sal, en la ladera de orientación sur situada al noroeste de la misma, así como al otro lado del pasillo ferroviario hacia Vernejo, y también en el gran vacío entre Vernejo y Ontoria. El número de viviendas previsto en la Memoria del Plan se fija la cantidad de 1.582 viviendas, 503 en suelo urbano no consolidado y 1.079 en suelo urbanizable.

A estas cifras han de sumarse los de los tres ámbitos que se encuentran en ejecución: Domañanes, La Cabroja y Pozo de la Sal, y que ascienden a 124, 125 y 75 viviendas, respectivamente y cuya población ha sido tenida en cuenta para el cálculo de los estándares. Respecto a los suelos urbanizables de uso productivo, se generan nuevas zonas destinadas a polígonos industriales mediante la delimitación de ocho sectores de suelo urbanizable que consolidarán la demanda posible en el municipio.

El PGOU ha sufrido una larga tramitación. Desde que en el 23 de diciembre de 2.013 fue aprobado por la corporación municipal ha tenido que sortear distintos trámites. Tuvo que someterse a un nuevo periodo de información pública en cumplimento de la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo – Sección quinta del Tribunal Supremo, que le anuló por haberse aprobado sin sacar a información pública la memoria ambiental de una zona del municipio. También, el alto tribunal reconoció la reclamación de algunos propietarios que entendían que se daba un trato discriminatorio con sus parcelas.