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El Diario de Cantabria

La última, y nos vamos: Los chavalucos que dan vida y puntos al Racing

Tras esta gesta, el Racing ha estado disfrutón y ha hecho galas, convivencias de grupo y cenas. Incluso, en los días previos al partido de ayer, los jugadores cambiaron la pelota de fútbol por la de pádel.
Los jóvenes con su alegría disfrutaron de una tarde de fútbol. / alerta
Los jóvenes con su alegría disfrutaron de una tarde de fútbol. / alerta
La última, y nos vamos: Los chavalucos que dan vida y puntos al Racing

El Racing de Santander ha ganado en el día de ayer por un amplio marcador al Cartagena, en el que ha sido el último partido de la presente temporada. Un final de campaña en la que se ha conseguido el objetivo de la permanencia en la categoría, y que ha tenido dos partes muy diferenciadas.

Por un lado, la primera con Romo en el banquillo y unos números con los que el Racing se situaba en el descenso y no encontraba el ritmo correcto de juego.

El entrenador que dio el ascenso a la segunda división no dio del todo con la tecla en la nueva categoría y los resultados adversos eran una prueba de ello. Tras una mala racha de derrotas, la dirección puso fin a su trayectoria en Santander, y el madrileño tuvo que abandonar la escuadra verdiblanca. Y a rey muerto, rey puesto. José Alberto coge el timón de la nave cántabra y los resultados van llegando a buen puerto. El equipo se encuentra agusto y cómodo, como en el partido de ayer, y las victorias van llegando tanto en la capital cántabra como en las ciudades que el equipo visitaba. Un cambio en la nave que fue necesario y que ha dejado un margen de puntos muy favorable, logrando el objetivo de la salvación a dos jornadas de finalizar el partido.

Tras esta gesta, el Racing ha estado disfrutón y ha hecho galas, convivencias de grupo y cenas. Incluso, en los días previos al partido de ayer, los jugadores cambiaron la pelota de fútbol por la de pádel.

José Alberto organizó para sus pupilos una jornada de pádel, para hacer piña y seguir con la celebración. El partido contra el Cartagena, también con los deberes hechos, fue un mero trámite deportivo.

Ninguno de los se jugaba nada y el día en El Huerto fue como estar de vacaciones. Los murcianos, ya sin opciones de play off, vinieron a la capital de Cantabria a hacer turismo. El resultado así lo refleja, un 3-1 en el marcador hace ver que la cuenta final de goles importaba poco. Unos goles que cayeron muy pronto. El canterano Mario García, en el minuto 4, tocaba la gloria con su primer gol con el primer equipo. Una sensación indescriptible la que viviría este joven, que oportunidad, oportunidad que aprovecha. El cántabro no llama la puerta, directamente ya la ha reventado.

Otro talento más que da La Albericia… ay, los chavalucos que dan vida y puntos al Racing. A los nuestros hay que cuidarlos, porque sienten el club de una manera especial. Y el segundo tanto, también ‘Made in La Alberia’. Este ya la puerta la tiró hace rato, y es que Yeray se está convirtiendo en un hombre dentro del campo, pese a ser un niño cuando debutó. En el minuto 20 anotaba el tanto que dejaba muy encarrilado el partido. Un gol con el que también más de uno y más de cinco se habrá emocionado. Qué bonito es ver a los de casa triunfar con el Racing. Y ya, como colofón a una fiesta absoluta en El Sardinero. Cedric, sí, Cedric, vuelve a estar on fire y suma el tercero en la tarde de ayer. Tras su grave lesión, el delantero verdiblanco volvió al tapete de El Huerto y dejó un zarpazo en la portería rival. Alegría absoluta para el racinguismo: tres goles, dos de dos canteranos y otro de uno de los jugadores más queridos por la parroquia.

Los fieles en el templo aplaudían a su equipo, que ha cuajado una grandísima primera parte. Este Racing asusta. A ver si sigue con este espíritu el año que viene.

El comienzo de la segunda parte estuvo afeado con la intentona de remontaba del Cartagena, con el gol de Pablo Vázquez. Un tanto que hacía que el partido se abriera más, pero la herida ya estaba cerrada desde hace rato.

El 3-1 del minuto 48 no se movió hasta el 90 más el añadido. Otra virtud de la escuadra verdiblanca, y sobre todo de quién la dirige, es que no se le fue el partido de las manos. Con un gol tan rápido en la segunda partido, los murcianos podrían haber generado más peligro, pero el asturiano desde el área técnica repelía los ataques de los rivales.

El encuentro seguía su curso y la afición también. Cánticos, banderas y bufandas daban colorido y ambiente a la tarde de ayer. La grada era una fiesta, y los once del verde lo sabían. Que tranquilidad vive el equipo desde que se logró la ansiada salvación, menuda liberación que sintió todo el equipo, desde la primera hasta la última persona que forma parte del Racing.

Esta permanencia, peleada y sufrida, parece asegurar la estabilización en el fútbol profesional, un objetivo por el que el Racing lleva luchando más de una década. Diez años siendo un equipo ascensor, que no hacía más que subir o bajar, o incluso estrellarse y quedarse en el subsuelo.

Pero de esas cenizas sale este equipo, que ha generado mucha ilusión en Cantabria, algo que hacía tiempo que no ocurría.

Volviendo al verde, el Racing seguía a lo suyo con su partido impecable. El Cartagena intentaba recortar distancias, pero es que el partido no daba para más.

Dos equipos que no se juegan nada y que ya, bien o mal, tienen decidida la temporada. El día de ayer era para despedirse. Como cuando quedas con un colega y le dices eso de: «nos tomamos la última, y nos vamos».

Pues eso, que nos vamos hasta la campaña que viene, porque como dirían los entendidos, uno no cumple años, sino temporadas. Tras el pitido inicial el Racing se fue cantando el vals del adiós a su hinchada, y les citó para reencontrarse con ella nuevamente en segunda división.

La última, y nos vamos: Los chavalucos que dan vida y puntos al Racing
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