Los de José Alberto pudieron empatar el encuentro en la primera parte, gracias a un penalti que le hicieron a Yeray. Sin embargo, la fortuna no estuvo del lado de los cántabros y Pombo falló la pena máxima desde los once metros. Sin duda, de haber metido el tanto, el rumbo del encuentro hubiera sido totalmente diferente. E, incluso, el Racing no podría haber perdido este partido. Pese a haber errado el penalti, el aragonés jugó un buen partido y luchaba cada balón como si fuese el último. Tal vez, porque en su mente estaba esa ocasión fallida de la primera parte, con la que el Racing podría haber empatado la contienda. Tras haber perdido contra los granotas, la parroquia verdiblanca está pendiente, es tradición ya últimamente, de los partidos restantes en esta ajustada Segunda División del fútbol español. Empezando por el de ayer, el Ibiza endosó dos goles al Burgos, un equipo de la tabla media alta que se verá las caras próximamente contra el Racing en tierras castellanas. Pese a contar con 28 puntos, los de la isla no se dan por vencidos en su lucha por la permanencia y pasito a pasito ya le va enseñando los dientes a la Ponferrdina, equipo que marca la frontera con el infierno. Justamente, el equipo de El Bierzo se enfrentará al Mirandés.

El Sporting, que también está metido en el ajillo de la salvación, se desplaza hasta Las Palmas de Gran Canaria para medirse contra los amarillos, que está cuajando una buena temporada y que sitúa en puestos de fase de ascenso para la división de oro.  Otro asturiano, el Oviedo también las ve difíciles para lograr la permanencia en la categoría, y más cuando ves los rivales que le tocan al equipo azulón. Conjuntos que van a pelear por objetivos opuestos a los suyos. Una batalla entre la gloria y la muerte. Va a estar interesante su cierre de temporada, cuando en su última partido a domicilio se enfrentará al Racing. Eso ya será en un futuro, lo que es presente es su duelo contra el Granada. Tercer clasificado y con la meta de subir a Primera de manera directa. Tal vez, el cántabro Sergio Ruiz pueda echar una mano a los intereses de los de José Alberto, como ya hiciera semanas antes con su tanto contra el Málaga en los últimos instantes del encuentro contra los blanquiazules. Otro que también está con la mirada puesta en varios partidos, es el Real Zaragoza. Los maños, que se enfrentarán al Albacete esperan sumar en su casa los tres puntos para así poder respirar con más tranquilidad y no tener que estar con la calculadora. Yendo al partido de ayer, el Racing, que jugó bien durante los 90 minutos, no pudo contra un sólido Levante que sabe lo que hace y a lo que juega.

Un penalti fallado

Un combinado que se entiende bien y que es digno de ocupar la posición que ostenta en la clasificación. Tiene jugadores de renombre, que hacen que el juego granota sea más estable y duradero.  Los cántabros han sabido aguantar el partido y salvo ese tanto de Joni Montiel, con un libre directo a la escuadra derecha, no se ha notado mucha superioridad de los valencianos. Montiel marcó un auténtico golazo, que sirvió para abrir el marcador. Un marcador que no se volvió a tocar, porque, pese a tener varias ocasiones ambos equipos, ninguno de ellos las sabía aprovechar bien.  El ritmo de la primera parte era bueno y las jugadas iban teniendo su peligro. Sin embargo, ninguna de ellas se aventuraba a entrar entre los tres palos de ninguna de las porterías. Llegados los cuarenta y cinco minutos reglamentarios, los veintidós jugadores se fueron a los vestuarios donde recibieron instrucciones para afrontar el segundo  ‘round’ de la tarde.  Comienza a rodar el balón en la segunda parte del partido, con un Racing que ha tenido que sobrellevar esos dos mazazos del primer tiempo. Un golazo de falta y un penalti errado son las maldiciones que han arrastrado los cántabros durante el partido. Los minutos iban pasando y el Racing se encontraba cada vez más cómodo y seguro con el balón. El Levante le dejaba tocar y a los cántabros no les incomodaba tener la posesión del esférico. El Racing lo sigue intentando. sobre el campo tampoco se ve muy latente esa distancia en la clasificación.

A la espera de los otros resultados

Es lo que siempre se habla, que La Liga SmartBank es una competición tan irregular que el puesto que ocupe cada equipo en la tabla no es tan relevante. Lo dicen los jugadores verdiblancos, y el propio míster. No hay que mirar la tabla, porque la clasificación no refleja la calidad de los conjuntos. El equipo santanderino seguía a lo suyo, a intentar igualar el partido, pero desgraciadamente sin provocar muchas ocasiones claras de gol. Alguna jugada hizo levantar a los aficionados de su asiento, aunque no fueron por méritos locales.

El Levante, que a poco que hiciera ya generaba mucho, tuvo varias ocasiones en las que el balón se paseó mordido por los palos de Parera. COn la entrada al campo de Cedric, que tuvo 20 minutos más el añadido para conquistar a José Alberto, el equipo metió una marcha más y se aprovechó de la frescura y rapidez de unos de los jugadores talismanes del pasado ascenso.  Al nueve racinguista todavía le queda alguna bala en la recámara, pero el técnico asturiano parece que tiene capada el arma de Cedric.

No le ha dado muchos minutos y no tiene pinta que de confíe mucho en este jugador. Una lástima, porque el año pasado se infló a marcar goles a pases del ídolo de la afición verdiblanca, Pablo Torre. Cedric se está recuperando de la lesión que sufrió hace unos meses, y de la cual le tuvieron que operar. Ese periplo estuvo sin pisar el tapete y parece que a José Alberto no le vale únicamente el alta médica, también quiere tener el alta competitiva.

Ese estado de transición en el que el jugador retoma confianza y seguridad si mismo, con la intención de volver a ser el que era o incluso mejorar. A Cedric tiene pinta de que le quedan partidos para verse en esa situación, aunque dado el rendimiento de los demás jugadores de la parte de arriba tampoco es tan descabezado optar por el nueve verdiblanco para el ataque del Racing.  Una cosa está clara, y es que jugadores, cuerpo técnico y aficionados se van a pasar este domingo mirando la clasificación y los resultados de los equipos con los que los verdiblancos se juegan la vida.  Si la Ponferradina gana al Mirandés la tabla se pondría todavía más justa y el Racing volvería a estar en peligro. No hay que jugar con fuego, que quien juega con fuego ya sabe como acaba... El Racing no quiere volver a al infierno, pese a ser el dueño de ello.