25.04.2024 |
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La Escuela Municipal de Folclore de Piélagos cumple 32 años

Durante el curso escolar 2022-2023, un total de 25 alumnos reciben las enseñanzas que imparten semanalmente, en el polideportivo del CEIP Virgen de Valencia de Renedo, José Luis Rivera Cobo y Ana María García, profesores de música y danza tradicional y los tres monitores de tambor, rabel y gaita,  Pedro José Camacho, Esteban Bolado y Roberto Diego, respectivamente

La Escuela Municipal de Folclore de Piélagos cumple 32 años

La Escuela municipal de folclore del Ayuntamiento de Piélagos, que dirige el Grupo de danzas Nuestra Señora de Covadonga de Torrelavega, celebra durante  este curso 2022-2023 sus 32 años de trabajo en el municipio para mantener las tradiciones vivas y con buena salud.

Un reto no exento de dificultades, tal y como reconoce José Luis Rivera Cobo, profesor de música y danza tradicional en la citada escuela, quien explica que, en la actualidad, “estamos asediados por músicas que vienen de fuera”, por influencias y modas que, a su juicio, a muchos jóvenes les impiden descubrir “un mundo nuevo”.

“El baile y la música tradicional tienen su importancia, conforman su ser y su carácter”, opina este docente, quien hace hincapié en que “somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos”.

De hecho, asegura que es lo que trata de transmitirles la Escuela municipal de folclore de Piélagos, que “eso que interpretamos aquí, no nos lo hemos inventado ahora, ha resistido al paso de los siglos y es un valor a conservar y divulgar”.

Una tendencia surgida a principios de los 90

José Luis Rivera Cobo recuerda que fue a comienzos de los 90, tras años de penuria y precariedad, cuando se empezó a promocionar el folclore, principalmente a través de la Escuela de folclore de Cabezón y  la Escuela municipal de Torrelavega.

Fruto de la relación que teníamos en aquella época con el entonces alcalde del municipio, se puso en marcha la Escuela municipal de folclore de Piélagos que, en estos momentos, es una de las tres más longevas de Cantabria, destaca este docente.

En cuanto a las enseñanzas que imparte, aclara que “básicamente es música y baile tradicional, todas las danzas de Cantabria, rabel al estilo de Polaciones, gaita cántabra y tambor”.

Asimismo, comenta que existe otra escuela municipal cultural, dedicada a la confección de trajes regionales, que no está vinculada a la de folclore, pero es “un complemento necesario”.

No en vano, la Escuela municipal de trajes regionales de Piélagos nació para hacer a los integrantes de la de folclore la ropa tradicional que utilizan en sus actuaciones.

Una familia formada por 5 docentes y 25 alumnos

Durante el presente curso, un total de 25 alumnos, un número que se mantiene en el tiempo, reciben las enseñanzas que imparten semanalmente, en el polideportivo del CEIP Virgen de Valencia de Renedo, José Luis Rivera Cobo y Ana María García, profesores de música y danza tradicional y los tres monitores de tambor, rabel y gaita,  Pedro José Camacho, Esteban Bolado y Roberto Diego, respectivamente.

“Uno de los valores de la escuela es la combinación caótica de las edades, ya que tenemos alumnos de 3 años, pero también otras de más de 70 años”, subraya José Luis Rivera Cobo, quien se muestra convencido de que “es un ambiente muy enriquecedor en ambas direcciones”.

En opinión de este docente, la Escuela municipal de folclore de Piélagos conforma “una familia”, ya que en ella “se generan unos lazos que van más allá de bailar, entonar una canción o tañir un instrumento de calidad” porque la suya, dice, “es una relación de años”.

En este sentido, destaca que hay alumnos mayores que llevan en la Escuela más de 12 ó 15 cursos consecutivos. Por el contrario, precisa, entre los jóvenes es frecuente que al pasar del colegio al instituto, debido al mayor grado de exigencia, “nos dejen aunque muchos regresan después de un tiempo”. “El que viene es porque tiene inquietudes o alguien que está con nosotros le dice ven que lo estamos pasando muy bien”, apostilla.

Un embrión que ha ido creciendo

José Luis Rivera Cobo  considera que Piélagos ha sido siempre “una zona complicada en cuanto a las tradiciones” ya que, según cuenta, recibe influencias de dos núcleos urbanos importantes como son Torrelavega, “considerada la cuna del folclore” y Santander.

“Aunque las tradiciones aquí -en alusión al municipio- no estaban muy enraizadas, el compromiso de los tres alcaldes que ha habido desde 1991 y hasta la actualidad  con la Escuela municipal de folclore ha sido irrenunciable”, recalca.

Este docente muestra su satisfacción por haber conseguido que “ese embrión ha ido creciendo y hay mucha gente que ha pasado por la Escuela y que es capaz de bailar una jota, entonar una canción o tocar la pandereta”.

Preguntado sobre el tiempo que hace falta para manejarse en el folclore, José Luis Rivera Cobo afirma que “salir del paso en una romería y que la gente diga “este parece que sabe” es "cosa de meses”.

Sin embargo, puntualiza que el instrumento requiere un poco más de tiempo porque “la técnica se va depurando” y pone el ejemplo de la gaita, “compleja porque hay que usar el fuelle y ejecutar bien” o el rabel, que “también tiene su complejidad”.

Para José Luis Rivera Cobo, “igual que la gente aprende bailes de salón, aquí enseñamos bailes de cocina”, en referencia a  la jota que se bailaba en Polaciones en invierno, al son del rabel.

“No había otras formas de entretenimiento y las parejas mudaban, bailaban y se relacionaban unos con otros, a través de la música y el baile”, precisa este docente quien matiza que, aunque estemos acostumbrados a ver los bailes en un escenario y con una coreografía, el sentimiento original y tradicional era “el divertimento” y “la relación”.

Por todo ello, concluye que, “conocer es recordar”, al tiempo que asevera que “ese bagaje que nos precede es lo que nos conforma y nos sostiene”.  

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