Mirandés y Racing de Santander protagonizaron un enfrentamiento lleno de emociones que finalizó con un empate 0-0, desafiando las expectativas de un partido en el que se anticipaban numerosos goles debido a la destacada capacidad ofensiva de ambos equipos. 

Aunque hubo varias ocasiones a lo largo del encuentro, ninguno de los conjuntos logró capitalizarlas en el marcador, dejando a los aficionados con un empate que reflejó la intensidad y equilibrio en el terreno de juego. Desde el inicio, el Mirandés mostró su determinación al generar la primera oportunidad apenas 50 segundos después del pitido inicial. 

Rubén Sánchez buscó proporcionar un centro a Chaira, pero la jugada fue invalidada por posición adelantada. 

A pesar de este primer aviso, el Mirandés se vio temporalmente con un jugador menos después de un choque que dejó a Javi Martón con un corte en el labio, situación que el Racing aprovechó para acercarse a la portería defendida por Ramón Juan. El Racing, por su parte, demostró tener las ideas claras en la posesión del balón. 

Sin embargo, los dirigidos por Alessio Lisci pronto recuperaron el control y se esforzaron por desbloquear la defensa rival.  Ambos equipos crearon peligro en cada incursión al área, pero un forcejeo en el área de ataque del Mirandés cerca de la media hora de juego no se tradujo en la apreciación de una posible intención de penalti por parte del árbitro.

La segunda mitad continuó siendo emocionante, con Peque Fernández a punto de marcar después de una conducción brillante que dejó atrás a los defensores del Mirandés.  Sin embargo, su disparo impactó sorprendentemente en el poste, sumándose a la lista de ocasiones desperdiciadas. La madera volvió a ser protagonista en un remate de Martón que golpeó el palo, pero Reina recogió el rebote y Ezkieta realizó una destacada intervención.

Gabri Martínez también tuvo una oportunidad en solitario, pero nuevamente Ezkieta se erigió como un muro impenetrable. A pesar del empate sin goles, el partido estuvo marcado por momentos de gran intensidad y calidad futbolística. Ambos equipos tuvieron oportunidades para romper la paridad, pero los postes se convirtieron en inesperados protagonistas del encuentro. 

En los minutos finales, pareció que tanto el Mirandés como el Racing aceptaban el empate como un resultado aceptable, adoptando un enfoque más conservador en el juego para asegurar al menos un punto. En definitiva, el enfrentamiento entre Mirandés y Racing de Santander dejó a los espectadores con una experiencia emocionante y una muestra de la habilidad y entrega de ambos equipos, a pesar de la falta de goles en el marcador.