24.04.2024 |
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Parera, portero hasta 2025

El Racing anunció ayer la renovación por otras dos temporadas más de Parera, que terminaba contrato el próximo 30 de junio l Ambas partes querían dejarlo cerrado antes de enero
Miquel Parera. / LALIGA
Miquel Parera. / LALIGA
Parera, portero hasta 2025

No va a haber culebrón. El ‘caso Parera’ ya está terminado. Se queda. No podía ser de otra manera. Como tiene que ser. Él está a gusto en el Racing y también en Cantabria. Le gusta su día a día, está cómodo, le saludan por la calle y valoran su trabajo. Se siente valorado por el entorno y, lo que es más importante, tanto por el club como por el cuerpo técnico. Están encantados con él y con su rendimiento. Querían retenerle, que su historia de amor y fidelidad entre ambos no tuviera una fecha de caducidad tan cercana. Las dos partes, en definitiva, querían lo mismo. No querían separar sus caminos porque no había razones para ello. Por eso han renovado el contrato que les une. Terminaba el próximo treinta de junio del próximo año 2023 y a partir de ahora lo hará el mismo día del 2025.

La noticia la hizo oficial el propio Racing a primera hora de la tarde de ayer. Era una buena noticia. Es difícil encontrar a un racinguista que no lo considere así. El portero se los ha ganado a todos. Aunque la necesidad de renovar a Parera estuvo en el primer plano mediático hace alrededor de un mes, desde entonces se había guardado cierto silencio. Él mismo había reconocido entonces que no se habían iniciado las conversaciones y, a su vez, pidió que nadie le volviera a preguntar por el tema porque quería apartarlo de la agenda. No quería que hubiera nada ni nadie que le descentrara de su trabajo. Le había costado mucho llegar a donde está, a ser un guardameta indiscutido en Segunda División.

El silencio alrededor del caso invitaba a pensar que algo se estaba fraguando. El club necesitaba renovar ya a su portero porque a partir del uno de enero sería un hombre libre de negociar su futuro con quien quiera. Y eso es peligroso porque, de pronto, empiezan a llamar a la puerta muchos clubes que pudieran estar interesados y que podrían lanzar múltiples cantos de sirena al jugador. Convenía dejarlo todo cerrado antes de fin de año. Era una prioridad. Preferían repetir la historia que siguieron con Cedrick hace doce meses y no la de Soko. El extremo pidió esperar para ponerse en el mercado y salir a la puja. Y, aunque siempre se sintió a gusto y valorado en Cantabria, se acabó comprometiendo con el Huesca antes incluso de saber si el Racing iba a consumar el ascenso o no.

Parera no se va a ir. Se queda. Es un guardameta que ha estado esperando durante tanto tiempo disfrutar del momento que está disfrutando ahora que no quiere que pase. Durante años, vivió a la sombra de otros guardametas en el Mallorca. En el club isleño conocían sus cualidades porque, a pesar de que nunca apostaban por él, tampoco le dejaban ir. Era el suplente. Tenía el rol que ahora tiene Jokin Ezkieta. Por eso apostó por bajar escalones y aceptar la oferta que le brindó el Racing para jugar en la categoría de bronce. Y acertó. Le fue estupendamente por mucho que, de inicio, pareciera que la aventura no le iba a salir bien.

PROGRESIÓN. Miquel Parera es futbolista y los futbolistas conocen lo que se masca en el mundo del fútbol. Y todos sabían que el primero en la lista de deseos de Fernández Romo para su portería era Ramón Juan, el guardameta a quien había tenido en el Cornellá. Sin embargo, éste encontró acomodo en el Mirandés, que le permitía llegar directamente a Segunda División. De este modo, el cancerbero de Manacor supo de partida que su fichaje podría oler a segundo plato. Más aún, después de que en pretemporada diera la impresión de que Lucas Díaz le robaba la situación de privilegio. Fue él quien comenzó como titular al haber completado un mejor verano. Fue así durante los ocho primeros partidos, hasta que llegó el turno de disputar la Copa Federación. Como hacen tantos entrenadores, aquel día Fernández Romo cambió al portero y ya no lo volvería a cambiar. Se quedó Parera bajo palos.

Y así ha sido desde entonces. Ya nadie le ha bajado de ahí. El guardameta balear terminó siendo una de las piezas más determinantes del Racing en su camino hacia el ascenso y Parera, un profesional que suele huir de los focos y que habla bajo, se acabó ganando a toda la afición. En principio, cuando fichó por el Racing lo hizo por una sola temporada y, por lo tanto, su contrato inicial expiraba el pasado treinta de junio. Sin embargo, el matrimonio entre ambas partes quedó prolongado de manera automática. Había una cláusula que detallaba que si defendía durante más de 21 partidos la portería del equipo verdiblanco, la relación entre ambas partes se prolongaría durante doce meses más. Es decir, hasta el treinta de junio del 2023.

Por eso Parera se pudo marchar tranquilamente de vacaciones cuando terminó el pasado curso. Lo hizo con la sensación del trabajo bien hecho, de haber conseguido tanto su objetivo individual como colectivo y de tener, además, su futuro inmediato asegurado. La incertidumbre podría proceder del aspecto más puramente deportivo. El Racing había ascendido a Segunda División y todo equipo que consigue ese logro se suele reforzar en todas sus líneas para poder pelear por la permanencia un piso más arriba. Y la portería suele ser algo a reforzar. Lucas Díaz se fue y Fernández Romo y Mikel Martija dispusieron de su ficha para buscar competencia al manacorí.

Y quien llegó fue Jokin Ezkieta, un guardameta con planta y cartel que llegaba procedente del Athletic, con quien incluso mantenía contrato en vigor. Debió rescindirlo para poder fichar por el Racing. No lo tuvo fácil Parera. Sin embargo, al contrario de lo que sucedió la campaña pasada, esta vez fue él quien ganó la partida y quien comenzó en el once titular. Y lo ha hecho tan bien que nadie le ha podido sacar de ahí. De hecho, el guardameta balear lo hizo especialmente bien a principios de curso, coincidiendo, precisamente, con los peores resultados del Racing. En la memoria de muchos está la actuación de Parera en Tenerife, donde su equipo perdió y él le libró de una goleada. En todo equipo que acostumbra a sumar porterías a cero hay un portero de garantías y el del conjunto cántabro es Parera.

Con la renovación del balear hasta 2025, el club verdiblanco se ha garantizado tener su portería cubierta con vistas al próximo curso, ya que Ezkieta tiene contrato en vigor hasta 2024, ya que fichó por el Racing por dos temporadas. El cuerpo técnico siempre busca que haya competencia y, en ese sentido, Parera sabe que no se puede relajar porque tiene un buen portero detrás de él. Cada uno ha asumido bien su rol y da la sensación de que, si cambiaran las tornas por estados de forma o porque al isleño le sucediera algo y aprovechara la situación el navarro para ponerse por delante, tampoco pasaría nada y el estado de salud del vestuario no se vería afectado.

El guardameta recién renovado ya ha asegurado su presencia en el Racing hasta el 2025, cuando tendrá 29 años. Y bueno será que su trayectoria como verdiblanco se fuera más allá de esa fecha porque sería una buena señal. Querría decir que su rendimiento no ha bajado y que ambas partes siguen encantadas de conocerse. Por ahora, Parera tiene en su haber tres ascensos tras haber conseguido dos con el Mallorca y uno con su actual equipo. Pocas dudas hay de que le gustaría conseguir un cuarto también con el Racing.

Parera, portero hasta 2025
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