Una osa ataca a un ganadero en Saja que se salvó subiéndose a un espino
Cuando la ciudadanía está estos días comentando el ataque de un oso a una osa , que se saldó con despeñamiento y muerte del primero, en la montaña palentina , y cuando los vecinos del pueblo lebaniego de Caloca vieron a un oso paseando junto a sus casas, nos llega ahora la noticia del peligro que corrió un ganadero del pueblo de Saja, que fue acosado por otro plantígrado.
Laureano Puente Sánchez se encontraba viendo sus ganados en la zona de Collas Lamas, situado encima del Centro de Interpretación del Parque Natural Saja-Besaya, el pasado jueves sobre las nueve de la tarde, cuando detectó la presencia de una osa con su cría. El animal se acercó hacia él con intención de atacarle, envite que pudo evitar trepando a un espino y en donde estuvo intentando atraparle, hasta que la osa desistió de sus peligrosas intenciones al oír la voz de su cría que la reclamaba. El ganadero explicó a ALERTA que la osa se presentó ante él a una distancia de 6 metros gruñendo, dando el tiempo justo para trepar unos 2 metros al espino al que estaba apoyado mientras intentaba visualizar a una yegua que le faltaba. «El susto fue mayúsculo». «Será un momento difícil de olvidar», indicó.
La alcaldesa de Los Tojos y presidente de la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga, Belén Ceballos, dio cuenta del suceso «que ponen los pelos de punta» y que no tuvo fatales consecuencias «por la valentía y pericia del chaval que le han salvado la vida al tener reflejos de subirse a un espino».
«Llevo mucho tiempo diciendo que el mundo rural está muriendo, abandonado por las personas que tienen la responsabilidad de protegerlo mediante políticas responsables. La ganadería extensiva está ya en la UCI, los ganaderos jóvenes no encuentran motivación para comenzar su vida laboral con ganaderías avocadas a la extinción», explicó la regidora del municipio más alto del valle de Cabuérniga. «Si la protección total del lobo sin permitir su control poblacional, paseando a sus anchas por las cercanías de los pueblos, ahora una osa parida le da a un ganadero el susto de su vida», continuó. Belén Ceballos exclamó «¡Por Dios, va a terminar ocurriendo alguna desgracia!» y pidió que si se sabe que hay osa parida en el mismo territorio dónde están los animales de los ganaderos, hay que avisarlos por su seguridad y la de todos».
Según la Fundación Oso Pardo, una ONG conservacionista que nació en 1.992, actualmente en España habitan unos 250 osos pardos, repartidos así: 200 en Asturias occidental, 30 en el norte de León, Palencia y sur de Cantabria, 2 en el Pirineo oscense y 25 en el catalán.
En el Parque de la Naturaleza de Cantabria donde habitan unos 70 ejemplares, los primeros que llegaron fueron la pareja Felipe y Guerra, procedentes de Madrid; y Alez y Piefke, dos oseznos traídos desde Berlín.
Actualmente el recinto de osos de Cabárceno es el de mayor tamaño del parque, con una extensión de 33 hectáreas, donde se puede observar a los plantígrados trepando por las rocas y encamándose a los riscos más altos para tumbarse al sol.