23.04.2024 |
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PESCA ANCHOA

Empieza la pesca de la anchoa en el Cantábrico

Las embarcaciones de cerco han comenzado a traer a los puertos de Cantabria las primeras cajas de bocarte (anchoa) que se están despachando a precio medio debido al tamaño "pequeño" del género, tal y como es habitual en estos primeros compases de la costera. EFE / Miguel Ramos
Las embarcaciones de cerco han comenzado a traer a los puertos de Cantabria las primeras cajas de bocarte (anchoa) que se están despachando a precio medio debido al tamaño "pequeño" del género, tal y como es habitual en estos primeros compases de la costera. EFE / Miguel Ramos
Empieza la pesca de la anchoa en el Cantábrico
Las embarcaciones de cerco han comenzado a traer a los puertos de Cantabria las primeras cajas de bocarte (anchoa) que se están despachando a precio medio debido al tamaño "pequeño" del género, tal y como es habitual en estos primeros compases de la costera.

En Santoña se subastaron el lunes unos 107.400 kilos de bocarte a una media de 1,5 euros/kilos, si bien esta mañana la cifra en lonja ya no superaba el euro, mientras que en Laredo comenzaron las primeras ventas rozando casi los dos euros hasta caer a los 70 céntimos, por lo que los pescadores aguardan a que no baje más de esa cifra.

Y es que estas primeras remesas de pescado que, si bien ya es de costera y no de abra, solo sirven para el consumo de fresco en mercados a la espera de la llegada del bocarte con medidas aptas para las conserveras, que maquillarán algo los precios.

"Teníamos que salir ya a la mar porque los barcos en tierra no producen y solo acumulan pérdidas", ha justificado a Efe el nuevo presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, César Nates, quien ha explicado que para el sector "el invierno se ha hecho largo".

Por ello, la mayoría de los cerqueros han tirado redes para atrapar ese bocarte que desde febrero ya tenían localizado, pero que no podían capturar hasta el 1 de marzo con la apertura de un caladero que este año estará limitado a 25.250 toneladas.

Se trata de la primera gran cita de la pesquería de la flota de bajura de la región porque la caballa (verdel), que suele emerger antes, por ahora está desaparecida tal y como está ocurriendo en las últimas ediciones.

"El verdel no lo hemos visto y del jurel (chicharro) hay muy poca cuota, aunque ayer se vendieron en Laredo 45.000 kilos a un precio superior al bocarte", ha matizado Nates.

Los armadores también están preocupados por los beneficios que puedan obtener esta campaña ante el incremento del coste de todos los elementos básicos que abastecen a los barcos, como el gasoil, el aceite, el nailon para las redes, los corchos o los palés.

El motivo es que ellos luego no lo pueden repercutir en el precio de venta del pescado al estar regido por las subastas en lonja.

"Los paganinis somos los pescadores y el incremento de los costos es brutal y lo estamos soportando nosotros", ha subrayado Nates, quien, como armador, teme que este año no saque "ni un duro".

La flota de bajura de Cantabria está formada por una treintena de barcos de cerco, cuyos principales activos de la temporada son el bocarte, el verdel y el bonito para los que cuentan con viveros, y unas 70 embarcaciones de artes fijas que pescan con anzuelo. 

Empieza la pesca de la anchoa en el Cantábrico
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